martes, 15 de diciembre de 2009


La belleza y lo ideal en el arte, quizá verdad, en el pensamiento de Giordano Bruno, es lo banal en la naturaleza que se desvanece de la siguiente manera.

Él, asegura que son tres los elementos de los principios de las cosas en el mundo: “Dios, la naturaleza y el arte” (Bruno, 1987:321) que, a su vez, recaen en tres efectos: “el divino, el natural y el artificial” (Bruno, 1987:321) Esta manera de concebir los principios está en íntima relación con lo ideal y lo real, idea y forma que Hegel plantea como, fundamental contenido en una obra de arte.

En Bruno, la idea pura es la que se hace, se transforma naturaleza, viniendo ésta idea pura de Dios. Para Hegel éste Dios –Idea; y la Naturaleza; cosificado en una ‘forma’ creada por el artista, se verá reflejado en lo ‘Ideal’, en el propio mostrarse del espíritu del creador de la obra de arte.

Qué es entonces, para Hegel, lo ideal. Partamos del enunciado: La obra de arte es la sensibilización del espíritu, es decir, el arte es encarnar una representación universal de lo espiritual. Por lo tanto, el arte sólo es producido por un acto humano, reiterando, ser producto del espíritu. Lo ideal entonces, es donde se ve la obra artística en su realización. Comienza siendo un mero concepto, visto como unidad de lo universal, de lo particular y de lo singular (siendo contradictorio en sí mismo) Luego, pasará a ser una idea que será la unidad de la subjetividad y la objetividad y, finalmente, esta unión dará como resultado lo ideal que será la realidad concreta de la idea en el cuerpo de una forma artística. Denotará movimiento en su interior, es decir, representará, idealmente, aquello no estático del espíritu del artista.

En analogía pues, con lo mencionado de Bruno, nos atrevemos a plantear que: El ‘concepto’, será el principio de toda creación artística (efecto primero, lo divino) la idea de Dios*. La ‘idea’, será la naturaleza como segundo principio, es decir, que en Hegel es lo que une lo subjetivo con lo objetivo (efecto segundo, el natural). Y, lo ‘ideal’ será en sí, la obra de arte realizada (tercer efecto, el artificial), el arte expuesto en lo que para Bruno más que un arte es un «método» ‘Arte y método de la memoria’ que da “el orden del mundo racional, que es a semejanza del natural –del que es su sombra-, que es imagen del divino –del que es su vestigio-”. (Bruno, 1987:323) Y este vestigio queda especificado en cada época, en el arte.


Lo anterior es, precisamente, porque en las creaciones artísticas, sin tapujos ni ataduras han sido expuestas a la vista de la historia, es decir, del devenir humano. En cada época se puede vislumbrar lo que fue del pasado mayormente expuesto en el arte. Así, por ejemplo, podemos dar cuenta de la expresión bella de los cuerpos griegos, alma y contemplación; del espíritu en dolor de las imágenes religiosas, etc. Para Bruno, el arte de la memoria es “Ilimitada en el espacio, es capaz de exhibir infinitas dimensiones. Ella es la posibilidad de todo cuanto existe…” (Bruno, 1987:283) Para Hegel, “en el arte la idea aparece en sí y para sí bajo una forma sensible, bella […] La verdad del arte reside en que en él aparece sensiblemente la idea” (Grave, 2002:80)

Etiquetas: ,

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio