lunes, 18 de junio de 2012

LA MISTERIOSA PÁGINA WEB 8-3-11 SIN RESOLVER CAP1.mov

domingo, 17 de junio de 2012

creepy, disturbing, yet awesome cartoon ("Bimbo's Initiation")

jueves, 14 de junio de 2012

Una de las mejores campañas publicitarias [HQ]

Campaña de marketing viral: Amo a Laura


Campaña de CP Proximity para Random House Mondadori para el lanzamiento del libro “La Señal”
De la campaña del lanzamiento del libro hay que destacar dos cosas:
· Es la primera campaña viral viralizada por un virus.
· Es la primera vez que un libro empieza y acaba en internet

La campaña entera la puedes ver en: http://www.thisismywork.com/iman/lasenal/ 
Resumen de la Campaña  
¿Es Internet, enemigo o amigo de las editoriales? ¿Es un canal válido para lanzar un libro?  Aunque Internet robe tiempo a la lectura, es posible lanzar una novela de la mano de Internet, e incluso complementarla.

La prueba es la campaña de lanzamiento de La Señal, la primera novela que empieza y acaba en Internet.

Fecha de Inicio de la Campaña [formato dd/mm/aaaa]
11/09/2008
Fecha Finalización de la campaña [formato dd/mm/aaaa]
2/03/09

Estrategia
La Señal es una novela científica. La trama comienza con una extraña base real: el Proyecto Conciencia Global de la Universidad de Princeton. Una red de ordenadores conectados alrededor del mundo que sufren alteraciones antes de grandes catástrofes. Esto ha ocurrido antes del 11S o del Gran Tsunami. En la novela, la próxima gran catástrofe detectada es un  virus informático.
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sábado, 9 de junio de 2012

El mecanismo es antiguo: inyectan dinero en un país a condición que no se utilice demasiado en I+D, importen artículos con alto valor agregado a fin de borrar su industria, fomentan los créditos y el consumo y sobre todo el endeudamiento. Al poco tiempo, los bancos que le pidieron prestado a la usura internacional no pueden cobrar sus deudas y extorsionan al Gobierno a nacionalizar la deuda, so pena de producir un crack financiero. El Gobierno cede y pide rescate a... sí, a la misma usura internacional. Es el mismo juego en distintos países.


