lunes, 27 de abril de 2015

Lsd y cristianismo

"La prohibición del LSD es una lástima", S. Grof


entrevista a Stanislav Grof.

Nací en Praga en 1931 y vivo en California con Christina. Soy doctor en Psiquiatría y Filosofía. Cuando la farmacéutica Sandoz sintetizó en 1954 el LSD, comencé a trabajar sobre su uso clínico en el Instituto de Investigaciones Psiquiátricas de Praga y seguí en EE.UU. durante 30 años. Creo en la dimensión espiritual humana.

-¿Qué iba buscando Sandoz cuando sintetizó el LSD?

-Cuando el químico suizo Albert Hofmann, director de Sandoz, descubrió el LSD buscaba un medicamento para detener las hemorragias. Se intoxicó y vivió un viaje de emociones y colores.

-Alucinó.

-Sí, aquella sustancia podía cambiar profundamente la conciencia de los sujetos por un periodo de seis a diez horas. La compañía decidió poner el LSD a disposición de los investigadores de todo el mundo.

-Y los propios científicos hicieron de conejillos de indias.

-Pensaron que algo que era capaz de alterar la psique de tal forma podría ayudar a los esquizofrénicos. Los psiquiatras decidieron experimentar personalmente con el LSD para ver si alterando su conciencia podían entender mejor a sus pacientes.

-¿Qué significa alterar la conciencia?

-Nuestra percepción del mundo está limitada por el radio de alcance de los sentidos y por la configuración de nuestro entorno. En los estados transpersonales de la mente estas limitaciones parecen trascenderse. El tiempo y el espacio dejan de tener límites. Un estudio detallado de esas experiencias muestra fenómenos que desafían seriamente la cosmovisión de la ciencia occidental.

-¿Cómo fueron sus propias experiencias?

-El LSD cambió el rumbo de mi vida personal y profesional.

-¿Por qué personalmente?

-Mi educación fue atea y materialista. Como científico consideraba que todo lo espiritual era pensamiento mágico primitivo y, como todos mis colegas, creía que las personas con experiencias místicas eran psicóticos. De hecho, las visiones de Mahoma están consideradas por mi entorno un trastorno.

-¿...Y no?

-Gran número de los estados que la psiquiatría moderna considera patológicos y trata con antidepresivos son en realidad crisis psicoespirituales que tienen un poder transformador y sanador.

-A usted ¿qué le pasó?

-Mi experiencia con LSD me llevó a la espiritualidad. Cuando experimentas con esta droga pasas por distintos estadios: uno muy visual -colores y formas geométricas-; otro en el que puedes revivir cosas de tu pasado, incluso tu nacimiento. Y, finalmente, puedes llegar a la experiencia transpersonal.

-¿En qué consiste?

-Se rompen los límites del cuerpo, es una experiencia de absoluto; unidad con la gente, con la naturaleza, con el universo. Tiene mucho que ver con lo que narran los místicos cristianos o los textos clásicos del budismo.

-Quizá sus pacientes habían leído demasiado sobre ese tema.

-Empecé a ser testigo de experiencias que no podían distinguirse de las descritas en las antiguas tradiciones místicas y filosofías espirituales. Algunas eran poderosas secuencias de muerte y renacimiento psicológico; otras implicaban esas sensaciones de unidad con el cosmos. Al principio no lo acepté, pero acabó imponiéndose la lógica.

-¿...?

-Las emergencias espirituales del inconsciente seguían a la aparición de material biográfico comprobable. Por lo tanto, hubiera sido arbitrario contemplar los recuerdos de la infancia como aceptables y atribuir las experiencias espirituales a un proceso patológico. Pero permítame que le aclare algo...

-...

-El LSD no tiene un poder intrínseco positivo o negativo, todo depende del uso, la preparación, la calidad, la dosis y la metodología. Nuestros experimentos no tenían nada que ver con las fiestas psicodélicas.

-Entiendo.

-Todos aquellos abusos llevaron a la prohibición del LSD, incluso en la investigación. Es una lástima. Y creo que la información que obtuvimos debe tenerse en cuenta.

-Pero ¿cuáles son esas conclusiones?

-El modelo actual de la psique humana es muy limitado. La idea freudiana de que todo viene de la infancia y de la conciencia individual es un modelo caduco. Los experimentos nos permitieron entender que la psique es algo mucho más amplio.

-¿Y las aplicaciones prácticas?

-Los resultados terapéuticos trascendían todo lo que había visto hasta la fecha. Síntomas complejos que habían resistido años de tratamiento convencional desaparecían tras experiencias como la muerte y el renacimiento psicológico, las sensaciones de unión cósmica y, en algunos casos, el recuerdo de vidas pasadas.

-Eso es ir muy lejos.

-Estoy convencido de que los problemas psicosomáticos emocionales pueden estar más allá de la biografía. Son muchas las personas con las que he trabajado que me dan información precisa de otras vidas que hemos investigado. Observaciones de este tipo llevaron a Carl G. Jung a la idea del inconsciente colectivo y al supuesto de que cada individuo podía, en ciertas circunstancias, tener acceso a toda la herencia cultural de la humanidad.

-Eso es muy revolucionario.

-Muchos problemas psíquicos y psicosomáticos se resuelven en esas experiencias de vidas pasadas. Considero que tanto si se creen como si no, los psiquiatras deben considerar su potencial curativo.

-Cuando prohibieron el LSD, desarrolló usted un método nuevo.

-La respiración holotrópica, un poderoso método de respiración acelerada que lleva a los estados alterados de conciencia que alcanzábamos con el LSD.

Ima Sanchís, lavanguardia/lacontra, 6-IV-05

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