domingo, 10 de mayo de 2009

Hasta ahora se desconoce si está asociada a algún gen:
Hombre Google ayuda a revelar los misterios de la memoria

Aunque desprestigiadas por ciertas corrientes educativas, la memoria y la memorización resultan imprescindibles para la vida humana. Tanto en lo cotidiano y lo profesional como en el desarrollo de las más altas expresiones del arte. La pérdida paulatina de la capacidad de las personas de retener información es inevitable, pero existen formas para retardar este fenómeno.

Luis Goycoolea U.

El italiano Gianni Golfera (30 años) tiene una memoria extraordinaria. Es capaz de recordar y recitar más de cien nombres que le han enumerado una sola vez. Recuerda su primer vuelo a los seis años (ver entrevista); incluso puede transcribir la conversación completa entre el piloto (su padre) y la torre de control. A los doce, tradujo del latín los tratados de Giordano Bruno (1548-1600) sobre la memoria, para elaborar su propia tesis al respecto.

Hoy el "hombre google", uno de los tantos apodos que tiene Gianni Golfera, es estudiado por científicos de todo el mundo para descubrir cuál es la molécula o el gen que tiene que ver con la memoria y que permite al hombre registrar información y retenerla. Algunos investigadores afirman que en su ADN podría esconderse el secreto de la molécula de la memoria, ya que su abuelo y su padre poseen también cualidades sorprendentes. El primero se conoce de memoria los poemas de Ludovico Ariosto (1474-1533) y de Francesco Petrarca (1304-1374), mientras que su padre, el piloto, vuela sin un mapa de rutas ya que los tiene en su cabeza.

Aunque no se sabe con certeza qué es lo que esperan descubrir, cualquier avance en esta área tendría múltiples ramificaciones, ya sea para tratar enfermedades como el Alzheimer o para curar la pérdida de memoria por distintas patologías. Pero sin duda lo que más interesa saber es cómo frenar la pérdida natural de memoria, aquella que aqueja a todos en algún momento de la vida y que algunos culpan a la sociedad de la información, a internet, a la tecnología (calculadoras, celulares, agendas electrónicas) y a la constante exposición invasiva de información.

Google y la tontera

La revista "The Atlantic Monthley" generó un airado debate en Estados Unidos luego que en su último número titulara su portada con el artículo "¿Está Google haciéndonos tontos?".

El tema tiene antecedentes históricos. En la obra "Phaedrus" de Platón, Sócrates lamentaba el desarrollo de la escritura ya que temía que las personas dependieran de la palabra escrita en sustituto del conocimiento que llevaban en sus cabezas y "dejarían de ejercer su memoria y olvidarían".

Según Sue Halpern, autora del libro "Can't remember what I forgot: The good news from the front lines of memory research" (No recuerdo lo que olvidé: las buenas noticias desde la frontera de investigación de la memoria, Harmony 2008), es difícil comprobar si estamos perdiendo más memoria hoy que antes por culpa de internet y el exceso de información "ya que no se puede medir científicamente".

"Lo que sí sospecho que estamos tan distraídos por la cantidad de información que recibimos que no tenemos el momento de procesarla. Creo que la mejor analogía que demuestra esto es imaginarse en una fiesta, con muchas personas, y éstas hablando con una persona en específico, pero también estás mirando sobre el hombro de la persona para ver quién está entrando a la fiesta, por lo que no estás poniendo atención en la conversación. Eso es lo que estamos viviendo hoy en la sociedad; todos quieren ver qué otra cosa interesante va a pasar", agrega.

Lo que la ciencia sí ha podido acreditar es que el hombre pierde su capacidad de retener información por dos razones: la vejez y la falta de uso de la memoria.

"Es un proceso inevitable y es normal que la memoria vaya declinando al envejecer, porque no se producen nuevas neuronas o, en el mejor de los casos, disminuye su producción", dice Susan Halpern.

El segundo factor tiene que ver con que la memoria es flexible. Si se deja de usar, se va perdiendo, y si se ejercita, es reforzada. Según el neuropsiquiatra del Hospital José Joaquín Aguirre Archibaldo Donoso el cerebro es muy plástico y si uno no lo está usando, se va perdiendo la sinapsis para transmitir impulsos entre las neuronas. "Esto explica por qué cuando uno estudia una cosa, que luego la deja de lado, se va borrando de nuestra memoria", agrega.

Claves: ejercicio y amor

Pero hay esperanzas para revertir ambos factores o, al menos, disminuir su avance inexorable.

"Se han realizado investigaciones increíbles que demuestran que es posible producir nuevas neuronas que luego conectan y producen nuevas sinapsis. Y la forma como sucede eso es a través del ejercicio", dice la investigadora Sue Halpern.

