jueves, 18 de marzo de 2010

wag the dog

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jueves, 11 de marzo de 2010

Juhani Pallasmaa


Qué nos anuncia la cercanía del mar, su olor salado o su horizonte infinito? ¿Qué recordamos de una calleja estrecha, la rugosidad del pavimento bajo nuestros pies, el sonido de las pisadas, el olor de una panadería o su perspectiva torcida? Juhani Pallasmaa (Hämeenlinna, Finlandia, 1936) ha escrito un libro sobre la vista como sentido aislante y empobrecedor. Y sobre la arquitectura inhumana que resulta de sobrevalorar ese sentido y descuidar los otros. La editorial Gustavo Gili publicará Los ojos de la pielen octubre.
      El arquitecto finlandés Juhani Pallasmaa
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      El arquitecto finlandés Juhani Pallasmaa- CARMEN SECANELLA

      La noticia en otros webs

      "Uno se puede enamorar en Praga, apetece hacerlo, casi al margen de la persona, es una ciudad para ser compartida"
      "Hoy se emplean los edificios como imágenes que reflejan el egocentrismo de un cliente y de un arquitecto artista"
      PREGUNTA. En ese libro tacha muchos de los iconos arquitectónicos celebrados por la crítica de narcisistas y nihilistas. ¿Eso es lo que piensa de la arquitectura contemporánea?
      RESPUESTA. Sí. La arquitectura actual tiende a ser retiniana, se dirige al ojo. Es narcisista porque enfatiza al arquitecto, al individuo. Y es nihilista porque no refuerza las estructuras culturales, las aniquila. Hoy los mismos arquitectos construyen por todo el mundo y los mismos edificios están en todas partes. Así es difícil que la arquitectura pueda reforzar ninguna cultura.
      P. Asegura que la visión nos separa del mundo, al contrario de los otros sentidos, que nos unen a él. ¿Cree que el descuido de los otros sentidos explicaría la falta de humanidad que ve en la arquitectura de hoy?
      R. No critico la arquitectura contemporánea sin distinguir entre lo bueno y lo malo. Critico la aplicación internacional de ciertos principios comerciales.
      P. Pero ha mencionado a arquitectos que construyen por todo el mundo: las estrellas arquitectónicas.
      R. Ahí me ha cogido. Soy crítico con la aplicación de criterios únicamente comerciales en la arquitectura y también con la arquitectura que gira en torno a una firma. Es curioso que esas dos arquitecturas representen los dos extremos del espectro. Mucha gente entiende que la arquitectura especulativa no es buena. Pero la de las grandes estrellas con frecuencia convence a políticos, a arquitectos y hasta a algunos ciudadanos. Existe una idea muy vaga sobre la finalidad de la arquitectura. Hoy se emplean los edificios como imágenes que reflejan el egocentrismo de un cliente y de un arquitecto artista. Y ése no es el fin de la arquitectura.
      P. ¿Cuál debería ser?
      R. La arquitectura debería estar social y culturalmente orientada. Eso se ha perdido.
      P. ¿Considera que la arquitectura de iconos no tiene ningún componente social? ¿Los monumentos no singularizan las ciudades?
      R. Creo que la idea de un monumento referencial está muy explotada hoy. Tanto que serviría para justificar cualquier hazaña. Me temo que este tipo de arquitectura sirve a unos fines muy egocéntricos y limitados, al contrario de una arquitectura que ancle a los seres humanos en el mundo en lugar de imponer su presencia. La arquitectura de hoy ha descuidado los sentidos, pero no sólo eso explica su inhumanidad. No es para la gente. Tiene otros objetivos, no el uso de los ciudadanos. La arquitectura se ha convertido en un arte visual. Y, por definición, la visión te excluye de lo que estás viendo. Se ve desde fuera, mientras que el oído te envuelve en el mundo acústico. La arquitectura debería envolver en sus tres dimensiones. El tacto nos une a lo tocado. Por eso una arquitectura que enfatiza la vista nos deja fuera de juego.
      P. ¿Por qué cree que la arquitectura ha descuidado el resto de los sentidos?
      R. En parte es una consecuencia de procesos económicos y tecnológicos. Si lo que buscas es impacto inmediato, la imagen visual es una herramienta tan potente que deja de lado otras posibilidades. Es como un concierto de rock en el mundo de la música: impacta, llega a muchos. En muchos sentidos, la arquitectura de hoy busca hacer lo mismo y eso es un error. La arquitectura es el arte de la lentitud y el silencio.
      P. Pero eso no siempre ha sido así. Las catedrales hablan muy alto.
      R. Puede ser. Pero además de impresionar te invitaban a entrar. No te echaban.
