lunes, 31 de marzo de 2014

Ritmos Binaurales

¿LAS DROGAS DIGITALES COLOCAN O NO COLOCAN?

Por Amira Asad 
Hace más o menos un mes un científico de los Emiratos Árabes Unidos creó alboroto en torno a la prohibición de algo llamado “ritmos binaurales”, a los cuales se refirió como “drogas digitales”. Estos “ritmos” son pistas de audio (porque llamarlo música sería demasiado extenso) que se pueden comprar en internet por menos de 16,95 dólares. Prohibir sonidos que alteran tu estado de ánimo ya me parece un poquito fuerte, una respuesta reaccionaria a algo que probablemente ni siquiera funciona. Aunque, ¿y si funcionase? ¿Y si esas pistas de audio realmente proporcionan algo parecido a un colocón?
Decidí que debía darles una oportunidad, así que me descargué cinco packs de diferentes “dosis” en formato MP3 desde I-Doser, un proveedor de estas drogas futuristas y fundecerebros. Según su página web, tienen distintos “equipos de música underground y expertos en música, programadores, gente que comprueba que funcione bien, gente que investiga y administradores”, y “cada pista de audio contiene ritmos binaurales avanzados que se sincronizan con tus ondas cerebrales”. ¡Caray!. Hay muchas y diferentes dosis disponibles: dosis sexuales, dosis de diseñador, dosis de deporte, realzadoras, dosis puras, y etc. etc. así que tuve que ser un poco selectiva. No quería nada que produjese una sensación de calma, puesto que eso lo podía conseguir escuchando un tema de meditación en YouTube y sentirme más cercana a Dios o algo así. Me pillé las versiones más nuevas de los packs “recreativos”, “recetados”, “ficticios”, “sagrados” y “celestiales”. Cada uno contenía 15 pistas de audio de un minuto de duración, y probé las que me pareció que sonaban mejor.
Simulaciones de recetas: Ambien (Zolpidem)
Las opciones de ese pack de dosis recetadas eran: XanaxAmbie (Zolpidem), Valium y Klono(Clonazepam). Me decidí por Ambie, que se supone que debe simular el efecto del Zolpidem. Creo que todo esto de las pistas de audio es una soberana gilipollez, pero ya me había decidido a intentarlo así que no quedaba más remedio. Me senté en mi habitación y me puse los cascos, le dí al play y cerré los ojos. Intenté meterme en un estado en plan zen y dejar que el ritmo se apoderase de mi mente. La pista empezó con un sonido mecánico, constante, pero que a veces se veía interrumpido por un tono estático. Después vino un tono un poco más suave, místico, más calmado, como la banda sonora de un cuento de hadas. Sinceramente, no sentí nada durante los dos primeros minutos. Abrí los ojos y los mantuve así durante los dos minutos siguientes de la sesión. Me pesaban un poco, pero me dije a mí misma que era psicológico, como un placebo. Fue entonces cuando me di cuenta de que esa movida podía ser real. Empezó a pesarme la cabeza más y más. Al final de la sesión mi cuerpo estaba como entumecido y sentía un cosquilleo. Empecé a mover los brazos para demostrarme a mí misma que esas sensaciones se debían a que había estado sentada en la misma posición durante 15 minutos. No ayudó en nada. Mi cerebro se encontraba totalmente vacío y cinco minutos más tarde todavía me sentía completamente sedada.
Así que supongo que funciona.
Simulaciones ficticias: Bloodthistle
Se supone que estas dosis ficticias se sincronizan con tus ondas cerebrales para simular dosis de tus películas, libros y juegos favoritos. Sea lo que sea lo que signifique eso. Escogí la dosis deBloodthistle porque me gustó el nombre. Cuando busqué lo que significaba resultó que Bloodthistlees un tipo de planta en World of Warcraft que se supone que incrementa tus “poderes de encantamiento”. Vale, eso mola, supongo. Como en la pista de Ambie, hubo algunos zumbidos y vibraciones, pero no era una pista somnífera. En la distancia podía oír truenos, campanas y agua que corría. Escuchar Bloodthistle me dio la sensación de estar persiguiendo a Jennifer Lawrence en Los Juegos del hambre: poderosa, con control y un poco mala. Sin embargo, no fue tan intensa como la pista Ambie.
