sábado, 5 de abril de 2008


Mi nombre es Amador Bueno Jentill, y uno de los momentos más inspiradores de mi vida tuvo lugar durante un período de tres meses cuidando a un anciano llamado Sten, que tenía una enfermedad desvastadora. Estaba a mi cargo , en mi primer trabajo en Estocolmo.

Cuando Sten estaba en las últimas etapas de la enfermedad, yo me dediqué a sentarme junto a su lecho ayudándole a escribir su historia personal. Volvía a casa de aquellas difíciles sesiones casi transfigurado por la emoción y admiración que sentía por el valor de Sten, y su deseo de escribir mensajes especiales para su hijo, que debía darle en distintas etapas de su vida.

Sten tomaba la menor catidad de analgésicos posibles debido a lo que tenía pleno acceso a sus facultades mentales y emocionales. Entonces susurraba a un grabador o directamente a mi , mientras tomaba notas. Sten era tan valiente y estaba tan preocupado por los demás, que se transformó en una enorme fuente de inspiración para muchas personas que lo rodeaban.

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