      P. ¿Hay un culpable de que los edificios sean hoy productos visuales?
      R. Es una consecuencia de la comercialización del mundo. Todo es negocio. También es el resultado de la velocidad del mundo. Todo tiene que ser rápido y al momento. Además hay demasiado de todo. Sobre todo de información. Si quieres conseguir atención tienes que hablar alto. Eso explica el tipo de arquitectura que tenemos en contraposición a las catedrales, contrastaban con el mundo, pero invitaban a un encuentro íntimo.
      P. ¿Hay excepciones a ese panorama? Usted habla de Murcutt, de Zumthor...
      R. Y de muchos otros. Steven Hall, por ejemplo. O en España, Juan Navarro Baldeweg, Antonio Fernández Alba o Rafael Moneo; hay una gran cultura arquitectónica. Aunque lo que estoy viendo, como miembro del jurado de los premios FAD, me está empezando a preocupar, creo que la arquitectura española está perdiendo las raíces.
      P. ¿Demasiado dinero? ¿La arquitectura de pocos medios que se hacía mayoritariamente aquí explotaba más los sentidos?
      R. No soy el único en creer que la condición periférica ha producido la mejor arquitectura desde la Segunda Guerra Mundial. Incluso la arquitectura finlandesa se está haciendo estética a costa de perder su esencia. Eso no quiere decir que todo sea así. Pero esa tendencia es uno de los aspectos negativos de la globalización y de nuestra cultura consumista.
      P. ¿Cómo se puede construir una arquitectura de los sentidos?
      R. Lo que debe cambiar no es la tecnología sino el enfoque que utilizan los arquitectos. Creo que la función de la arquitectura no es la de alienarnos de una relación sensual con el mundo, sino la de reforzarla. La necesitamos. El elemento erótico de la arquitectura está representado por el tacto: el sentido que invita a juntarse y a ser uno con lo tocado, con el entorno.
      P. Tiene una oficina con 30 empleados.
      R. Eso era hasta hace poco. Ahora sólo somos tres. He dado un giro radical a mi vida. No quiero ser un general en la guerra. Estoy demasiado cansado. Doy un paso atrás.
      P. En cualquier caso, ¿cómo construye su idea de una arquitectura de los sentidos?
      R. Los proyectos los dibujamos a escala 1:1. Eso te asegura el entendimiento de cómo la mano toca el edificio. No sólo la mano, el ojo convertido en mano: la redondez de las esquinas... los pequeños detalles que te expulsan o te invitan a entrar. Creo que la hapticidad de la arquitectura antiguamente se conseguía de la mano de los artesanos. Hoy sólo se puede conseguir con la mano imaginaria del arquitecto.
      P. Asegura que lo más importante (soñar, escuchar música, besar
      ...) se hace con los ojos cerrados y critica la arquitectura excesivamente iluminada de grandes ventanales de hoy. ¿Cómo puede la arquitectura recuperar intimidad?
      R. Reduciendo la escala de los edificios. Hasta los mayores inmuebles pueden tener escala pequeña. Hace poco me impresionó un hospital de Ángel Fernández Alba en Ciudad Real. Era enorme, pero tenía una escala humana, te hacía sentir bien. La actitud del diseñador hace que el usuario se sienta cómodo. La actitud contraria sería tratar de impresionar. La luz es buena, pero como el agua, con exceso, aniquila. Mis ojos no aguantan el exceso de luz, siempre busco la sombra. Y vivo en un país sombrío. Como dijo Louis Kahn: la persona con el libro busca la ventana.
      P. Su punto de vista puede parecer nostálgico.
      R. No creo que admitir el lado melancólico y nostálgico de la vida sea regresivo. Hoy ser melancólico es ser radical. Permitir que la muerte esté presente en nuestro pensamiento y en nuestra cultura sería considerado radical, y no nostálgico (risas).
      P. ¿No le pide demasiado a la arquitectura? Dice que es una extensión de la naturaleza, una explicación del mundo e, incluso, que la medida de la calidad de una ciudad la da el que uno se pueda imaginar enamorándose en ella...
      R. Creo que es pedirle lo que puede dar. Para mí ése es el criterio. Uno se puede enamorar en Praga, apetece hacerlo, casi al margen de la persona, es una ciudad para ser compartida. Hay muy pocas ciudades contemporáneas que te lleven a eso.
      P. ¿Cómo alguien que reivindica los sentidos viste completamente de negro?
      R. Pienso que se debe a la tradición luterana de mi educación. Sin ser religioso, soy nórdico. Vengo de una cultura restrictiva que no invita a destacar. Lo mejor es lo que pertenece al grupo, por actitud, comportamiento o aspecto. Lo mejor que le pueden decir a un arquitecto finlandés es que se porta bien, no que destaca.