Destellos de diamante




Ya no hay excusas para no haber visto Diamond FlashLa primera película de Carlos Vermut ha ido pasando de boca a oreja desde hace unos meses, como un secreto a gritos, y ahora se sirve en streaming desde Filmin, para todos aquellos que quieran adentrarse en sus profundidades. La vi hace ya un tiempo en un pase de La Casa Encendida y el efecto perdura intacto hasta hoy. Pocas películas tan insólitas como esta. Extraña y fascinante, incomparable de principio a fin, a ratos malsana y a ratos muy divertida, violenta y alucinógena. Como un Tarantino de garaje o un primer Almódovar puesto al día, Vermut ha renunciado a una espectacularidad que no se podía permitir y ha tejido una historia que parece hecha de otro tipo de materiales. Con sangre y vómitos y con historias alucinantes, con madres e hijos y con superhéroes que aparecen para salvarnos del terror cotidiano, pero todo eso contado de forma susurrada, en los interiores de unas pocas casas madrileñas, en planos fijos y aparentemente sencillos, con actores desconocidos o no profesionales.
La sensación de estar ante una película casera no solo no juega en contra de la película sino que aumenta su sensación de extrañeza y la hace mucho más impresionante, aterradora por momentos. No recuerdo otra película que ponga en escena, y de forma tan precisa, semejantes enrevesamientos argumentales, entre el melodrama y el cómic, utilizando diálogos naturalistas pero muy elaborados dentro de espacios así de reducidos, feístas, claustrofóbicos, humanos, demasiado humanos. Sería inútil intentar resumir la trama. Si dijéramos que trata sobre violencia de género, mujeres maltratadas, pederastia, quizá más de uno se pondrá en guardia. Hay mucho de todo eso y me produce ciertos escalofríos recordarlo. Todavía me pregunto cómo ha podido Carlos Vermut atreverse con un material tan sensible, llegando a cruzar incluso ciertas barreras de seguridad vial y moral, saltando sin red para salir airoso sin que lleguemos a comprender del todo cómo ha logrado hacerlo.
Sin duda hay un cineasta inconsciente en Carlos Vermut, pero esa inconsciencia es también marca de los grandes cineastas. Lo más sorprendente es que se trata de su primera película. Vermut proviene del mundo de cómic y sólo después de hablar un rato con él me di cuenta de hasta qué punto había trasladado la técnica y el lenguaje de ese mundo a su primera película. Casi todos los planos de Diamond Flash podrían pertenecer a las viñetas de un tebeo o de alguna novela gráfica, apenas hay una sola panorámica o moviento de cámara, pero en ningún momento uno echa de menos esa clase de recursos. El movimiento está en otra parte, en el ritmo interno de cada uno de los planos, en el manejo de los tiempos, los diálogos, los resortes dramáticos. Hay auténticos giros de trescientos sesenta grados en un solo plano fijo, secuencias largas y asombrosamente estiradas que de repente se replantean enteras en una sola frase y que nos obligan una y otra vez a cuestionarnos la película que estamos viendo. Ahí reside gran parte de su capacidad hipnótica.
Es difícil adivinar por donde nos lleva esta película, el placer está en dejarse arrastrar por ella; funciona por superposición de capas, de historias y de personajes que se renuevan cuando menos lo esperamos. Armar una película de esta manera me parece muy difícil y muy admirable, nos exige como espectadores pero nos hace disfrutar mucho si logramos instalarnos en ella, aunque nos cambien de asiento más de una vez. Me interesa menos cuando al final la película nos obliga a encajar las diferentes piezas del puzzle de la trama, podría parecer que la película consiste en eso;  prefiero sus agujeros negros, lo que deja a la imaginación. Lo mejor de Diamond Flash es que está llena de imágenes que sólo podemos escuchar, entrever, imaginar. Historias extraordinarias contadas desde lo infraordinario. Es una manera de hacer cine muy práctica y sin embargo muy poco practicada. Seguramente porque no sólo es arriesgada sino mucho más difícil aún. Pero resulta que hay un tipo entre nosotros que se atrevido a coger una cámara y unos cuantos actores técnicos y se ha lanzado a una aventura insólita, delirante y fascinante, que abre una nueva puerta hacia el cine que podemos hacer. Por mi parte sólo puedo celebrarlo y brindar por ello. Otro Vermut, por favor. 

martes, 5 de junio de 2012


LOST Y LOS MUNDOS INTERMEDIOS: DANTE, MILTON, SWEDENBORG, BLAKE







[UNA ACTUALIZACIÓN Y DESARROLLO DE ESTE TEMA EN ENTRADAS SUCESIVAS A PARTIR DEL 20-1-11. IR A LA PÁGINA PRINCIPALhttp://manueldelgadoruiz.blogspot.com/


1. LAS FUENTES VISIONARIAS DE LOST
La otra noche en la Reina intenté esbozar el que os había adelantado sobre LOST, sobre todo a partir del famoso capítulo 9 de la sexta temporada, algo importante a subrayar en adelante, puesto que reconozco que no he visto todos los episodios de la serie y no tengo ni legitimidad ni competencia por hacer una lectura del conjunto. Mi hija mediana, Cora, consiguió engancharme a la serie, pero me ha sido imposible seguirla con la fidelidad que me hubiera gustado. Como lo que expliqué fue algo apresurado -habíamos empezado con retraso y el ambiente era más agobiante de lo habitual-, me extiendo ahora algo más y, de paso, comparto con más gente alguna de las consideraciones de las que os hablé. En primer lugar, que quede claro: no tengo la más remota pretensión de "aclarar" los misterios y arcanos de la serie. Es evidente que existe una voluntad por parte de los guionistas de generar expectación con cada nuevo giro en un argumento que, a veces, se puede antojar artificialmente laberíntico y dar pie al que hoy por hoy es una especie de pequeña multitud de "lostólogos", dedicados casi a tiempo completo a la exégesis de cada episodio y de la totalidad. En segundo lugar, téngase en cuenta una premisa: toda serie televisiva, con muy pocas excepciones, es una gran colección de referencias tomadas de aquí y allá, provenientes de películas, de otras series, de cómics o de obras literarias, una colección de alusiones, homenajes, plagios, guiños, etc. LOST sería una apoteosis de este principio: cualquier seguidor de la serie lo es de una sucesión de flashes, cada uno de los cuales tiene su conexión con algo que los guionistas han visto o han leído y que es metido en un túrmix para acabar produciendo, encadenando todos estos materiales, un precipitado parecido a un argumento. En el caso de la serie es descarada la deuda que PERDIDOS tiene contraída con películas como, entre muchas otras, STALKER, FORBIDENN PLANET, EL ÁNGEL EXTERMINADOR, DONNIE DARKO, THE PLANET OF THE APES, LOS CRONOCRÍMENES..., o con otras series televisivas, como la inglesa de finales de los 60 THE PRISIONER. O con novelas como La ISLA DEL TESORO, LA INVENCIÓN DE MOREL, EL PÉNDULO DE FOUCAULT, EL SEÑOR DE LAS MOSCAS, LA ISLA MISTERIOSA. O con cómics como WATCHMEN. Etc.
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Emanuel Swedenborg


