viernes, 6 de noviembre de 2009



Axel Kaiser

Axel Kaiser | Columnista | Diario Financiero Online
De pirómanos a bomberos

Viernes 06 de noviembre del 2009

Sólo una cosa agrede más al sentido común que ver a los mismos que generaron la crisis erigirse en salvadores y es la cantidad de personas que les siguen creyendo.
Los Geithner, los Bernanke, los Obama y compañía nos cuentan ahora que, gracias a su pericia, el futuro económico se vislumbra mejor. Pero ¿se acuerda usted lo que estos mismos personajes decían tan sólo unos meses antes de la catástrofe? “El alza de los precios en las viviendas se debe a la solidez de los fundamentos del mercado” decía la Reserva Federal de Nueva York el año 2004, entonces bajo la presidencia de Timothy Geithner. Y agregaba categóricamente: “en nuestra opinión no existe una burbuja”. Henry Paulson en tanto, predecesor de Geithner en la secretaría del Tesoro norteamericano y ex CEO de Goldman Sachs – detalle no menor tratándose de quien fue el precursor de los planes de rescate para billonarios de Wall Street- , afirmaba el 2007 que “la economía está tan sólida como nunca la he visto en mi carrera de hombre de negocios”, y añadía en marzo de 2008: “nuestras instituciones financieras son fuertes, nuestros bancos son fuertes y seguirán siéndolo por muchos años”.
La guinda de la torta la ponía Bernanke a principios de 2008 cuando los precios de las viviendas comenzaban a declinar: “no esperamos un efecto de contagio relevante desde el mercado sub prime al resto de la economía o del sistema financiero”.
¿Qué haría usted con el gerente de su empresa si le diagnosticara que el negocio está más sólido que nunca, que no hay razones para preocuparse y luego de un par de meses quebrara estrepitosamente? ¿Lo pondría a liderar el rescate? ¿Seguiría confiando en su criterio y competencias para el cargo? Esta simple lógica es la que muchos parecen no seguir. Pero el cuadro es peor aun. Todo el mundo sabe -salvo los progresistas que creen la fantasía de que la desregulación es la responsable del colapso financiero- que el origen de la crisis económica dice fundamentalmente relación con una desmedida expansión del crédito. La gran responsable entonces – una vez más- es la Reserva Federal, que fijó tasas de interés artificialmente bajas. A ello se agrega la irresponsabilidad fiscal del gobierno de Bush y la presión política de todos los sectores para hacer accesibles viviendas a millones de personas sin capacidad de pago.
Pregunta: ¿en qué están ahora la Fed y el gobierno norteamericano? Además de rescatar a los millonarios de Wall Street con cargo a los contribuyentes, en más de lo mismo. Es decir, más crédito barato y más gasto fiscal que nunca. “Es que estas medidas son imprescindibles para mantener el consumo” alegan muchos. Pero si fue el exceso de consumo lo que generó el problema para empezar a hablar, por lo tanto, este tiene que caer y la economía debe contraerse.
Mantener el consumo artificialmente alto por la vía de mayor endeudamiento y la impresión de billetes sólo va a empeorar las cosas: va a hipotecar aún más el futuro de la economía norteamericana generando presiones inflacionarias y déficits astronómicos con consecuencias desastrosas. Pero que más se puede esperar si fueron estos mismos pilotos los que estrellaron el avión. Difícilmente podrían lograr que vuele de nuevo.

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