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      Comentario sobre “Los Ojos de la Piel”

      Comentario sobre “Los Ojos de la Piel” (Juhani
            El Libro comienza explicando cómo el sentido del a vista ha predominado en la vida e historia del hombre, opacando a los otros sentidos, especialmente al tacto, el cual es el sentido mas importante o “madre de todos los sentidos”, siendo los otros prolongaciones de este. Pallasmaa establece la importancia de este fenómeno en la Arquitectura como una forma de percepción material, corpórea y espiritual, en una obra arquitectónica. La vista nos proporciona sólo una percepción estética y superficial de la arquitectura, en cambio, establece que la importancia de la Arquitectura es el habitar, lo cual tiene directa relación con la háptica; nosotros vemos a través de la piel. Además Pallasmaa cita a Merleau-Ponty: “Mi Percepción no es una suma de datos conocidos visuales, táctiles, y auditivos. Percibo de una forma total con todo mi ser, capto una estructura única de la cosa, una única manera de ser que habla a todos los sentidos a la vez.”

       Durante toda la primera parte de su libro, Pallasmaa presenta los distintos puntos de vista de los filósofos y las filosofías más importantes (nihilismo, narcisismo), con respecto al ocularcentrismo, algunos de ellos relacionados con la arquitectura. Destaca que la vista y la expresión visual son casi exclusivamente determinantes en la Arquitectura contemporánea, utilizando las leyes de la Gestalt de la percepción visual. También, explica que la visión es cada vez más superficial y frontal, presentándose en la arquitectura de nuestro tiempo como un simple arte retiniano del ojo, y en vez de una experiencia corporal y espacial, la arquitectura se ha transformado en un arte de imagen impresa, tal como una fotografía, lo cual es una pérdida de foco. Esto perjudica gravemente a la arquitectura, debido a que esta se torna en una decoración, un escenario. Destaca la frialdad de la arquitectura y las artes en general, por sus materiales y propósitos, su falta de sensualidad y erotismo, creando situaciones de inhumanidad. Menciona a la arquitectura como una arte en peligro de extinción. 

            Luego, en la segunda parte del libro, recalca que para una mejor compresión de la arquitectura requerimos de utilizar todos nuestros sentidos. Nuestra imagen del mundo de define por las experiencias hápticas y de orientación, además de la interacción de todas las modalidades sensoriales. Pallasmaa hace una definición muy importante acerca de la percepción en la arquitectura: “En lugar de apelar meramente a los clásicos cinco sentidos, la arquitectura implica varios ámbitos, de la experiencia sensorial que interactúan y se fusionan el uno en el otro” (pág. 43), todos estos sentidos definen la interacción entre la piel y el entorno. Se destaca mucho la importancia del tacto en la percepción del mundo, a través de este podemos sentir la especialidad, profundidad, forma tridimensional, etc. Explica que la vista es el sentido de la distancia y la separación, mientras que el tacto lo es de la cercanía, intimidad y afecto. Pallasmaa muestra como afecta la oscuridad en la visión, y como todos los sentidos son muy importantes para captar un espacio. Sin embargo, destaca al tacto como la máxima expresión para captar el mundo. 

           Pallasmaa diferencia dos tipos de visión del mundo: desenfocada y la periférica. La desenfocada es aquella que percibimos solo con la vista, solo vemos el mundo superficial, como si miráramos algo a través de unos binoculares. En cambio, la visión periférica es la cual nos integra en el espacio, donde este nos envuelve, y percibimos con todos nuestros sentidos.

       En mi opinión, Este es un muy buen libro para comprender la importancia del sentido del tacto en nuestra comprensión y valoración del mundo, la háptica es una forma de percepción que tiene que estar presente en la construcción de una obra arquitectónica; el arquitecto debe trabajar con todo su cuerpo y mente. Durante toda la historia el ocularcentrismo ha sido determinante, y actualmente sigue utilizando, pero de forma más dañina; la arquitectura se está deteriorando, al igual que el ser humano, es por esto que la importancia de la háptica es sumamente grande, y jamás debe dejarse de lado.
      Pallasmaa)

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      miércoles, 10 de marzo de 2010

      La caja misteriosa de J.J. Abrams

      lunes, 8 de marzo de 2010

      ¡Cuidado! El dolor físico se contagia


      ¡Cuidado! El dolor físico se contagia

      No es una metáfora. El ser humano es capaz, literalmente, de sentir en carne propia el dolor ajeno. Así lo establecen las últimas investigaciones científicas que han analizado cómo reacciona el cerebro al observar imágenes dolorosas.

