miércoles, 6 de julio de 2011

magia renacentista y mentalismo de espectáculo

LA MAGIA, existe desde que el mundo es mundo. Es la delgada línea que separa la realidad y la ficción. Por eso nos atrae. LA MAGIA es el equivalente al fuego en el principio de los tiempos. Se podría afirmar que un ser humano intentó maravillar y sorprender a otros. La magia ha formado parte de la vida del hombre desde el principio de su existencia de alguna forma u otra. En resumen podríamos decir que el hombre ha tratado desde el principio de los tiempos provocar la admiración y el temor con los fines más diversos y en ese aspecto la magia ha ocupado un papel protagonista. 
Los primeros textos y grabados nos demuestran la existencia de brujos y magos que usaban la magia para lograr dominar y someter a sus semejantes, como vehículo de poder, causando el miedo. Utilizaban sus habilidades para el engaño, aprovechándose de la ignorancia y la pobreza. 

En la edad media es cuando comienzan a recorrer ciudades un gran número de actores ambulantes que unidos a juglares y titiriteros presentan números en que mezclan canciones satíricas, fábulas, acrobacias y magia de apariciones y escamoteos. Estos grupos sentarían las bases de lo que posteriormente sería el circo. 
En el renacimiento encontramos documentos en que se reflejan actuaciones al aire libre donde carteristas, buhoneros y sacamuelas encontraban en la magia la excusa perfecta para cubrir sus actividades reales. 

Es a partir del S. XVII, donde encontramos los primeros testimonios de magia profesional enfocada a la distracción del público. 
A mediados del S. XIX, de la mano del nacimiento del teatro de Variedades se empieza a sustituir la entrada libre en los espectáculos por el cobro de entrada. En esta etapa lamagia, juega un papel muy importante ya que desde entonces hasta hace poco se han relacionado las variedades con la magia. Desde ese momento los magos ya no son charlatanes de feria si no artistas y profesionales que cobran por entretener y divertir al público. 

No obstante la verdadera revolución de la magia utilizada para divertir, provocar admiración mediante efectos inexplicables se le atribuye claramente al artista francés Robert Houdin. 
Robert Houdin aporta a la puesta en escena como modernidad el uso del traje negro y elegante, los elementos que el público no pudiera examinar. Robert Houdin es el precursor de la escuela francesa. 

En Estados Unidos como resultado de la influencia europea, destacan ilusionistas como Harry Houdini, el mago del escapismo.... 
LA MAGIA ha evolucionado hasta nuestros días alimentándose de ella misma. En los 90 se asisten a funciones de magia espectaculares en las que el ilusionismo alcanza niveles insospechados. David Copperfield es uno de los nombres más conocidos de esta época.


Durante los siglos xv y XVI, la magia disfrutó de un renovado respeto, debido al surgimiento de la magia natural, que no necesitaba de ayuda alguna por parte de demonios o seres sobrenaturales. La magia natural vino a ser una especie de ciencia en su momento, y se basaba en la creencia de que todo lo existente en la naturaleza (personas, plantas, animales, rocas y minerales) rebosa de fuerzas poderosas, pero ocultas, denominadas «virtudes ocultas». 


Por ejemplo, se creía que las piedras preciosas poseían el poder de curar la enfermedad, influir en el humor e incluso dar buena suerte. Las hierbas poseían virtudes ocultas que podían facilitar la curación, a veces con sólo colgarlas encima del lecho del paciente. Incluso los colores y los números tenían poderes escondidos. Es más, todos los elementos de la naturaleza estaban conectados unos a otros de forma significativa, aunque oculta también. Los magos naturales, entre los cuales también había médicos, se plantearon el reto de desvelar dichas fuerzas y conexiones, y usarlas de manera beneficiosa.


Pero llegar a ser un buen mago natural no era tarea fácil; requería investigación, estudio y observación minuciosa de la naturaleza. A veces la «virtud oculta» de una sustancia se manifestaba en su aspecto. Por ejemplo, la hierba scorpio (denominada así por su parecido con un escorpión) demostró ser un remedio eficaz contra las mordeduras de serpiente. Y se creía que las plantas que se parecen a determinados animales compartían cualidades similares. 


Pero para el dominio de la magia natural era especialmente importante el estudio de la astrología, dado que se pensaba que muchas de las relaciones y propiedades ocultas en la naturaleza emanaban directamente de los planetas y las estrellas. La esmeralda, el cobre y el color verde, por ejemplo, compartían una serie de cualidades derivadas del planeta Venus. 


Sabiendo esto, el mago natural era capaz de usar dichos elementos en combinación, cuando se proponía afectar las áreas de la vida «gobernadas» por Venus, como la salud, la belleza y el amor. Se podía conseguir el efecto opuesto usando plomo, ónix y el color negro, ya que ios gobernaba Saturno y se asociaban con la muerte y el abatimiento.


 Además, el practicante tenía que tener conocimientos amplios sobre anatomía y herbología, ya que uno de los objetivos más importantes de la magia natural era el de curar enfermedades, y una dolencia causada por la influencia de un planeta podía llegar a curarse con una hierba que estuviera regida por ese mismo planeta o, en algunos casos, por su contrario. 