Simulaciones celestiales: Ángel durmiente
El Ángel durmiente fue un buen modo de caer en un bajón. Me espatarré en la cama porque sentí que era lo apropiado para esta pista. La pista del Ángel durmiente era básicamente ruido blanco, estático, que iba cambiando de tono gradualmente hasta que empezó a sonar como si estuviese yendo a cámara lenta. A veces sonaban algunos picos interrumpiendo la estática, un “ding” o un ruidito o un silbido aquí y allá. En resumen, tuve unos sueños lúcidos muy breves, de los cuales no consigo acordarme muy bien, y me quedé dormida antes de que se acabase la sesión. Eso fue raro, puesto que la noche anterior había dormido mis buenas ocho horas y yo jamás hago siestas, y esto fue a las 3 de la tarde.
Concentrarse en estas pistas e intentar “sentirlas” conlleva más trabajo de lo que os creéis. Empecé a sentir que el cerebro se me estaba haciendo papilla después de tres dosis, así que hice un descanso antes de seguir con lo que yo creía que sería la parte más divertida: la dosis recreativa.
Dosis recreativa: Amanita y Sobredosis
Nadie quiere meterse setas estando solo, así que le pedí a un amigo que viniese y escuchaseAmanita conmigo. Desgraciadamente, tan dispuesta como estaba yo a emprender aquel “viaje”, ahí no pasó nada de nada. La cosa sonaba como una pista de Caribou con inexplicables vibraciones de fondo, lo que terminó dándome una ansiedad terrible. Parecía que tuviese 15 kilos de peso en el pecho. Una mierda.
Como no quedé satisfecha con Amanita, probé con Sobredosis. Para esta pista fui a la oficina deVICE, un ambiente mucho más ajetreado que el de mi habitación, para ver si el ambiente jugaba algún papel clave en la efectividad de la dosis. A estas alturas ya he entendido que los zumbidos y las vibraciones son el estándar de estos ritmos. Sin embargo, esta pista era una locura: pájaros tropicales, agua corriendo, truenos, ruidos sordos, bips, metal rozando contra metal… AAAAAAHHHHHHH. Nunca he sufrido una sobredosis, ni siquiera cerca de sufrir una, pero al escuchar Sobredosis ya me imagino cómo deben ser. Me cagué encima y empecé a sentir un montón de ansiedad. No podía dejar de pensar por qué mi cuerpo se mecía hacia delante y hacia atrás si yo estaba quieta y sentada en una silla. Todavía sentía ansiedad y estaba nerviosísima diez minutos después de que terminase la pista. ¿Por qué coño alguien escucharía esto para divertirse?
Simulaciones sagradas: La mano de Dios y Las puertas del Hades
Según la descripción de I-Doser, se supone que las dosis sagradas te ayudan a sentir el Big Bang, una felicidad angelical, y el infierno. Las pistas que yo había escuchado hasta ahora me habían dado la impresión de que estaba hipnotizada, pero La mano de Dios fue… diferente. Empezó directa y punzante, con gusto, había un coro que cantaba algún himno de un modo un poco vago, pero pronto empezaron a sonar unos cantos cursis mezclados con voces diabólicas como las que se oyen en un parque de atracciones cutre. Buah.
Sin embargo, Las puertas del Hades me encantó. No puedo describir el sonido real de esta pista de un modo que tenga sentido. Se oían gaviotas de fondo, “ding dings” suaves y algún “goooong” ocasional. A veces era simplemente sonido estático y ruido blanco, y sonaba exactamente igual que Ángel durmiente. Me pareció una simulación bastante buena de lo que pasaría si tu alma se escapase de tu cuerpo después de la muerte. Me sentí como si me estuviese tambaleando entre el cielo y el infierno, pero al final caía hacia el infierno y la verdad es que ya me pareció bien. Empecé a reflexionar sobre mis elecciones de vida y sobre la muerte, algo a lo que normalmente no dedico tiempo alguno. Me di cuenta de que no quiero morir, incluso si Las puertas del Hadesparecen amigables y acogedoras. He sentido cosas bastante fuertes considerando que solo se trataba de un montón de ruidos. Ahora entiendo por qué un “científico” estirado quiere prohibirlo, pero también entiendo por qué los críos que se aburren en los Emiratos Árabes se distraen con esto. Los ritmos binaurales no son tan poderosos como las drogas reales, pero van bien para pasar el rato durante el fin de semana.