      POR RICARDO ACEVEDO - 07/03/2010 - 15:20
      Hay quienes dicen que tienen la capacidad de ponerse en los "zapatos del otro" y que entienden lo que puede sentir una persona cuando pasa por una situación de dolor físico. Y hay, claro, los que al escucharlos zanjan el tema con un definitivo "son unos exagerados". ¿De qué lado está usted?... Antes que conteste, una sugerencia: apueste por el primer grupo.
      Las últimas investigaciones, centradas en la dimensión social del dolor, sugieren que -de manera inconsciente- todos tenemos la capacidad efectiva de experimentar el dolor ajeno. De hecho, se ha comprobado que el simple hecho de observar imágenes de otros en situaciones de dolor físico pone en funcionamiento las mismas áreas cerebrales que se activan cuando es uno quien sufre. 
      Si bien hasta ahora se creía que la empatía del dolor sólo podía ser experimentada en la esfera emocional,  mediante el estudio de imágenes cerebrales los científicos han podido develar que va mucho más allá, llegando hasta el punto de despertar "sensaciones" en la parte del cuerpo que vemos sufrir. Esta capacidad para experimentar directamente el dolor de los demás sería una adaptación evolutiva fundamental para fortalecer los vínculos sociales humanos. 
      ESTUDIOS DEL CEREBRO
      Un estudio reciente realizado en Gran Bretaña demuestra esta situación de manera fehaciente. Un grupo de científicos de la Escuela de Psicología de la Universidad de Birmingham mostró a más de 100 personas, fotografías y videos de sujetos que sufrían diversas clases de dolor físico. Entre las imágenes, por ejemplo, había un futbolista al que se le fracturó la pierna, un jugador de tenis con un codo dislocado y personas recibiendo una inyección, entre otras imágenes de dolor "explícito".
      ¿Resultado? El total de los participantes en el estudio dijo sentir algún tipo de reacción emocional, como tristeza o miedo, pero hasta ahí ninguna novedad. La sorpresa vino cuando los investigadores descubrieron que un tercio de los participantes experimentó un dolor real ubicado en el mismo lugar del cuerpo que la persona que estaba sufriendo en las imágenes. 
      Al preguntar por las sensaciones, la mayoría dijo sentir una suerte de "hormigueo", en tanto que otros experimentaron la sensación de latidos o pesadez. "Una reacción sicosomática", fue lo que pensaron los expertos, pero tras realizar una prueba de resonancia magnética en los cerebros de los sujetos comprobaron que el dolor era real: las áreas relacionadas con el dolor físico se encendían, especialmente en quienes habían manifestado mayor sensibilidad en la prueba fotográfica. 
      Igual conclusión obtuvieron expertos del Laboratorio de Neurociencia Cognitiva y Social de la U. de Washington (EE.UU.), que realizaron una prueba similar usando fotografías y cuyos resultados dieron a conocer en la revista NeuroImage.  Los dos componentes principales del circuito neuronal que participa en el procesamiento del dolor, la corteza cingulada anterior y la ínsula anterior, se activan en los sujetos que ven imágenes de dolor. Los científicos concluyen en este estudio que este mecanismo sería fundamental para el desarrollo de conductas prosociales en el ser humano, como la ayuda o el consuelo. 
      LA MEMORIA DEL DOLOR
      El neurólogo Carlos Aguilera, académico de la U. Mayor, explica que este fenómeno ocurre porque todos tenemos una memoria del dolor: cuando nos vacunaron, cuando nos hemos fracturado, etc. Entonces, cuando percibimos el dolor ajeno éste hace que aparezca nuestro recuerdo doloroso, que logra que simpaticemos con lo que le pasa al otro sintiendo algo extraño en el mismo lugar. 
      Así, todos estos estudios entregan evidencia convincente de que el ser humano no sólo puede compartir la carga emocional de una lesión, sino también un fuerte empatía capaz de desencadenar reacciones cerebrales que afectan de manera directa a los músculos. 
      Los investigadores creen que estos hallazgos también podrían explicar porque muchas personas evitan ver películas de terror, imágenes de sangre o accidentes: inconscientemente no quieren compartir ese dolor. Todos ellos tienen ahora una razón más sólida para hacerlo. 