El mago natural era una especie de brujo del mundo natural y un maestro de las combinaciones; mezclaba, emparejaba y explotaba las propiedades ocultas de la naturaleza para lograr resultados milagrosos y beneficiosos.
Si en los siglos IX y X, una persona respetable habría evitado cualquier contacto con la magia, durante el Renacimiento la magia natural era considerada un campo apropiado para el estudio por parte de intelectuales, médicos, religiosos y cualquiera que tuviera curiosidad científica.







Durante los siglos xv y XVI, la magia disfrutó de un renovado respeto, debido al surgimiento de la magia natural, que no necesitaba de ayuda alguna por parte de demonios o seres sobrenaturales. La magia natural vino a ser una especie de ciencia en su momento, y se basaba en la creencia de que todo lo existente en la naturaleza (personas, plantas, animales, rocas y minerales) rebosa de fuerzas poderosas, pero ocultas, denominadas «virtudes ocultas». 


Por ejemplo, se creía que las piedras preciosas poseían el poder de curar la enfermedad, influir en el humor e incluso dar buena suerte. Las hierbas poseían virtudes ocultas que podían facilitar la curación, a veces con sólo colgarlas encima del lecho del paciente. Incluso los colores y los números tenían poderes escondidos. Es más, todos los elementos de la naturaleza estaban conectados unos a otros de forma significativa, aunque oculta también. Los magos naturales, entre los cuales también había médicos, se plantearon el reto de desvelar dichas fuerzas y conexiones, y usarlas de manera beneficiosa.
Pero llegar a ser un buen mago natural no era tarea fácil; requería investigación, estudio y observación minuciosa de la naturaleza. A veces la «virtud oculta» de una sustancia se manifestaba en su aspecto. Por ejemplo, la hierba scorpio (denominada así por su parecido con un escorpión) demostró ser un remedio eficaz contra las mordeduras de serpiente. Y se creía que las plantas que se parecen a determinados animales compartían cualidades similares. Pero para el dominio de la magia natural era especialmente importante el estudio de la astrología, dado que se pensaba que muchas de las relaciones y propiedades ocultas en la naturaleza emanaban directamente de los planetas y las estrellas. 




La esmeralda, el cobre y el color verde, por ejemplo, compartían una serie de cualidades derivadas del planeta Venus. Sabiendo esto, el mago natural era capaz de usar dichos elementos en combinación, cuando se proponía afectar las áreas de la vida «gobernadas» por Venus, como la salud, la belleza y el amor. Se podía conseguir el efecto opuesto usando plomo, ónix y el color negro, ya que ios gobernaba Saturno y se asociaban con la muerte y el abatimiento. Además, el practicante tenía que tener conocimientos amplios sobre anatomía y herbología, ya que uno de los objetivos más importantes de la magia natural era el de curar enfermedades, y una dolencia causada por la influencia de un planeta podía llegar a curarse con una hierba que estuviera regida por ese mismo planeta o, en algunos casos, por su contrario. 


El mago natural era una especie de brujo del mundo natural y un maestro de las combinaciones; mezclaba, emparejaba y explotaba las propiedades ocultas de la naturaleza para lograr resultados milagrosos y beneficiosos.
Si en los siglos IX y X, una persona respetable habría evitado cualquier contacto con la magia, durante el Renacimiento la magia natural era considerada un campo apropiado para el estudio por parte de intelectuales, médicos, religiosos y cualquiera que tuviera curiosidad científica.



Qué es la magia

Básicamente podemos definir a este antiguo arte como un conjunto de teorías místicas y prácticas rituales que sólo adquieren sentido a la luz de una cosmovisión que postula otra idea e imagen del mundo y del ser humano.
El primer postulado del pensamiento mágico sostiene qu el mundo es una unidad viviente e interconectada, articulado en distintos niveles que configuran una jerarquía de planos cómicos. Básicamente, este es el mismo principio que postula el holismo científico del siglo XX.
El origen de este concepto del mundo, se remonta a los textos herméticos de la fase tardía del Imperio Romano en lo que se refiere a la magia occidental, los textos proveniente de los primeros siglos de nuestra era, recopilados en obras como el Corpus Hermeticum, constituyen la piedra angular de la cosmovisión mágica occidental, eriquecida con un sincretismo que también recogió el legado de la Cábala hebraica, la Gnosis judía, la teúrgia egipcia y la filosofía dualista de Platón, sobre todo a través de los neoplatónicos, como Proclo, Arístarco de Atenas y Jamblico, que mostraron en sus escritos el respeto y la credulidad que les merecía la teúrgia egipcia y sus fórmulas mágicas, posteriormente se integraron en este sistema sincrético la alquimia europea, la Gnosis, el misticismo cristiano de los primeros siglos de nuestra era y el sincretismo entre la cultura pagana europea autóctona y el cristianismo herético medieval; pasando a formar una parte fundamental de la cultura hermética.






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