El entrenamiento cognitivo a través de videojuegos

LAS DROGAS INTELIGENTES Y LA CIBERNÉTICA PODRÍAN CREAR UN EQUIPO DE TRABAJO SOBREHUMANO

Por Jason Louv 
Imagina ser un superhombre. O al menos, ser súper bueno en tu trabajo. Una nueva droga te permite concentrarte al cien por ciento. Compostura absoluta. Un pensamiento claro, y la habilidad para mantenerte despierto y en tus cinco sentidos durante dos días seguidos. Implantes ópticos y auditivos, transferencias genéticas, y hasta aparatos biónicos para mantener tus sentidos agudos y poder trabajar al máximo ya entrado en la tercera edad.
Imagina que esas tecnologías utilizadas por el ejército para mejorar a sus soldados pudieran transformarte en un supertrabajador capaz de dar pasos agigantados en tu profesión, y subir más rápido esa pirámide laboral, con habilidades sobrehumanas, casi übermenschen.
Ahora, imagina que todos en tu oficina están igual que tú. Imagina que te obligan a permanecer en fila sólo para seguirle el paso a todos los demás; que debes ser un experimento médico de eficiencia humana para no perder tu trabajo.
Los estudios más recientes sugieren que no estamos muy lejosde este tipo de ecosistema laboral. Un nuevo informe de la Royal Society (la academia nacional de ciencias del Reino Unido) resume los descubrimientos de académicos, doctores, profesionistas y futuristas británicos, y sugiere, con reservas, que las hormigas obreras mejoradas podrían pronto empezar a marchar en masa.
“El trabajo va a evolucionar durante la siguiente década”, asegura el reporte titulado Mejoramiento humano y el futuro laboral, “y es probable que las tecnologías de mejora hagan una contribución significativa. El uso generalizado de mejoras podría influir en la habilidad de un individuo para aprender o realizar tareas, y quizá incluso para desarrollar una profesión; influir en su motivación; permitir a las personas trabajar bajo condiciones más extremas o a una edad avanzada, reducir las enfermedades relacionadas con el trabajo; o facilitar el regreso a la oficina después de una enfermedad”.
Esas “mejoras” incluyen cócteles químicos, tales como la droga para combatir el sueño,Modafinilo, y mejoras quirúrgicas como estimulación cerebral y extremidades biónicas. Aunque muchas de estas tecnologías ya están disponibles, se espera que la proliferación de las mismas en el área de trabajo tenga serias implicaciones. ¿Aquellos que no las puedan costear serán desbancados por aquellos que sí? O aún más preocupante, ¿los trabajadores serán presionados, o incluso obligados, para volverse superhumanos? 
MODAFINILO: ¿LA DROGA PERFECTA?
Muchas de las tecnologías que se describen en el informe siguen en sus primeras etapas de desarrollo. Pero otras, como Modafinilo, ya están ampliamente disponibles. El Modafinilo es una droga diseñada para tratar la narcolepsia. Permite a los usuarios mantenerse despiertos y productivos hasta dos días seguidos. No es de sorprender que Modafinilo sea una opción atractiva para estudiantes, profesionales, conductores, soldados y cualquiera que necesite estar alerta durante periodos prolongados de tiempo.
Modafinilo y otras mejoras cognitivas se han vuelto una necesidad para estudiantes, y muchos usuarios corren el riesgo de extender su hábito más allá de sus carreras. La doctora Barbara Sahakian, profesora de neuropsicología clínica en la Universidad de Cambridge, sugiere que el 16% de los estudiantes norteamericanos consumen drogas que mejoran su respuesta cognitiva.
La droga (la cual se encuentra bajo estudio por un selecto número de investigadores como un posible tratamiento para la otra droga laboral: la coca) es una de las favoritas entre doctores, científicos y académicos, y el rendimiento de quienes la consumen suele ser muy superior al de aquellos que no. Incluso se usa en la Estación Espacial Internacional para lidiar con los problemas de sueño provocados por los dieciséis atardeceres y amaneceres que se viven en la estación todos los días
“Un estudio de 2011 descubrió que el Modafinilo reduce el comportamiento impulsivo y mejora la flexibilidad cognitiva de doctores con falta de sueño”, continúa el informe de la Royal Society. “Existe evidencia de que las drogas para mejorar la respuesta cognitiva, tales como el Modafinilo, pueden incrementar la motivación y el placer que se obtiene de realizar rutinas cognitivas, en comparación con los placebos”.
Los usuarios casuales también tienen sus historias de éxito. “Jamás había sentido tanta claridad mental”, escribió Jay Bee, un consumidor de 25 años que documentó su consumo de Modafinilo en Erowid, una página dedicada a la investigación de drogas. “Me sentía lógico, en control, y los pensamientos irracionales desaparecieron, más o menos”.
Sin embargo, aunque Modafinilo suele considerarse una droga con pocos efectos secundarios, el informe hace énfasis sobre la falta de investigación en los riesgos para la salud: “Se desconocen todos los efectos secundarios a largo plazo de dichas drogas, y de casi todas las drogas para mejorar el desempeño, en pacientes saludables”, advierte.
En Erowid también existen historias de reacciones adversas, malos viajes e incluso historias de adicción. Un usuario de 26 años quien se presenta únicamente como “Mark”, dijo usar Modafinilo yPiracetam. Mark escribe: “Arruinó mi vida”. Las drogas hicieron que se obsesionara tanto en tareas repetitivas (leyendo artículos de Wikipedia durante diez horas seguidas, por ejemplo) que terminó destruyendo su vida social y su matrimonio, y asegura que la droga no le permitió darse cuenta del cambio tan drástico que estaba ocurriendo en su personalidad.
“Si pudiera tener una sola cosa en la vida”, escribió Mike en Erowid, “sería regresar a febrero 2009 y nunca tomar la decisión de consumir Modafinilo”.  
Si ésta es la clase de “productividad” que los usuarios a largo plazo de Modafinilo pueden esperar, entonces la idea de un equipo de trabajo químicamente mejorado ya no resulta tan emocionante, lo que me hace pensar en el peligro de que las corporaciones, en posiciones de poder y con tantas personas desesperadas por conseguir trabajo, implementen medidas draconianas sobre sus empleados potenciales.
ESTIMULACIÓN CEREBRAL Y MEJORAMIENTO FÍSICO
Todo, desde el entrenamiento cognitivo a través de videojuegos, hasta las técnicas de estimulación cerebral e implantes biónicos, puede ser utilizado para mejorar el trabajo y la concentración de un empleado, y mantener su productividad al máximo incluso a una edad avanzada.
La Neuro-retroalimentación, por ejemplo, podría ser una buena intervención en casos de problemas de atención y de impulsividad, lo que mejoraría la concentración y productividad del trabajador; en especial en la era de las distracciones en Internet. Se sabe que el entrenamiento cognitivo mejora la memoria, el razonamiento y la velocidad de procesamiento en individuos mayores de 65 años, lo que podría ayudar a los trabajadores a seguir siendo eficientes y trabajar más allá de la edad de jubilaciónn.
Se ha observado que los videojuegos mejoran la concentración y las habilidades. “Investigaciones realizadas con cirujanos demuestran que aquellas personas que juegan videojuegos de forma regular aprenden habilidades quirúrgicas más rápido, y entrenar con videojuegos parece mejorar su desempeño”, señala el informe. “Los estudios también indican que los videojuegos pueden proveer habilidades de transferencia a pilotos del ejército”.
El doctor Roi Cohen Kadosh, investigador en el Wellcome Research Career Development de la Universidad de Oxford, habla de opciones como la estimulación magnética transcraneal (en la que una bobina magnética se coloca sobre el cráneo y se utiliza para estimular de manera directa porciones del cerebro) y la estimulación eléctrica transcraneal, en la que unos electrodos conectados a la cabeza modulan el nivel de excitación neuronal en ciertas áreas. Se ha demostrado que estas tecnologías aumentan la respuesta cognitiva y la capacidad de aprendizaje, y a la fecha no se han observado efectos secundarios negativos. Y también son relativamente baratos y no invasivos.
Pero quizá todavía no hemos llegado a donde queremos.
“Todavía se desconoce el potencial de métodos no invasivos de mejoramiento cognitivo para el desarrollo de inteligencia, y todavía se necesitan estudios en el área”, explica el Dr. Kadosh en un email. "Teniendo en cuenta los avances actuales, es probable que algunos de estos dispositivos estén pronto ampliamente disponibles. Esto tendrá que ir de la mano de un buen entrenamiento cognitivo, y de un buen entendimiento de las regiones cerebrales que uno quiere mejorar. Todavía no hemos llegado a ese nivel, y esto podría llevar unos cuantos años más”.
El informe de la Royal Society considera que las próximas tecnologías de modificación tendrán un propósito restaurativo: aparatos para la sordera, implantes de retina, transferencia de genes, extremidades biónicas, exoesqueletos, ingeniería de tejidos e incluso cirugía cosmética para mantener a las personas mayores productivas y jóvenes.
Por supuesto, todas estas tecnologías podrían ser llevadas más allá del punto restaurativo. Los implantes auditivos, por ejemplo, podrían ser llevados a otro nivel, según me dijo en un email el Dr. Brian Moore, profesor de percepción auditiva en la Universidad de Cambridge.  
“Podría existir la posibilidad de mejorar la respuesta auditiva más allá de lo 'normal' con el uso de micrófonos altamente direccionales”, escribió Moore. “También existe la posibilidad de hacer audibles sonidos fuera del rango normal a través de cambios de frecuencia. No creo que existan muchas posibilidades para mejorar la respuesta auditiva básica, pero quizá sea posible fabricar oídos más robustos de lo normal para escuchar sonidos más intensos, a través de ciertas drogas”.
Aunque dichas mejoras todavía no implican el comienzo de la era Robocop, estas tecnologías están en camino, y podrían resultar en cambios dramáticos en la dinámica de la fuerza de trabajo.
LAS DIMENSIONES ÉTICAS Y MORALES DEL MEJORAMIENTO HUMANO
A medida que la fuerza de trabajo envejeza, y los trabajos dependan cada vez más del manejo de información, los trabajadores se verán sometidos a fuentes de estrés nuevas. Se espera que las tecnologías para el mejoramiento humano ayuden a lidiar con ese estrés. Pero la principal preocupación entre los autores del informe de la Royal Society es que el mejoramiento de la fuerza laboral podría convertirse en un problema en el área de trabajo, y permitiría a las compañías drogar o colocar implantes en sus empleados para hacerlos trabajar más, en lugar de ser utilizado para lidiar con los problemas de organización o económicos.
También es posible que el uso de técnicas de mejoramiento cognitivo y físico se conviertan en un requisito, o incluso una imposición. La imagen de una explotación digital en el siglo XXI, donde los trabajadores se encuentran conectados a sus ordenadores y a perfusiones de Modafinilo, no es nada placentera.
Otro grave problema es el precio. El elevado coste de estas tecnologías podría generar una barrera de clases, lo que implicaría que aquellos con los recursos para obtener y utilizarlas tendrían una ventaja en el campo laboral, mientras que aquellos sin acceso quedarían cada vez más rezagados. La aceleración del desempeño de los trabajadores también podría venir a expensas de sus derechos.
Un extracto del informe:
Uno de los problemas clave en relación con las tecnologías para el mejoramiento humano, es que la posible presión social haga que los individuos se sientan ‘obligados’ a utilizarlas. Esto es de particular importancia en el trabajo, pues es una actividad inherentemente competitiva; tanto a nivel organizacional, por ejemplo cuando las compañías compiten por negocios o para alcanzar una meta particular; como a nivel del empleado, por ejemplo cuando el proceso de aplicación a un trabajo es intrínsecamente competitivo.
En un mundo en el que se espera que los empleados trabajen más horas y en fin de semanas, estén siempre conectados al Smartphone de la compañía, y lidien con cada vez menos beneficios como seguridad laboral, horas extra y vacaciones pagadas (y en general vivir agradecidos de tener un trabajo en una economía en recesión), sentirse obligado a recurrir a estas tecnologías ya no suena tanto como la horrible historia de ciencia ficción que alguna vez fue. Y no cabe duda que estas tecnologías, ya en camino a las oficinas, serán muy atractivas para esas compañías que buscan la manera de exprimirle más años a sus trabajadores antes de reemplazarlos.