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      sábado, 6 de marzo de 2010

      la doctrina del shock

      viernes, 5 de marzo de 2010

      noticia del 2007.... ¿nadie sabía de la crisis?


      Afirmarse los Pantalones (*)


      Seguir la evolución de la economía en la prensa financiera internacional ofrece por estos días más suspenso que la mejor novela del género. El misterio no consiste en saber si se va a desatar o no una crisis, sino cuando va a ocurrir y que dimensiones va a alcanzar. Esto último nadie puede estimarlo con exactitud, sin embargo, existe al respecto una gran preocupación entre los principales analistas. Parece importante que el público chileno conozca los principales rasgos de la situación. En especial, tienen derecho a ser informados descarnadamente acerca del riesgo al que se encuentran expuestos sus fondos de pensiones. Las autoridades deben tomar ahora las medidas que correspondan para evitar daños mayores.
      La crisis ya se ha desatado en el punto más sensible: el crédito se ha interrumpido bruscamente. El New York Times ha publicado (8/8/07) un gráfico que lo dice todo al respecto: En julio pasado, las emisiones de bonos totales de las corporaciones estadounidenses bajaron a la cuarta parte respecto del nivel alcanzado un par de meses antes, y los bonos para compras de empresas, hipotecarios, y otros considerados riesgosos, se redujeron a menos de la décima parte. Lo primero significa que el crédito disponible para las corporaciones de la principal economía del mundo se redujo de 120.000 millones de dólares en mayo, a 30.400 en julio. Los segundos se redujeron desde casi 30.000 millones en mayo a 2.400 en julio. Ambas cifras significan una reducción equivalente ni más ni menos al 80% del PIB chileno del año pasado ¡en un solo mes! Estos apretones en el crédito son generalmente los detonantes de las crisis. Marx los describió vívidamente, "mientras en la víspera lo despreciaban pues todo lo compraban y vendían a crédito, ahora los capitalistas braman por dinero como ciervos sedientos por agua fresca."
      No es difícil imaginar el impacto de un corte tan brutal. Los primeros afectados han sido aquellos que precipitaron la crisis con su irresponsable comportamiento anterior: los que otorgaban préstamos hipotecarios. En pocos días se han declarado en quiebra y cerrado definitivamente varios de los principales administradores en los EEUU. Solo uno de ellos, que cerró la última semana de julio, de un día para otro echó a la calle a todo su personal, más de 6.000 trabajadores. Otros afectados inmediatos han sido los que se dedicaron estos últimos meses a comprar empresas aprovechando el crédito barato y aparentemente inagotable. Hacia fines de julio, los bancos que habían comprometido el financiamiento para la compra del gigante automotriz Chysler anunciaron que no hubo interesados en comprar los bonos que emitieron con ese objeto. Lo cual significó que ellos mismos tuvieron que poner la mayor parte de los fondos de su propio bolsillo, puesto que a los pocos bonos que lograron colocar en el mercado les aplicaron un descuento tal que les significó perder todas las comisiones de esta gigantesca operación e incurrir en cuantiosas pérdidas.  El mismo día, informaron que tampoco pudieron recaudar fondos comprometidos para financiar la compra de una gigantesca cadena de alimentos. Estas dos operaciones frustradas suman casi 20.000 millones de dólares. Sin embargo, esta enorme suma representa sólo una pequeña parte de los fondos ya comprometidos por los bancos para financiar fusiones y adquisiciones, los que suman un total de 300.000 millones de dólares, el doble del PIB chileno. Ciertamente, no están en condiciones de financiar esa cantidad con su propio capital, a riesgo de quedar expuestos de modo inaceptable.
      Nadie tiene claro en este momento hasta adonde puede alcanzar el problema, especialmente, por las dimensiones que han adquirido los llamados en general "derivados financieros" - de hecho existen al menos dos familias 1 de los mismos una de las cuales recibe ese nombre en sentido estricto. Se denominan de ese modo porque no tienen como respaldo capital real, como ocurre con los papeles tradicionales, sino que derivan su respaldo de otros papeles. Las acciones, bonos, y otros instrumentos tradicionales, representan maquinarias, productos, edificios, casas, y otros bienes reales. Los derivados, en cambio, tienen en su base precisamente acciones, bonos y otros de los anteriores...u otros derivados. Y así sucesivamente, en una pirámide sin fin. Es útil tener una idea de las dimensiones que ha alcanzado todo este asunto: el producto interno bruto (PIB) mundial alcanzó el 2006 a 48 billones de dólares - es decir, 48 millones de millones de dólares, aproximadamente unas trescientas veinte veces el PIB de Chile, y poco menos de cuatro veces el PIB de los EE.UU.. Los activos financieros tradicionales, por su parte, suman aproximadamente tres veces el PIB mundial, es decir, poco menos de 150 billones. Pues bien, el conjunto de los derivados financieros se estima en la actualidad en seis veces el PIB mundial, es decir, alrededor de 300 billones. Claro está, no hay que confundirse con esta alquimia. Al igual que los papeles tradicionales no duplican el valor del capital real que representan -- se denominan capital virtual -, mucho menos estos derivados pueden duplicar el valor del capital virtual sobre el cual a su vez descansan. El problema es que, como cualquiera podía prever, la base sobre la cual descansa este inmenso castillo de naipes se ha puesto ahora a temblar.
