En relación con lo antes dicho es interesante saber que el grito de entrada al combate del guerrero mapuche, nos dice el profesor Mora, era Inche Kai Che, que significa literalmente "yo, el hombre, permanece", a diferencia del estado bestial que el guerrero germano o celta debía alcanzar en comunión con, animales totémicos que presidían el rito guerrero (véase el discurso de Enrique V Plantagenet previo a la batalla de Azincour en el drama de Shakespeare)
Así, el Kona mapuche, en el trance extremo de imitar la conducta del Pangue (puma), proclamaba solemnemente su firme decisión de no dejar de ser humano ( compara con la guerra de aniquilamiento total practicada en la era industrial). eso explicaría porque las banderas que Lautaro y otros grandes toquis llevaban a la cabeza de su batallón ostentaban al centro a Guñelfe, la estrella de la mañana (el Lucero), divinidad astral asociada a la "iluminación" que después pasó a ocupar el centro del paño azul de nuestra bandera chilena según la explícita declaración de Don Bernardo O'Higgins.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio