domingo, 4 de mayo de 2008


Hay pensamientos muy dañinos porque no nos dejan que comprobemos si son reales o no. Un antiguo chiste nos ilustra cómo son:

Un hombre iba por la calle principal de su pueblo aterrorizado y golpeando de forma extraña dos palos. Cuando le preguntaron qué hacía, contestó: “Espantando leones”. Le dijeron: “¡Pero si aquí no hay leones!”, ante lo que afirmó con seriedad: “¡Claro! Los he espantado todos”.

Este hombre tenía el pensamiento de que existían leones que podrían atacarle. Parecería fácil comprobar que el pensamiento es falso; pero al tomarlo como una realidad espantando a las bestias y no podía comprobar la falsedad de su creencia. Si hacemos caso al pensamiento, haremos cosas que no nos permiten tomar contacto con la realidad y comprobar que no es cierto lo que nos dicen.

Igualmente, nuestros pensamientos y nuestras sensaciones nos pueden decir que no vamos a ser capaces de conseguir lo que queremos, que no merece la pena ni intentarlo. Si seguimos el impulso que sentimos, no lo intentaremos y no comprobaremos si podemos o no lograrlo.

Estos pensamientos nos generan ansiedad o depresión. En el curso se expone con más detalle su funcionamiento, así como los pensamientos que nos llevarán a otro tipo de problemas.

La solución es tener claros nuestros valores: lo que nos importa en cada momento, en el presente, aquí y ahora, y hacerlo por encima de lo que nuestros pensamientos y sensaciones nos impulsen a hacer; de esta forma el hombre del chiste sería capaz de dejar de golpear los palos y enfrentarse a los leones virtuales y se daría cuenta de que su pensamiento le engaña. Pero para hacerlo tendría que aceptar la terrible sensación de miedo que le provocará el pensamiento de que un león le va a atacar y no va a hacer nada para defenderse.
El establecimiento de la salud mental

Si actuamos de aceptando el riesgo, ponemos en marcha una serie de procesos:

1. La aceptación de las sensaciones: nos abrimos a sentir el sufrimiento y el miedo sin cortapisas.
2. La relativización de los pensamientos: dándonos cuenta de que, aunque sintamos determinadas cosas, pueden no corresponder a la realidad.
3. El descubrimiento de nuestros valores, por los que merece la pena luchar y sufrir y que nos conducen a un sentimiento de felicidad muy distinto del que conseguimos con el consumo o la diversión.
4. Realización de acciones comprometidas con nuestros valores.
5. Activación de la conciencia plena, para vivir el presente, abiertos a cualquier experiencia por dura que sea.
6. Descubrimiento de quienes somos, por encima de nuestros pensamientos, sentimientos, sensaciones y emociones y de nuestra imagen social.

Se establecerán una serie de ejercicios pautados que potencian los procesos que la terapia de aceptación y compromiso considera necesarios para tener la mejor salud mental posible. Los ejercicios fundamentales están grabados en 1 CD de audio

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