      El asunto se complica más todavía por el hecho que estos derivados son manejados en parte por un nuevo tipo de empresas financieras, los llamados "hedge funds," que literalmente se traduce como "fondos de apalancamiento." Estos fondos operan prácticamente sin ningún tipo de regulación - las que si se establecieron para los bancos como secuela de la crisis de 1929. Los principales son apenas un puñado, a veces dirigidos por treintañeros vivarachos, con mucha energía, enormes cojones, y poco más que unas tremendas computadoras a sus espaldas. Sin embargo, manejan fondos que se estiman en 1.6 billones de dólares, el doble del PIB de México y mucho mas que lo que sueñan con manejar los bancos más grandes.
      Los derivados en general son el invento muy reciente de una inteligente ingeniería financiera destinada a disminuir el riesgo de las operaciones crediticias. Sin embargo, cual Frankestein, sus creaciones adquirieron vida propia y dimensiones enormes, y hoy día tienen aterrorizado al mundo entero. En lugar de reducir el riesgo de operaciones sanas, se utilizaron para financiar operaciones bien oscuras, manteniendo la ilusión de un riesgo razonable. El sector emblemático fue el inmobiliario. Agrupando una cantidad de créditos hipotecarios, se crearon derivados - de una familia 1 que se denominan "obligaciones respaldadas por activos o "CDO" por sus iniciales en inglés - que representaban una parte pequeña de ese total, los que se ofrecían como inversiones más seguras que cada uno de los créditos individuales. Y lo eran. Sin embargo, no faltaron los vivos que descubrieron que utilizando dichos instrumentos, resultaba posible mantener un nivel de riesgo que aparecía razonable a los inversionistas, aún disminuyendo la calidad de los beneficiarios finales. De este modo, empezaron a ofrecer créditos hipotecarios a trocha y moche sin fijarse en detalles como comprobar la capacidad de pago de estos últimos. Y mientras el dinero corría a torrentes, bajaban sucesivamente la calidad de los receptores finales en la misma medida que se inflaban los precios de terrenos y construcciones a niveles descabellados, lo cual a su vez aumentaba el espejismo de seguridad de los préstamos, al inflar a su vez las supuestas garantías. Sin embargo, al igual que los árboles nunca tocan el cielo, llegó el asimismo el momento en que la burbuja inmobiliaria se pinchó. Los precios habían alcanzado niveles demenciales y bastó el aleteo de una mariposa para desencadenar una tormenta que puede resultar gigantesca.
      El primero en dar la campanada fue nada menos que uno de los bancos de inversiones más grandes del mundo. Bear Stearns anunció hace pocas semanas, de un día par otro, que cerraba dos "hedge funds," que habían montado sus ejecutivos estrella, debido a pérdidas en el mercado inmobiliario. A los pocos días, anunciaba que el valor de ambos se había reducido ¡a cero! La semana pasada, el propio Bear Stearns anunció que un tercer fondo suspendía sus pagos, y la renuncia de su vicepresidente. Su reemplazante debutó declarando que la situación era la más grave que había visto en sus 22 años en el negocio. De inmediato se escuchó el eco ¡en Alemania! Un banco de Dusseldorf que pocos conocían (IKB), tuvo que ser rescatado de pérdidas en el mercado inmobiliario estadounidense por el gobierno alemán, cuyo superintendente de bancos pasó todo un fin de semana desesperado llamando banqueros hasta que logró reunir un paquete de salvataje de 11.000 millones de dólares ¡más o menos el superávit fiscal chileno del año pasado! Agotado, el "super" de bancos alemán declaró que era la situación más grave para la banca ¡desde 1931!
      Las noticias se han venido sucediendo una tras otra. Un banco francés anunció que cerraba una financiera - denominada AXA, sigla que es de temer que pueda resultar ampliamente conocida en Chile, como se verá - por el mismo motivo. Luego vino un banco en ¡Australia! (Macquire) y  uno de los principales bancos franceses, PNB Paribas ha anunciado el cierre de 3 de sus fondos de inversión. Los bancos centrales del mundo han empezado a inyectar dinero en el sistema bancario en cifras inmensas para contrarrestar los efectos del derrumbe hipotecario estadounidense. Solo el  Banco Central Europeo ha inyectado en dos días 120,000 millones de EURO al mercado  en Europa  ¡50.000 millones más que los que inyectó tras el 11/9 del 2001!.
      Los mercados bursátiles están enloquecidos. Un día se derrumban, al día siguiente se recuperan. En las últimas semanas han perdido alrededor de un 10% de su valor - lo que suma varios billones de dólares -, casi todas las ganancias acumuladas en el año, que no habían sido pocas. Los que más han perdido son los bancos, Bear Stearns ha bajado casi un 30% y el Citigroup, el mayor de todos, alrededor de un 25%. Es divertida la manera en que uno de los analistas más inteligentes del Financial Times los compara con el Coyote - si, el gracioso personaje que persigue sin éxito al Correcaminos. Según, él a los mercados les pasa lo mismo que al Coyote cuando sale disparado corriendo por los aires desde el borde del abismo, pero no cae sino hasta que se detiene y mira hacia abajo. Entonces se saca la cresta.
      Bueno, y encima están los chinos. Este pueblo extraordinario, se levanta como el gigante definitivo del capitalismo a medida que este régimen en su tercer siglo finalmente está empezando a abarcar al mundo entero como modo de producción. Sin embargo, parece tener una debilidad irresistible por todo tipo de vicios. Ahora, decenas de millones de ellos se han aficionado a jugar en las bolsas. Un día de febrero pasado, la bolsa de Shanghai se derrumbó casi un diez por ciento. Muchos alrededor del mundo, incluidos los principales mercados accionarios, pensaron que se trataba del campanazo de inicio de esta crisis que se veia venir desde hace tiempo. Sin embargo, los chinos a la semana recuperaron todo lo perdido, y elevaron su bolsa a nuevos records históricos. Por estos días, si caen todas las bolsas en el mundo, los chinos hacen subir la suya, y cuando las otras se recuperan, la de ellos se derrumba. Cada uno de estos vaivenes en su caso es de 3%, 4% y hasta 6% algunos días, lo cual mataría del corazón a los más fogueados inversionistas de cualquier país. Sin embargo, en China a nadie parece importarle mucho. 
      La situación ha intentado ser descrita en estas líneas más o menos como la vienen pintando los principales medios financieros del mundo y sus analistas más responsables. No hay ni un gramo de exageración en ello, como puede comprobarlo cualquiera que lea todos los días alguno de los periódicos mencionados. La situación es extremadamente grave. ¿Significa que se avecina una crisis de proporciones catastróficas? Como se menciona al inicio, eso nadie lo sabe. Lo que está claro es que la crisis ya empezó y que ya ha adquirido grandes dimensiones.
      Si llegase a desatarse del todo, ello no significa tampoco que el mundo se va a venir abajo, ni mucho menos. De hecho, las crisis constituyen la manera en que el capitalismo resuelve todos los inmensos desequilibrios que genera durante su expansión desbocada - y vaya desboque que se han mandado en las décadas recientes, siguiendo las locuras neoliberales. Como todas las treinta y tantas anteriores desde que el capitalismo es capitalismo - la primera tuvo lugar en 1825 - , ésta tiene sus fundamentos en el corazón de dicho sistema. El mismo mecanismo que le permite revolucionar todo, lo conduce a atochar todo de tanto en tanto. Ello ocurre con la inevitabilidad del día y la noche, pero lamentablemente no con la precisión de un reloj suizo. En ese momento se crean las condiciones para que se desate la tormenta.
      No todas las veces éstas se desencadenan, como todo el mundo sabe. Por muy amenazador que el cielo se presente. Sin embargo, cualquiera entiende que cuando el día está feo más vale prevenirse. Mejor quedarse en casita, pero si hay que salir, es conveniente llevar buen abrigo y zapatos y no olvidar el paraguas. El que no lo hace corre serio riesgo de empaparse.
      En el caso de Chile, parece oportuno tomar todas las precauciones del caso. La primera de ellas en el interés público tiene que ver con las inversiones de los fondos de pensiones. Ya no se trata de insistir en la enorme irresponsabilidad que ha significado el conjunto de medidas que han permitido que más de la mitad de los fondos se encuentre invertido en acciones, y otro tanto en el extranjero. Ahora, por desgracia, el asunto es mucho más urgente. Ahora, por desgracia, el asunto es mucho más urgente. Se mencionó más arriba entre las reventadas, a una financiera francesa llamada AXA. Pues bien, en el listado de inversiones de las AFP en el extranjero, al menos a marzo del 2006 del cual se dispone, aparecen más de 435 millones de dólares invertidos en instrumentos emitidos por una financiera llamada..AXA - aparte de algunos millones de dólares en acciones del banco Bear Stearns. Por otra parte, la Superintendencia respectiva registra que entre el 25 de julio pasado, cuando alcanzaron su nivel máximo y hasta el 19 de agosto, los fondos de pensiones habían perdido 3,12 billones (millones de millones) de pesos, equivalentes a aproximadamente 6.030 millones de dólares (ver www.cendachile.cl). Es decir, en dos semanas han perdido más de dos veces el total cotizado el año anterior. Y la cosa sigue. El público tiene derecho a conocer exactamente cual es el nivel de riesgo a que están expuestos sus fondos. La autoridad debe informar al respecto, y si no lo hace, alguien debe exigírselo.

