Entre las muchas estructuras que existen para construir un storytelling efectivo, existe una construida por Werner Fuchs, experto en neuromarketing. Aunque parte de sus interpretaciones neurológicas no necesariamente comparto, a la luz de los estudios realizados por Dalmasio.
La estructura es la siguiente:
Tema primordial: la historia debe hablar sobre estos: temas habla sobre vida y muerte, llegada y partida, amor y odio, bien y mal, seguridad y miedo, verdad y mentira, fuerza y debilidad, lealtad y engaño, sabiduría y necedad, esperanza y desesperación.
La fuerza de la huella: las historias pueden apelar a eventos de nuestras vidas que nos marcaron, hay sucesos de la niñez, adolescencia y juventud que son parte del patrón común del crecimiento. Tenemos que encontrar y contar historias similares de nuestra niñez, adolescencia y/o juventud.
Los puntos de anclaje: El relato debe encontrarse vinculado a alguno de los grandes compendios de historias, como la Biblia, los cuentos o los refranes, donde podemos evocar otras historias o legitimidades sociales que sean reconocidas por la audiencia a la que va dirigida.
Estructura: el relato requiere tener alguna curva de tensión identificable; un viaje de aventuras, una marcha épica, la construcción de un futuro, etc. Es claro el comienzo, comprensible el desarrollo y un fin determinado.
Héroe: La historia impone generalmente el tener un héroe claro o un conjunto de héroes. Las personas que son la audiencia necesitan proyectarse en el héroe. El héroe de esa forma da sentido para la audiencia.
Adversario: todo relato enfrenta perturbaciones que juegan en contra de la estructura y/o el héroe, por lo que es necesario identificar claramente al adversario y las amenazas que representa.
Escudero: las historias de héroes solitarios ya no seducen a la audiencia, actualmente un héroe acompañados de otros que complementen las acciones del héroe y que también muestren contrastes en estilo y carácter, son mucho más aceptados y permiten identificarse de diferentes maneras con el liderazgo del héroe pero con más de un estilo y personalidad.
Aplazamiento: el relato debe tener ritmos claros, en el desarrollo de la historia e veces hacemos una interrupción que significa un aplazamiento. La emoción a producir en la audiencia es clave para definir cuando hacer o no un freno.
Adornos: la historia para ser real hacia la audiencia requiere mostrar y mostrar algunos detalles, así aumenta la autenticidad, dan certidumbre al escenario. Revela detalles que permiten entender mejor el relato.
Fin: El relato requiere tener un fin totalmente conectado con el principio de la historia, pero debe permitir que la audiencia se identifique y se sienta, pero además les permite recrear su propia historia.
Etiquetas: storytelling
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