martes, 2 de diciembre de 2008

Ayer por la tarde dimos un seminario gratuito en La Escuela de Inversión (Tiempo de crisis - tiempo de cambios), y uno de los participantes ideó esta palabra: anticangrejo (gracias Aitor).

Había un entorno muy desenfadado y participativo y la verdad es que me reí mucho y creo que todos pasamos un rato muy agradable.

La palabreja me hizo mucha gracia: si las personas que actúan como cangrejos son aquellas que te tiran hacia abajo cuando quieres intentar cosas nuevas, que te dificultan el éxito con sus comentarios sarcásticos y su falta de confianza en tus posibilidades, o que simplemente te tientan con propuestas que van en contra de tus objetivos, los anticangrejo pueden ser todos aquellos que tiran de ti hacia arriba, que te echan una mano, que te apoyan, que te inspiran, te dan ideas y comparten su experiencia.

En mi vida han habido varios anticangrejos muy importantes. A ellos les debo mi éxito. Sin sus palabras de aliento, sin su generosidad, sin su sonrisa, sus abrazos y sus comentarios constructivos nada hubiese sido lo mismo.

¿Tienes ya un equipo de anticangrejos? Si no es así ya tardas.

Yo tengo muchos anticangejos a los que nunca he conocido... no personalmente. Los conozco a través de lo que han dejado escrito en sus libros. Cuando leo sus palabras es como si estuvieran dirigidas a mi. Imagino que tengo una charla con el autor y que juntos debatimos sus argumentos.

¿Ya eres el anticangrejo de alguien? Seguro que puedes apoyar a otros a conseguir lo que es importante para ellos, con tus palabras de ánimo, con tu crítica constructiva, haciéndoles notar otras posibilidades, señalando otras opciones, alentando, inspirando, aplaudiendo,...

Para mi no es un dar para recibir, sino más bien un dar por dar.

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