Lsd y cristianismo
"La prohibición del LSD es una lástima", S. Grof
entrevista a Stanislav Grof.
Nací en Praga en 1931 y vivo en California con Christina.
Soy doctor en Psiquiatría y Filosofía. Cuando la farmacéutica Sandoz sintetizó
en 1954 el LSD, comencé a trabajar sobre su uso clínico en el Instituto de
Investigaciones Psiquiátricas de Praga y seguí en EE.UU. durante 30 años. Creo
en la dimensión espiritual humana.
-¿Qué iba buscando Sandoz cuando sintetizó el LSD?
-Cuando el químico suizo Albert Hofmann, director de Sandoz,
descubrió el LSD buscaba un medicamento para detener las hemorragias. Se
intoxicó y vivió un viaje de emociones y colores.
-Alucinó.
-Sí, aquella sustancia podía cambiar profundamente la
conciencia de los sujetos por un periodo de seis a diez horas. La compañía
decidió poner el LSD a disposición de los investigadores de todo el mundo.
-Y los propios científicos hicieron de conejillos de indias.
-Pensaron que algo que era capaz de alterar la psique de tal
forma podría ayudar a los esquizofrénicos. Los psiquiatras decidieron
experimentar personalmente con el LSD para ver si alterando su conciencia
podían entender mejor a sus pacientes.
-¿Qué significa alterar la conciencia?
-Nuestra percepción del mundo está limitada por el radio de
alcance de los sentidos y por la configuración de nuestro entorno. En los
estados transpersonales de la mente estas limitaciones parecen trascenderse. El
tiempo y el espacio dejan de tener límites. Un estudio detallado de esas
experiencias muestra fenómenos que desafían seriamente la cosmovisión de la
ciencia occidental.
-¿Cómo fueron sus propias experiencias?
-El LSD cambió el rumbo de mi vida personal y profesional.
-¿Por qué personalmente?
-Mi educación fue atea y materialista. Como científico
consideraba que todo lo espiritual era pensamiento mágico primitivo y, como
todos mis colegas, creía que las personas con experiencias místicas eran
psicóticos. De hecho, las visiones de Mahoma están consideradas por mi entorno
un trastorno.
-¿...Y no?
-Gran número de los estados que la psiquiatría moderna
considera patológicos y trata con antidepresivos son en realidad crisis
psicoespirituales que tienen un poder transformador y sanador.
-A usted ¿qué le pasó?
-Mi experiencia con LSD me llevó a la espiritualidad. Cuando
experimentas con esta droga pasas por distintos estadios: uno muy visual
-colores y formas geométricas-; otro en el que puedes revivir cosas de tu
pasado, incluso tu nacimiento. Y, finalmente, puedes llegar a la experiencia
transpersonal.
-¿En qué consiste?
-Se rompen los límites del cuerpo, es una experiencia de
absoluto; unidad con la gente, con la naturaleza, con el universo. Tiene mucho
que ver con lo que narran los místicos cristianos o los textos clásicos del
budismo.
-Quizá sus pacientes habían leído demasiado sobre ese tema.
-Empecé a ser testigo de experiencias que no podían
distinguirse de las descritas en las antiguas tradiciones místicas y filosofías
espirituales. Algunas eran poderosas secuencias de muerte y renacimiento
psicológico; otras implicaban esas sensaciones de unidad con el cosmos. Al
principio no lo acepté, pero acabó imponiéndose la lógica.
-¿...?
-Las emergencias espirituales del inconsciente seguían a la
aparición de material biográfico comprobable. Por lo tanto, hubiera sido
arbitrario contemplar los recuerdos de la infancia como aceptables y atribuir
las experiencias espirituales a un proceso patológico. Pero permítame que le
aclare algo...
-...
-El LSD no tiene un poder intrínseco positivo o negativo,
todo depende del uso, la preparación, la calidad, la dosis y la metodología.
Nuestros experimentos no tenían nada que ver con las fiestas psicodélicas.
-Entiendo.
-Todos aquellos abusos llevaron a la prohibición del LSD,
incluso en la investigación. Es una lástima. Y creo que la información que
obtuvimos debe tenerse en cuenta.
-Pero ¿cuáles son esas conclusiones?
-El modelo actual de la psique humana es muy limitado. La
idea freudiana de que todo viene de la infancia y de la conciencia individual
es un modelo caduco. Los experimentos nos permitieron entender que la psique es
algo mucho más amplio.
-¿Y las aplicaciones prácticas?
-Los resultados terapéuticos trascendían todo lo que había
visto hasta la fecha. Síntomas complejos que habían resistido años de
tratamiento convencional desaparecían tras experiencias como la muerte y el
renacimiento psicológico, las sensaciones de unión cósmica y, en algunos casos,
el recuerdo de vidas pasadas.
-Eso es ir muy lejos.
-Estoy convencido de que los problemas psicosomáticos
emocionales pueden estar más allá de la biografía. Son muchas las personas con
las que he trabajado que me dan información precisa de otras vidas que hemos
investigado. Observaciones de este tipo llevaron a Carl G. Jung a la idea del
inconsciente colectivo y al supuesto de que cada individuo podía, en ciertas
circunstancias, tener acceso a toda la herencia cultural de la humanidad.
-Eso es muy revolucionario.
-Muchos problemas psíquicos y psicosomáticos se resuelven en
esas experiencias de vidas pasadas. Considero que tanto si se creen como si no,
los psiquiatras deben considerar su potencial curativo.
-Cuando prohibieron el LSD, desarrolló usted un método
nuevo.
-La respiración holotrópica, un poderoso método de
respiración acelerada que lleva a los estados alterados de conciencia que
alcanzábamos con el LSD.
Ima Sanchís, lavanguardia/lacontra, 6-IV-05
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