Hermann Hesse
Escribir «El Juego de Abalorios» le llevó casi once años de trabajo. Es su última novela importante, para algunos su obra de mayor profundidad. Fué publicada en 1943. El relato se sitúa en el año 2400, en un momento catastrófico de la cultura occidental, de materialismo, guerras, ansiedad, dolor. Es tan grande la decadencia espiritual existente que se forma una provincia llamada Castalia, donde podrán mantenerse estos valores y desarrollar la música, la filosofia, las artes, entre personas que vivirán sólo para eso. Se relata la vida de Joseph Knetch (knetch significa siervo), que ingresa desde niño a esta comunidad y llega
a ser Maestro del Juego de Abalorios, (Magister Ludi).
Describir el juego de Abalorios no es posible, sólo se nos dan algunas ideas sobre éste. Se trata de una actividad que busca la unión y relaciones, y su posibilidad de intercambio y juego entre los diferentes aspectos del conocimiento espiritual humano. Es un anhelo de totalidad y simultaneidad entre el arte, la filosofia y la vida. Un ejemplo podría ser las relaciones e intercambios posibles entre una música de Bach, las variaciones del latín entre el siglo XIII y XV, y la pinturas de Giotto. Knetch hace un largo recorrido en esta comunidad espiritual, conoce sus problemas, propone cambios. Es influido por un monje benedictino,
el Pater Jacobus, en su visión del mundo y de Castalia. Luego de llegar a ocupar el rol más importante y representativo de este lugar, en un acto aparentemente paradójico, por una crisis interna se retira para
vivir una vida personal e individual y muere, inesperadamente, al nadar en un lago.
Etiquetas: el juego de los abolarios
1 comentarios:
Giordano Bruno a la hora de tirar del pedestal las concepciones ptolemáicas....
Nació en 1.548, en Nola (Italia).
Plantó cara a la ignorancia, al dogma y a la corrupción. De una inteligencia extraordinaria, era un hombre profundamente racional que comprendía lo que estaba haciendo y afrontó una muerte terrible sin dejarse doblegar. No puedo imaginar semejante coraje, semejante voluntad y semejante intensidad de dedicación.
Fué dominico y muy joven tuvo que salir zumbando. Tuvo acceso a todos los clásicos disponibles en su momento. Los leyó, los analizó y sacó sus propias conclusiones. Por supuesto también leyó libros prohibidos (Corpus Herméticum, por ejemplo.)
Fué un genio en el desarrollo del "Arte de la Memoria" (su capacidad originó mas de una envidia en algún que otro potentado). ¿Os imagináis que sería de nosotros hoy en día si no dispusiéramos de nuestras agendas electrónicas, si no pudiésemos tomar notas, apuntes o post-it y, en definitiva, si dependiéramos únicamente de la información que "somos capaces" de almacenar en nuestra memoria?.
Pero el Arte de la Memoria para Bruno era mucho más, no se trataba solo de "información" sino tambien de "comprensión". Se trataba de "organizar" mentalmente los conceptos de modo que todo, absolutamente todo, estuviera debidamente definido y correlacionado. No es tan sencillo y no solo por volumen. Clasificar las cosas pase, pero ¿y los conceptos abstractos, los sentimientos: virtud, miedo, ira, odio...? ¿Cómo relacionar estos conceptos con otros? Evidentemente, el buen fin de esta obra camaleónica dependía, en parte, del conocimiento que uno tuviera de sí mismo y de su capacidad. Para mejorar la manejabilidad de esta información, Bruno visualizaba símbolos.
El Rey de Francia le atrajo a su Corte con el fin de que Bruno le enseñara el Arte..... pero claro, una cosa es querer y otra poder....
Se dice que fué espía en la Corte Inglesa, en cualquier caso su modo de pensar influyó en las altas esferas y por ejemplo Shakespeare sacó partido de sus técnicas.
Bruno hablaba varios idiomas: francés, inglés alemán, latín... y escribió varios libros, la mayoría en forma de conversaciones, en los que cada personaje adopta una actitud (el ignorante, el maestro, el alumno interesado, etc.) y mediante el diálogo "razonado" (Bruno siempre asumía la identidad de uno de los personajes), se sacaban las conclusiones oportunas.
En "La expulsión de la Bestia Triunfante", se concluyen las razones por las que las religiones (partícularmente la católica), no son útiles para las personas pués coartan su libertad de pensamiento y por lo tanto el desarrollo del intelecto. Conste que esto lo decía Bruno y para muestra, un botón.
Escribió "El infinito, el Universo y los Mundos", "La Cena de las cenizas" y otras.
Fué traicionado por un "amigo" que le buscó una encerrona con la Inquisición. Lo normal en estos casos era ser encerrado, juzgado y ejecutado. Bruno fué detenido y juzgado. No se le trasladó a una prisión cualquiera, sino que fué encerrado en los calabozos de la Inquisición en Roma, los más temidos y que eran reservados para los peores herejes. Allí estuvo 7 años y no, precisamente, olvidado en un rincón. Cuando se dirigía hacia la hoguera le increpaban para que se arrepintiera. Nunca se retractó.
Fué el único mártir por la libertad de pensamiento. Sus libros fueron confiscados por el Vaticano y hasta 1.947 no vieron la luz. Hoy cuesta encontrarlos.
Solo otra muestra de lo que era Bruno, que no me quiero extender, aunque podría dar unas cuantas más:
El Cálculo es la técnica matemática más importante. Los científicos utilizan la notación de Leibniz en lugar de la de Newton por que la de Leibniz fué concebida para facilitar la comunicación y poder ser utilizada de la manera más eficiente posible. Y ello fué así porque Leibniz empleó como base la tradición de la mejora de la memoria mediante símbolos tal como la había enseñado Bruno.
!En fin! Giordano Bruno..... una vocecilla...
Un saludo a todos.
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