sábado, 19 de abril de 2008


Uno de los rasgos propios de la vanguardia, que permanece durante toda la década, incluso cuando el radicalismo vanguardista ya está en franca retirada, es el de las actividades colectivas organizadas por los propios poetas para exponer sus obras, defender sus propuestas, y relacionarse. Durante toda la década, continuando lo que Campal había iniciado, estas exposiciones cumplieron una función determinante para el progreso de las nuevas propuestas. El contacto personal de que iban, en casi todos los casos, acompañadas, de conferencias, audiciones, mesas redondas etc..., permitió una labor de zapa de los planteamientos tradicionales, y una promoción considerable de las nuevas ideas.

Muy relacionadas con estas prácticas expositivas, están las ediciones de carteles (que la moda pop llamaba en aquellos años "poster"), y tarjetas postales (anticipo de lo que después sería el mail art)

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