jueves, 1 de mayo de 2008


la Iglesia Católica Romana, en su forma actual, nace de una cierta fusión entre el sistema de dioses y diosas romano, que era prácticamente idéntico al griego, y el movimiento cristiano de los inicios. Tras la muerte de Jesús, parte de sus seguidores con San Pablo a la cabeza (y más adelante también con San Pedro, el primer Santo Padre) desconectan el cristianismo inicial del judaísmo y difunden la idea de la divinidad de Jesús, nunca aceptada por los gnósticos, generando así una gran religión monoteísta no judía sinó romana. Totalmente romana. La conversión en la religión oficial del imperio romano representó la asimilación por parte del catolicismo de la antigua religión romana, y por tanto de la griega. No en las formas pero sí en el fondo. Esto se puede sostener y tiene lógica.

Así, no es atreverse demasiado, y es la forma más simple que he encontrado para explicar esto, que en sí es muy complejo, afirmar que la Iglesia Católica en sus rituales encarna psicológicamente, en buena parte, los valores que ya tenían los siguientes dioses y diosas romanos:

- Júpiter (nombre griego: Zeus), padre todopoderoso. Dios jefe indiscutible de dioses y diosas.

- Minerva (Atenea), hija de Júpiter. Diosa poderosa, gran estratega.

- Juno (Hera), esposa de Júpiter. Diosa del matrimonio.

- Ceres (Deméter), diosa del instinto maternal.

- Plutón y su esposa Proserpina (Hades y Perséfone), hermano e hija de Júpiter, respectivamente. Dios y diosa del inconsciente, del mundo subterráneo. Plutón es el arquetipo del hombre solitario brujo/sacerdote.

- Vesta (Hestia), diosa del hogar. Es el arquetipo de la monja.

- Apolo, hijo favorito de Júpiter. Dios del éxito. Arquetipo del equilibrio y la moderación

Estos dioses encarnan los valores de: Jerarquía, un dios padre todopoderoso creador del mundo; orden, conservadurismo, matrimonio y maternidad responsables, vida sacerdotal y religiosa de curas y monjas, rectitud, rigor académico y científico, prudencia, vida ordenada, esfuerzo, sacrificio. En suma los valores positivos.

Por contra el gnosticismo en sus múltiples formas, y a través de sus diversos rituales, encarna psicológicamente los valores de los dioses contrarios y rivales de los anteriores y normalmente marginados:

- Neptuno (Nombre griego: Poseidón), hermano de Júpiter y Plutón, y eternamente resentido con ellos. Poderoso dios del mar y de la venganza.

- Baco (Dioniso), puede ser caótico hasta llegar a ser asesino. Dios del éxtasis. Rige la locura y en parte la tendencia homosexual masculina.

- Diana (Artemisa), feminista radical. Añora un supuesto matriarcado que habría existido en los orígenes del mundo. Puede ser agresiva. Rige en parte la tendencia al lesbianismo.

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