sábado, 10 de mayo de 2008


¡¡Media noche en punto!! Una jornada más en la construcción del Templo.

El Maestro Hiram se recostó bajo el frescor del Ébano para ese tan merecido descanso. Fue ahí que subiendo en su dirección, se aproximó su Maestro Constructor predilecto, quien le dijo:
Maestro: Maestro Hiram, le voy a contar lo que andan diciendo del Segundo Maestro Constructor.

Hiram con su infinita sabiduría respondió:


Hiram: Calma, mi Maestro predilecto; antes de contarme algo que pueda tener relevancia, ya hiciste pasar la información por los "tres filtros de la Sabiduría"?
M: ¿Filtros de la Sabiduría? ¡Jamás me fueron transmitidos!, respondió el predilecto.
H: No te los enseñé, porque no había llegado el momento. Sin embargo, escúchame con atención. Todo cuanto te digan de alguien, pásalo por los tres filtros de la sabiduría. En el Primero, que es la de la VERDAD, yo te pregunto: ¿Tienes certeza de que lo que te contaron es realmente cierto?
Medio desorientado el Maestro respondió:
M: Bueno, no tengo certeza realmente, sólo sé que me lo contaron.
Hiram continuó:
H: Entonces, si no tienes certeza, la información se escurrió por los hilos del primer filtro y ahora reposa en el segundo, que es el filtro de la BONDAD. Yo te pregunto: ¿Es alguna cosa que te gustaría, dijesen de ti?
M: De manera alguna Maestro Hiram. ¡Claro que no!
H: Entonces tu historia acaba de pasar por los hilos de la segunda reja y cayó en las cruzetas de la tercera y última; y te hago la verdadera pregunta: ¿Encuentras necesario hacer inquietar a tu Hermano y Compañero con esta historia sobre él mismo?
M: Realmente Maestro Hiram, pensando con la LUZ de la razón, no hay necesidad.
H: Entonces la historia acaba de filtrarse por los hilos de la tercera reja, la NECESIDAD, perdiéndose en la inmensa tierra. Nada sobró para contar.
M: Entendí al poderoso Maestro Hiram. De ahora en adelante, solamente buenas palabras tendrán lugar y camino en mi boca.
H: Ahora eres un Maestro. Vuelve a tu pueblo y construye tus Templos, pues ya has terminado tu aprendizaje.
Y recuerda siempre: las abejas, las Grandes Constructoras del Arquitecto del Universo, en las inmundicias de los charcos, buscan apenas flores para sus laboriosas obras, sin embargo las asquerosas moscas, buscan en los cuerpos enfermos, las llagas y las heridas para mantenerse vivas.

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