sábado, 14 de agosto de 2010

ANTÓNIO DAMÁSIO, NEUROBIÓLOGO

"Sanarás tu cuerpo desde tu cerebro"


Mi edad no tiene importancia. Nací en Lisboa (Portugal) y vivo en Estados Unidos. Soy neurólogo, director del Instituto del Cerebro y la Creatividad de la Universidad del Sur de California. Estoy casado con Hanna, neurocientífica como yo, con la que trabajo. No tenemos hijos. ¿Ideas políticas? ¿Creencias religiosas? ¡Eso son asuntos privados!


VÍCTOR-M. AMELA - 28/03/2006


- ¿Pensamos también con los pies?

- Ja, ja..., ¡sí, porque pensamos con todo nuestro cuerpo, con todo nuestro ser!

- ¿Qué diría Descartes si estuviese oyéndonos?

- Descartes separó mente y cuerpo, un error que nos ha confundido hasta hoy. Pensar no es una función cerebral aislada.

- ¿En qué sentido nos ha confundido y perjudicado el modelo cartesiano?

- Hemos puesto el énfasis en el proceso cognitivo y hemos marginado las emociones, ¡que son decisivas! Por eso hoy estudio la neurobiología de emociones y sentimientos.

- ¿Por qué es tan decisiva la emoción?

- ¡Porque la mayor parte de nuestra inteligencia se funda en las emociones! Tomamos decisiones basándonos en emociones. Y sin emociones no podríamos comunicarnos.

- ¿Qué me pasaría si me fuese extirpada toda capacidad de emoción?

- Que no podría tomar decisiones, así que no estaría aquí haciéndome estas preguntas y queriendo saber estas cosas... Tendría un comportamiento inadecuado en lo personal y en lo social.

- Así las cosas, ¿soy humano por tener emociones más que por tener pensamientos?

- Somos humanos por tener emociones que entretejen y canalizan nuestros pensamientos. Por eso hoy proclamo ¡siento, luego soy!:es un modelo más exacto y previo al modelo ¡pienso, luego soy! propuesto por Descartes.

- Entonces, ¿cuál es la diferencia entre una emoción y una idea?

- Una emoción es un cambio que se produce en tu cuerpo y en tu cerebro. Y un sentimiento es la idea que tienes de ese cambio. ¡Una idea, pues, es una representación! La representación de una emoción.

- ¿Incluida la idea de mí mismo?

- Sí.

- Entonces..., ¡soy una representación!

- Sí.

- Vaya...

- El sí mismo es una representación basada en el cuerpo y en la información que recibes, lo que precipita en un sentimiento de lo que ocurre.

- Qué viaje de la neurología a la filosofía...

- La filosofía prefiguró la ciencia... Y ya vemos que no cabe separar cuerpo y mente.

- ¿Cómo define usted la mente?

- La mente es el producto de la actividad del cerebro, siendo el cerebro parte de un sistema biológico con el cuerpo. Y por eso la mente es también un producto del cuerpo.

- Entendido: el cerebro es también cuerpo y el cuerpo es también cerebro.

- Un sistema, sí: el organismo nutre de señales al cerebro, que se forma una imagen del organismo para regularlo e influirlo.

- ¿Una imagen?

- Sí, el cerebro tiene esa capacidad: la de simular el cuerpo, el organismo entero.

- ¿Simular? ¿Qué quiere decir eso?

- Que el cerebro es como un computador central capaz de simular estados corporales. Así, muchos sentimientos son eso: simulación de estados corporales.

- Un ejemplo.

- Si yo veo a otro sufrir, ¡mi cerebro tiene la capacidad de simular ese sufrimiento en mí, de recrearlo! Y he ahí un sentimiento.

- ¿Y si veo a otro muy alegre?

- Lo mismo. Yo entiendo al otro porque mi cerebro recrea sensaciones del otro. ¡Y es por eso por lo que podemos comunicarnos!

- Pues si yo dominase bien ese mecanismo..., ¡podría sentirme siempre alegre!

- Lo propuso ya Spinoza: puedes usar tu cerebro para inducirte emociones benéficas.

- ¿La neurobiología explora ese territorio?

- Sí, porque así podrías llegar hasta a sanar tu cuerpo desde tu cerebro, trabajando la representación de los estados corporales.

- ¡Esto es una noticia extraordinaria!

- Corrigiendo esos procesos de representación, un día sanaremos también enfermedades de las emociones - depresiones, adicciones, estrés, sociopatías...- cuyos actuales tratamientos ¡nos parecerán mañana arcaicos!

- ¿Los médicos del futuro serán algo así como unos masajistas de la mente?

- Algo de eso: incluso en patologías cancerosas o infecciosas, el control del estado mental contribuirá a reducir los daños.

- ¿Está hablándome, en suma, de un manejo inteligente de nuestra imaginación?

- Lo prefiguró Spinoza: "La mente humana es la idea del cuerpo humano"... Imaginación es la capacidad de manipular imágenes mentales, sean de un simple objeto o de un complejo sistema religioso o sociopolítico. ¡Y proyectar la imaginación a un objetivo futuro es la mayor singularidad humana!

- Deme consejos para estimular mi mente.

- Le daré uno de oro: prodíguese goces intelectuales, ejercicios mentales que le resulten muy placenteros, como acceder a conocimientos nuevos, gozar de obras artísticas...

- La vida del espíritu, en suma... Y, oiga, ¿son las intuiciones una función mental más?

- En el sentido neurobiológico del que hablamos, por supuesto: la intuición es esa vía de conocimiento por la que podemos alcanzar una conclusión saltándonos etapas intermedias. Estoy estudiando esos procesos...

- ¿Poseemos capacidades cognitivas que aún no hemos sabido desplegar del todo?


- Es muy probable. Por eso ahora estoy enfrascado en el estudio de áreas aún poco exploradas, como las relativas a la creatividad.

- ¿Qué entiende por creatividad?

- La capacidad de inventar ideas nuevas, formas nuevas de hacer las cosas, ya sea en arte, en ciencia, en tecnología, en cultura o en organización social: ¡podríamos llegar a crear unos modos nuevos de relacionarnos, más armoniosos y más satisfactorios!

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