miércoles, 16 de noviembre de 2011


Libro revela que personas atractivas ganan 10% más

Economista de EE.UU. señala que también son más productivas. Autor dice que mercado paga por un bien escaso como la belleza.
por C. Pérez / A. Krebs
¿Hasta qué punto tener un buen aspecto asegura o ayuda el éxito profesional? Eso precisamente quiso responder el profesor de Economía de la U. de Texas, Daniel Hamermesh, quien desde 1996 estudia la relación entre el atractivo físico y el bienestar laboral de las personas. Su conclusión -que expone en el libro Beauty Pays: Why Attractive People Are More Successful- es clara: los guapos tienen mejores sueldos, beneficios y productividad que sus pares menos agraciados. Así de simple.
Usando datos de varios estudios, Hamermesh calculó que los trabajadores más atractivos físicamente perciben un 8% y 12% más de sueldo, en comparación con sus pares menos agraciados si se trata de mujeres y hombres, respectivamente. Esta brecha se estrecha a 4%, para ellas, y 3%, para ellos, cuando se hace la comparación con personas de belleza promedio.
Otro dato: las personas más atractivas son un 8% más productivos que el resto. ¿Por qué? Hamermesh dice que eso se debe a que la mayoría de las personas prefiere tratar con personas hermosas (según revelan los estudios) y por eso el mercado está dispuesto a pagar bien y mejor por este bien escaso. "La belleza es escasa y la gente está dispuesta a pagar por ella, al igual que por cualquier otra cosa que sea muy escasa. Por lo tanto, goza de una prima o beneficio en los mercados del trabajo, del matrimonio, de los préstamos, y sin duda, en otros", dice a La Tercera Hamermesh. En el caso del trabajo, señala el experto, eso los hace generar mejores ventas, lo que eleva su productividad, su sueldo y las ganancias de su empresa.
Una investigación anterior del profesor de la U. de Harvard, Markus Mobius, demostró que las personas atractivas eran mejor evaluadas en los trabajos y recibían mejores premios a igual función e idénticos resultados, debido a su mayor autoestima que les permitía desarrollar mejores habilidades sociales para encantar y convencer.
La bonanza de los guapos no termina ahí: el libro destaca que el 20% de aquellos que tienen mejor aspecto también generan más confianza al solicitar créditos, son invitados a más fiestas, son mejor tratados en restaurantes, hoteles y tiendas, se les destinan los viajes de negocios más codiciados y ocupan las oficinas más cómodas. Por si fuera poco, tienen mejor salud, son percibidos como más inteligentes y competentes, y finalmente son más felices.
"Para los hombres la mayoría de los resultados de felicidad extra se dan porque su buen aspecto les da mayores ingresos y una esposa algo más atractiva. Pero entre mujeres gran parte del efecto es directo: sólo el ser más atractivas las hace más felices, incluso sobre las ganancias o la capacidad para encontrar una mejor pareja", dice Hamermesh.
Pero no todo está perdido para los menos atractivos. Ni los mejores empleos ni los puestos de jefatura pudieron ser vinculados a ser más bello. Allí, factores como la educación y la edad pesan más, dice el autor.

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