Como todo posible futuro transhumano, el mejoramiento de la fuerza de trabajo es algo que tendrá que ser extensamente estudiado, las consideraciones éticas reevaluadas, y deberá ser acompañado de una planificaciónn que garantice su funcionamiento en nuestro favor, y no en contra.

suplementos nootrópicos

¿DE VERDAD LAS ‘DROGAS INTELIGENTES’ NOS HARÁN MÁS INTELIGENTES O NOS ARRUINARÁN LA VIDA?


Imagen por Alex Horne
No es ninguna novedad que en la universidad la gente consume droga. En los últimos años, sin embargo, ha habido un aluvión de informes del Reino Unido y desde el otro lado del Atlánticoque sugieren que existe una creciente tendencia entre los estudiantes a pillar un subidón que les sirva como estímulo para hacer el trabajo, en lugar de dejarlo para última hora.
Hasta ahora, la mayoría de los medios de comunicación se habían centrado en el uso indebido que se hace de estas ‘drogas inteligentes’, ya que gran parte de las sustancias más populares —como Ritalin, Adderall y Modafinil— se crearon para combatir trastornos específicos, como el THDA o la narcolepsia. Sin embargo, el uso de suplementos que mejoran el rendimiento intelectual durante un periodo de tiempo prolongado también ha experimentado un crecimiento constante entre los adultos sanos, en contraposición al breve pero eficaz efecto que se obtiene consumiendo estos fármacos con receta.
Estos suplementos, denominados nootrópicos, comprenden desde las sustancias más mundanas (ginseng) hasta productos de nombres impronunciables (fenilalanina). Igual que ocurre con los medicamentos con receta, poco se sabe de los efectos secundarios que estas sustancias tienen a largo plazo.
No es fácil establecer una distinción clara entre los nootrópicos y otros fármacos potenciadores, pero si sois, como muchos otros, de los que comparten la opinión de John Harris —profesor de bioética en la Universidad de Manchester—, tampoco es que haga mucha falta marcar esa diferencia, para empezar. “Me interesan los fármacos potenciadores cognitivos”, nos explicó. “No me interesa hallar una definición de los nootrópicos”.
Por supuesto, no todo el mundo está de acuerdo. En 1964, Corneliu E. Giurgea, psicólogo y químico rumano, sintetizó el piracetam, el primer nootrópico, para lo cual estableció una serie muy precisa de criterios. Para Giurgea, los nootrópicos deben potenciar la capacidad de aprendizaje, mejorar la coordinación entre los hemisferios del cerebro y favorecer los procesos ejecutivos (planificación, atención y percepción espacial). Y lo que es muy importante: estas sustancias no deben ser tóxicas ni adictivas.
Debido a la gran variedad de suplementos clasificados como nootrópicos, no existe forma alguna de explicar su funcionamiento. En términos generales, los nootrópicos actúan alterando el suministro de sustancias neuroquímicas, enzimas u hormonas del cerebro. El piracetam de Giurgea, por ejemplo, mejora la memoria del que lo consume al alterar los niveles del neurotransmisor acetilcolina, que, a su vez, afecta a la plasticidad sináptica del cerebro (la medida en la que todas las estructuras cerebrales, y el cerebro mismo, pueden variar a partir de las experiencias). Sabemos que nuestros recuerdos se componen de matrices sinápticas complejas, y nuestra capacidad para acceder a ellas tiene que ver con la medida en que estas están interrelacionadas. Mejorar la plasticidad, por tanto, favorece las conexiones sinápticas.
En los dos últimos años han aparecido tres de las distribuidoras más conocidas del Reino Unido (nootropics.co.uk, intellimeds.co.uk y smartnootropics.co.uk), lo que pone de manifiesto la creciente popularidad de los nootrópicos. Sin embargo, hace años que se conocen los beneficios que aportan algunas de las sustancias utilizadas para elaborar nootrópicos. Todos sabemos lo bueno que es la cafeína, por ejemplo, para aumentar el rendimiento. Las propiedades potenciadoras del aceite de pescado se han alabado desde hace tanto que ya nadie lo recuerda (con o sin la ayuda de nootrópicos). Por esa razón, tanto la cafeína como el aceite de pescado a menudo constituyen la base de muchos cócteles nootrópicos.
