¿A qué responde la  escritura de una novela?
Si bien los libros son  producto del inconsciente y el trabajo del escritor consiste en poner en el  papel lo que el inconsciente le dicta, una novela es un proceso de elaboración  que responde a una intención, a un querer investigar o decir algo del autor.  Creo que lo que me interesa es la  imaginación humana: cómo la imaginación crea -literalmente- el mundo. El mundo  sólo cobra sentido cuando lo interpretamos, y quizá nadie trabaje tanto como los  artistas para interpretarlo, entenderlo y experimentarlo en toda su complejidad.  Hace unos cuantos años encontré una vieja libreta de notas. La había olvidado  por completo y de golpe ahí estaba, y la abrí y descubrí dos frases que había  escrito a los 19, 20 años: "El mundo está en mi cabeza. Mi cuerpo está en el  mundo". Hoy sigo pensando que así es como vivimos nuestras vidas. Nuestro cuerpo  va por el mundo a la deriva, flotando en algo grande, mucho más grande que él, y  al mismo tiempo todos estamos aislados, encerrados en nosotros mismos, viviendo  una vida puramente interna. Creo que en gran medida escribo sobre eso, sobre esa  separación entre el adentro y el afuera, y sobre cómo la gente enfrenta o evita  el abismo que hay en el medio. Hay ciertas experiencias que logran acercarlos  bastante. No quiero ponerme sentimental, pero creo que el amor es una de ellas.  En el amor estamos a la vez adentro y afuera de nosotros mismos; vivimos para y  por otra persona, y algo nos empuja a formar parte de lo que nos rodea. Pero  comprometerse profundamente con una idea o una causa puede producir el mismo  efecto. En esta novela, entrelacé dos historias  y en ese entrelazamiento hay una reflexión sobre el dolor: cómo hace un hombre  para superar el dolor y cómo hace para encontrar el estímulo para vivir.  Mientras tanto, la sombra de Chatesubriand planeaba sobre el  libro.
Etiquetas: paul auster

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