El Cielo y el Infierno (Heaven and Hell) es un libro prohibido del místico inglés Emanuel Swedenborg, publicado en 1758.

El título original del libro, al igual que el resto de la obra, está escrito en un correctísimo latín: De Caelo et Ejus Mirabilibus et de inferno, ex Auditis et Visis (Sobre el Cielo y sus Maravillas y el Infierno en base Cosas Oídas y Vistas).


El Cielo y el Infierno brinda una detallada descripción de la vida en el Más Allá, y de las regiones remotas y siderales a las que viaja el alma una vez desencarnada del cuerpo. Emanuel Swedenborg, además, da una información minuciosa sobre la vida de los ángeles, incluso de sus matrimonios, ya que para el gran místico de Inglaterra los ángeles también contraen matrimonio. Acto seguido se explica la razón de que mueran niños en la Tierra y cuál es su sitio en el Cielo, al igual que un examen prolijo sobre el despertar del espíritu en la otra vida, región vinculada al Limbo, a mitad de camino entre el Cielo y el Infierno.

Es interesante señalar que Emanuel Swedenborg sostiene la teoría del libre albedrío incluso en los espíritus, y asegura que al momento de despertar en el Más allá, es el espíritu quien decide a qué sitio le corresponde ir, teniendo en cuenta sus virtudes y miserias en la Tierra, siendo él mismo quien decide si su sitio es el Cielo o el Infierno.

Emanuel Swedenborg afirma que toda esta información le fue entregada por sus propios ojos y oídos, y que presenció de primera mano las bondades celestiales y los abominables tormentos del infierno. Muchas de sus aseveraciones esgrimen un claro sentido común, por ejemplo en el capítulo donde señala que todas las personas decentes nacidas antes de la llegada de Jesucristo (a menudo condenadas por la iglesia a un purgatorio abúlico) residen en el Cielo. Tanto judíos como musulmanes, paganos, griegos y romanos, tienen su espacio en los amplios salones y las altas bóvedas de la mansión celeste.

Hasta aquí, Emanuel Swedenborg se vuelca hacia el Cielo, pero como su título lo indica, también hace un profundo repaso sobre la vida en el inframundo. El camino al Infierno, asevera, se costruye a través del amor propio, del amor por uno mismo y las cosas mundanas. Ése, y no otro, es el pasaje inexorable que el espíritu, despojado ya de carne, utiliza para elegir las torturas del averno.

Es interesante apuntar que Emanuel Swedenborg ve en Dios al amor absoluto, al amor sin reservas, total y completo. La intención de Dios, afirmaSwedenborg, es que toda su creación retorne al Cielo, destino que anhela incluso para los demonios más abyectos. La llamada Ira de Dios es explicada con sencillez: los pueblos primitivos necesitaban de un Dios iracundo, volátil, pero esa ira y esa volatilidad no estaban en Dios, sino en los ojos y corazones de sus primeros creyentes

El Cielo y el Infierno tuvo una profunda influencia, no sólo en la fe, sino en la literatura. Jorge Luis Borges a menudo se detiene en sus páginas. William Blake juega con él en sus Bodas del Cielo y el Infierno (The Marriage of Heaven and Hell), y Edgar Allan Poe lo utiliza en su relato La caída de las Casa Usher (The Fall of the House of Usher).