Imagen por Johnny Mellor
Sean Duke es un neurocirujano estadounidense especializado en diseñar estos cócteles. Se refiere a los usuarios de nootrópicos como “nootnautas” y asegura que son “el equivalente intelectual a culturistas”. Nootnautas de todo el mundo se reúnen en el subreddit de nootrópicos —y en otros foros online— para compartir sus obsesiones sobre dietas de fármacos y optimización de dosis, y presumen de músculo cerebral.
De los humanos, Duke dice: “Todos somos nootnautas, solo que algunos lo somos más que otros”. Esta máxima ha sido cierta durante toda la historia. Los grandes avances en nuestra evolución han sido propiciados por ajustes en la dieta. Hace 2,3 millones de años, nuestro cerebro creció cuando empezamos a comer carne. Luego, un millón de años más tarde,nuestra capacidad para cocinar alimentos favoreció el surgimiento del Homo Erectus, nuestro ancestro más próximo, que desarrolló un sistema digestivo un 20 por ciento menor y un cerebro un 20 por ciento mayor que los de sus predecesores.
Durante la década de 1950, Gran Bretaña y los EUA llevaron a cabo experimentos con tecnología psicotrópica para fines militares. Uno de los proyectos más perversos, MKUltra, investigaba los efectos de las sustancias psicotrópicas, la terapia de choque y la hipnosis en los sujetos de estudio, algunos de los cuales se habían presentado voluntariamente, pero otros, no. Los científicos pretendían que los sujetos toleraran mejor la tortura y que fueran más propensos a decir la verdad, así como “mejorar su actividad mental y su percepción”. Sin embargo, les salió el tiro por la culata, y los intentos de la agencia por controlar la mente humana tuvieron resultados muy contraproducentes.
Ken Kesey y Robert Hunter eran dos voluntarios para el experimento MKUltra en el Hospital de Veteranos de Menlo Park, un sanatorio mental de California. Kesey tuvo oportunidad de hablar con los pacientes y llegó a la conclusión de que, más que locos, eran personas marginadas socialmente. Sus experiencias le impulsaron a escribir la novela Alguien voló sobre el nido del cuco. Posteriormente, Hunter pasó a formar parte de Grateful Dead, y se dice que cuando escribió la letra de “China Cat Sunflower”, estaba bajo los efectos del experimento MKUltra.
Ambos desempeñaron un papel fundamental en lo que posiblemente haya sido el mayor movimiento cultural del siglo XX, un movimiento que abogaba por el uso de drogas psicodélicas por su capacidad de ampliar horizontes y generar un nuevo tipo de sociedad.
Imagen por John Mellor
Timothy Leary, íntimo amigo de Kesey, abordó la expansión de la conciencia desde un punto de vista científico. En 1964, publicó The Psychedelic Experience, que establecía un marco práctico para la experimentación con sustancias alucinógenas. Ese mismo año, en Rumanía, Giurgea publicó Fundamentos para la farmacología de la mente, donde afirmaba: “El hombre no va a esperar millones de años pasivamente a que la evolución le ofrezca un cerebro mejor”.
A ojos de la comunidad científica, la pasión de Leary por el tema hizo que pasara de científico imparcial a ser un evangelista. No obstante, la obra de Giurgea se convirtió en un campo de investigación notable.
Los estudios han demostrado de forma reiterada los beneficios prácticos de los nootrópicos, pero su impacto en la sociedad ha sido menos explosivos que la obra de Leary. Ello se debe, en parte, a que la eficacia de los nootrópicos depende de la neuroquímica de cada individuo, estrechamente vinculada al peso, los patrones de sueño e incluso el estado de ánimo, por lo que los resultados pueden variar mucho.
Con el tiempo, Leary empezó a interesarse más por la tecnología que por las drogas. En una ocasión afirmó que “los ordenadores personales son el LSD de los 90” y fue precursor del movimiento que dio en llamarse cyberpunk. Muchos simpatizantes de esta subcultura empezaron a trabajar en Silicon Valley y a partir de ese momento se inició la era de la información.
