Todos sabemos que el mapuche antiguo fue un gran guerrero, pero repetimos eso creyendo comprenderlo en referencia a lo que nuestra mente mecánica y utilitaria entiende por el oficio de armas.

Pero teniendo como antecedentes mas auténticos los aforismos de sabiduría de los lonkos antiguos recogidos de la tradición desde hace mas de un siglo y el testimonio que el propio mapudungun da de lo que fue la cosmovisión original del pueblo mapuche, resulta que para esa cultura  la suprema labor que un hombre puede realizar en su paso la vida bajar es trabajar sobre si mismo para "despertar", vale decir, desarrollar sus facultades espirituales y mediante el cultivo de alerta psicológico (Lloftulen), mantener y acrecentar su lucidez hasta concluir su vida como un Füta Chachai, esto es, Un anciano sabio. 

Para eso todo  hombre esta llamado a ser un Kona, un guerrero, en el sentido metafórico y en el real de la palabra. Metafórico  en cuanto el imperativo prioritario de un Kona es vencerse a si mismo y real, es cuanto  el combate contra adversarios y adversidades es un desafió de autosuperación, una situación limite que rompe el cerco de la inercia psíquica en el proceso del crecimiento interior. Por eso el combate para todo verdadero guerrero es una acción ritual, como lo fue para la caballería cristiana en el medievo.

Por eso, quizás y conforme alo que enseña la psicología junglana, parece una coincidencia significativa el hecho de que el escudo de armas del directo adversario de Lautaro, don Pedro de Valdivia, ostente el lema: "La muerte menos temida da más vida"...