Las personas sedentarias que luego comienzan a hacer ejercicio no sólo generan nuevas neuronas, sino que comienzan a mejorar sustancialmente sus capacidades de retención de datos. "La mejor droga hoy en el mercado es un par de zapatillas. El ejercicio promueve el surgimiento de nuevas neuronas en todas las partes del hipocampo (estructura vital del cerebro para la formación de nueva memoria)", agrega Halpern.

Otro estímulo necesario para provocar el uso de la "memoria flexible" es por medio de la motivación y la atención del sujeto. "Cuando algo nos motiva o interesa se facilita el proceso de memorizar. Por eso hay personas que pueden retener grandes volúmenes de información, porque les motiva y lo ejercitan", dice el doctor Donoso.

Un caso palpable de cómo la motivación y la atención refuerzan la memoria se ve en el teatro. Magdalena Amenábar, soprano y profesora de voz de la Escuela de Teatro de la Universidad Católica, es categórica: "La memoria es vital en el teatro y los alumnos memorizan con facilidad cuando entienden y aman. Cuando lo que están diciendo les importa y lo sienten, entonces memorizan".

Tal vez ésa es la vía para retomar la ejercitación de la memoria, que se pierde en colegios donde hasta memorizar un poema parece algo sin sentido.

Gianni Golfera: "¿Por qué todos recordamos el primer beso, el nacimiento de un hijo o dónde estábamos el 11 de septiembre de 2001?".

Lo que más interesa saber es cómo frenar la pérdida natural de memoria, aquella que aqueja a todos en algún momento de la vida.

Gianni Golfera:

El secreto es el "factor emocional"

Gianni Golfera era un niño normal, curioso y de desempeño regular en el colegio. Una imagen muy lejana al apodo con que la ciencia lo bautizó: "el hombre con más memoria en el mundo".

¿El origen de esta transformación? Cuando cumplió doce años, un amigo de la familia le regaló el libro "De Umbris Idearum", del filósofo italiano Giordano Bruno (1548-1600). Hoy, Golfera tiene dos libros a su haber ("Más memoria" y "La memoria emotiva") y un instituto en Milán donde enseña el "método Golfera". Su objetivo es entregar estrategias para mejorar la memoria. En conversación con "El Mercurio", Golfera entregó algunos de sus secretos.

-¿Cuál es su recuerdo más temprano?

-Cuando tenía 8 meses: mis padres me llevaron en avión. Mi abuelo era un piloto en la Segunda Guerra Mundial, y mi padre también (murió el año pasado mientras intentaba apagar un incendio trabajando por la Protección Civil Italiana).

-La ciencia lo está investigando para saber cómo logra esa capacidad de memoria...

-Hasta ahora, lo único que ha concluido la ciencia es que no hay ningún don especial, ningún ADN con un gen particular, es simplemente el método que uso y enseño. Ese es el secreto para memorizar.

-¿Y cuál es ese secreto?

-El secreto más importante es el factor emocional. ¿Por qué todos recordamos el primer beso, el nacimiento de un hijo o dónde estábamos el 11 de septiembre de 2001? En eso está el secreto, lo que se hace es relacionar las cosas que queremos recordar a emociones.

-En la era Google, ¿qué valor tiene la memoria?

-En la era de la información fácil, lo más importante es seleccionar lo que se necesita, y descartar lo que no tiene utilidad: para eso, la memoria es fundamental, y una buena capacidad de memorizar nos trae ventajas enormes. La memoria es un recurso que no se puede delegar.

-¿Qué técnicas o ejercicios son esenciales para que las personas puedan mejorar su memoria diaria?

-Se puede hacer una lista de 10 consejos: relacionar lo que queremos memorizar a cosas conocidas; pensar a través de imágenes mentales; relacionar las imágenes una con otra; pensar las imágenes animadas; hacerlas exageradas e inusitadas; servirse de las emociones; tener el deseo de recordar; planear el estudio; dormir bien y regular; estudiar por la mañana, cuando la mente es lúcida, y no por la tarde.

-¿Qué grandes memorias admira?

-Ciro, rey de Persia, conocía todas las leyes; Mitridate Eupatore, sabía 22 idiomas; Simonide de Ceo, inventor de la mnemotécnica; Metrodoro, que recordaba todo lo que había escuchado una sola vez; luego, Cicerone, Giordano Bruno, Pico della Mirandola, Pietro de Ravenna (Pietro Tomai).Y Napoleón: tenía una memoria prodigiosa que le permitió ganar numerosas batallas. En la era moderna, el que más admiro es Solomon Shereshevskii (1886-1958), estudiado por el psicólogo Aleksandr R. Luria ("The Mind of a Mnemonist", 1968).

-¿Qué importancia tiene para usted el olvido?

-No es importante. Lo que sí es necesario es que hay que reemplazar los recuerdos malos con recuerdos nuevos y buenos que se tengan: se puede hacer, es simplemente pensar positivo.

-Gianni, ¿su técnica es infalible?

-Es infalible cuando es aplicada con método, con inteligencia y con fantasía: es falible cuando no se usa.

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