En 2010, el Director Ejecutivo de Google, Eric Schmidt, dijo: “La información existente desde el principio de los tiempos hasta el 2003 cabe en cinco exabytes, pero hoy en día, esa misma cantidad de información se crea cada dos días”. La prueba de que su afirmación era incorrecta no tardó en darse a conocer, pero sirve para ilustrar que vivimos en un mundo con una cantidad de información abrumadora. Ahora se supone que debemos enfrentarnos a la ingente cantidad de datos que nos llueven de todas partes, y nuestra respuesta natural a esto no ha sido la apropiada.
Imagen por Alex Horne
A pesar de nuestra ineptitud para manejar este volumen de datos, en muchos aspectos de nuestra vida, cada vez con más frecuencia se nos trata como si fuésemos procesadores de información. Objetivos de rendimiento, tasas de eficiencia y márgenes de error calculados son algunos de los parámetros en los que nos movemos. En la educación, incluso los temas más abstractos y alternativos se reducen a meros ejercicios de memorización. Asimismo, en un intento de planificar y organizar la sociedad, recibimos la consideración de máquinas predecibles. A diferencia de la visión de Leary, en la que las máquinas nos liberan, nosotros mismos estamos convirtiéndonos en máquinas.
La tecnología ponible, como las Google Glass, representa la extensión lógica de este concepto, en el que se difumina la distinción entre el dispositivo y su portador. Nos sigue proporcionando información de forma continuada. Pero ¿podemos adaptarnos a este tipo de existencia? Quizá los nootrópicos sean de ayuda para ello.
Podrían considerarse las drogas inteligentes como la llave que permite liberar todo nuestro potencial en los estrechos confines de una sociedad muy dependiente de la tecnología. En un artículo del Daily Mail, por ejemplo, “James” —un estudiante de Cambridge— afirma que, al tomar Modafinil, “tu cerebro funciona de forma parecida a la de un ordenador procesando información”. Si bien los nootrópicos siguen estando en un limbo legal, John Harris considera que son fundamentales para el futuro de la educación: “Incluso es posible que se suministren a todos los alumnos como norma”, afirmó.
La realidad, no obstante, es que no somos procesadores de información, y no es posible comprender toda la complejidad del cerebro humano desde el punto de vista químico. Duke dijo: “Si solo fuésemos sustancias químicas, ¿cómo se explica el libre albedrío? Nuestra capacidad para decidir libremente escapa de las estrictas limitaciones de la química”. Al final, el libre albedrío es más poderoso que nuestra composición química. La plasticidad cerebral que propicia el piracetam no deja de estar guiada de forma consciente cada vez que tomamos una decisión.
Por tanto, aunque las drogas inteligentes pueden suponer ciertas ventajas en un mundo en el que el procesamiento del poder es un pilar básico, verlas como una cura universal conlleva el riesgo de reducir al ser humano a la condición de autómata. Según Duke: “el debate sobre si estas drogas son evolutivas o involutivas sigue en la mesa. ¿Hasta qué punto controlamos nuestro cerebro para establecer conexiones que no pueden retomarse sin la ayuda de los nootrópicos? No conocemos la respuesta, y no sé si la conoceremos alguna vez”. Con ello se refiere a que, si empezamos a suministrar potenciadores cognitivos a los niños, podríamos estar limitando sus futuras capacidades y dando prioridad a su funcionalidad en detrimento de la creatividad y la individualidad.
William Gibson, otro famoso cyberpunk, dijo una vez: “Las tecnologías son neutrales desde el punto de vista neutral hasta que las aplicamos”. Son muchos los nootnautas que ya están potenciando sus vidas con suplementos, pero si estas sustancias llegaran a normalizarse, ¿qué es más probable? ¿Que nos convirtiéramos en una sociedad plagada de expertos intelectuales? ¿O que nuestra capacidad de rendimiento aumentada nos lleve a asumir una mayor carga de trabajo?
Tener un smartphone es como llevar la oficina siempre a cuestas. Las drogas inteligentes serían el equivalente a llevar la oficina en la cabeza a todas horas, lo cual es bastante jodido.

jueves, 6 de marzo de 2014

Eric clapton's Blues-she's Crying

domingo, 2 de marzo de 2014

El dinero, el capital, es el que se sirve del sentimiento patriotico, para sus intereses