      Manuel Riesco
      Agosto 2007
      (*) (*) Ver artículos del autor relacionados con el curso de la crisis financiera: Afirmarse los PantalonesAntes que sea Tarde, y Acabo de Mundo,Pies de PlomoCartas en el Asunto y El Curso de la Crisis, publicados por El Mostrador, La Nación, El Siglo, Crónica Digital, Generación 80 y otros medios.Ver  CENDA, Carta al presidente de la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, 29 de Agosto y Carta del 12 de noviembre. . Todos estos materiales están disponibles en y disponibles en www.cendachile.cl (ver más antecedentes recientes de la evolución de la crisis en www.cendachile.cl)

      1- Una familia de derivados, conocida como "obligaciones respaldadas or activos," o "CDO" por sus iniciales en inglés consiste en papeles que representan una fracción de un gran número de otros papeles que si tienen respaldo real, por ejemplo, bonos hipotecarios o bonos de empresas. De este modo, el riesgo de los CDO dependen de la capacidad de pago promedio de los emisores de los bonos originales. Existen asimismo CDO al cuadrado, es decir respaldados por otros CDO y hasta CDO al cubo. El volumen de CDO se estima en 1,5 billones de dólares, de los cuales aproximadamente unos 0,6 billones están respaldados por créditos hipotecarios. 
      La principal familia de estos instrumentos, que se denominan derivados financieros en sentido estricto, consiste en los llamados swaps de riesgo. Estos consisten en apuestas que dos partes toman respecto del comportamiento de una tercera. Por ejemplo, dos inversionistas apuestan en sentido inverso respecto del valor del dólar en un determinado plazo, de modo que si sube uno le paga al otro la diferencia y viceversa si baja. Otros pueden apostar a la capacidad de pago de sus bonos de una determinada empresa o país, de modo que si no paga, gana uno y el otro si paga puntualmente. La utilidad de estos instrumentos es muy grande, puesto que si una empresa, por ejemplo, tiene un contrato con precio fijo en pesos, pero éste requiere adquirir insumos en dólares, puede tomar un swap con un inversionista que le asegura que al momento de efectuar las importaciones, sus dólares no va a subir de un determinado valor. El inversionista en cuestión puede asimismo por su parte efectuar compras y ventas de dólares a futuro para precaverse a su vez en esta operación. 
      El poseedor de un derivado sobre un crédito concedido a la General Motors - que le acredita a obtener una ganancia si la empresa paga su obligación a tiempo, o al revés si no lo paga, según sea el caso -, por ejemplo, no necesita ser el titular del crédito mismo. De este modo, adquirir uno de estos swaps requiere muchísimo menos dinero que conceder los créditos originales. De este modo, los que negocian estos instrumentos - generalmente los "hedge funds" - con relativamente poco dinero pueden adquirir intrumentos que representan valores muchísimo mayores. Por este motivo, en caso que acierten en sus apuestas pueden obtener ganancias inmensas. Sin embargo, también puede ocurrir lo opuesto, como está sucediendo en la actualidad (NYT 31/08/2007).  

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