lunes, 30 de marzo de 2009

Si existe una saga que ha hecho historia a lo largo de sus capítulos dentro del género de las aventuras gráficas, esa ha sido Myst. A ningún usuario de PC le resultará extraño o desconocido el nombre de la saga, que ha gozado de una larga vida que se extendió durante más de una década y cinco entregas, por lo general de elevada calidad (seis, si contamos la variante de Uru).

Myst (Nintendo DS)

Esta famosa saga de aventuras gráficas, con una interesante relación entre capítulos y variantes en forma de novelas, también se adentró en el terreno de las consolas de sobremesa, aunque el resultado no haya sido tan satisfactorio como en los ordenadores. Las primeras entregas aún solventaban la papeleta, sobre todo en Saturn, pero la tercera fue un sonoro fracaso en PS2 y Xbox, que provocó que las dos últimas entregas no saliesen del PC.

Sin embargo, la saga ha hecho su regreso a las consolas con la adaptación de su entrega original a PSP hace más de un año. El resultado no fue el mejor, pero tampoco ha sido un desastre, y ahora nos encontramos con una versión para la otra consola portátil, que gracias a su doble pantalla podría llegar a ofrecernos un abanico de posibilidades más amplio para revivir esta aventura.

Myst (Nintendo DS)Myst (Nintendo DS)

Libros e historias
El hilo argumental de Myst gira en torno a Atrus, descendiente de la civilización perdida de los D’ni. No se trata de un hombre normal, ya que domina el Arte de la Escritura y, con ella, es capaz de crear vida en cada uno de sus libros; universos llenos de características propias y mundos, poblados o no, ricos en detalles y elementos arquitectónicos propios.

Se puede viajar a través de los libros a estos mundos, y cada uno dirige a una Era (es el nombre que reciben esos universos) totalmente distinta a las demás. Por si fuera poco, estas pueden seguir una evolución propia, independientemente de lo que Atrus pueda escribir sobre ellas una vez creadas. La historia se complica y se amplía con los hijos de Atrus y su encierro en sendas Eras-Prisión.

Myst (Nintendo DS)

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myst y el arte de la memoria


¿Sueñan los arquitectos digitales con espacios virtuales?

Myst es uno de los juegos de ordenador más sugerentes para un arquitecto, y un auténtico paradigma entre los juegos de aventura gráfica. Cerca de dos mil quinientas imágenes nos muestran escenarios y paisajes imaginarios, de ensueño, que pertenecen a diferentes mundos o Eras.

La historia de Myst es la historia de la casi extinguida civilización D´ni, cuyo poder consiste en crear mundos gracias a la Escritura Descriptiva, sólo conocida ya por Gehn, padre de Atrus, el último de los caballeros D´ni. Los mundos se describen en libros especiales, los Kortee´nea, donde se incorporan las características deseadas, como sus tamaños físicos, sus soles y sus lunas, la composición de su suelo y sus océanos. La belleza de Myst consiste en que estas descripciones pueden ser someras, sintéticas, con la indeterminación y la brevedad de un haiku, o detalladas, llenas de matices, científicas. La Era tratará de cumplirlas al pie de la letra, resolviendo las indeterminaciones y evolucionando con las leyes naturales de que haya sido dotado, lo que tal vez conducirá hacia el perfeccionamiento, al estancamiento perpetuo o hacia la destrucción. Cualquier contradicción producirá la desaparición inmediata de la Era y de sus habitantes.

Como en la tarea de proyectar, ejercicio habitual de los arquitectos, la descripción de un objeto conduce a su creación, y en esa descripción está la semilla de sus posibilidades futuras. Aunque, en Myst, las modificaciones del proyecto son retroactivas: al tachar la Escritura Descriptiva se anulan todos los efectos de lo eliminado y se reconstruye otro mundo, que puede ser completamente distinto a partir de ese momento.

Myst y su continuación, Riven, con cuatro mil nuevas imágenes, son juegos creados sobre espacios virtuales. Su recorrido es tan emocionante que en Riven, al contrario que en Myst, se permite que el espectador acceda a todos los mundos que quiera sin necesidad de resolver los rompecabezas y de descubrir los misterios que facilitan las claves de acceso.

En revistas de informática gráfica encuentro anuncios de programas para ayudar a crear estos mundos, para añadir paisajes, fenómenos naturales, cielos y tierras, montañas, vegetación, a veces hasta personas: no es sorprendente que el último se llame World Builder. Veo en Art Futura, la fantástica exposición del Círculo de Bellas Artes que nos pone al día sobre las posibilidades gráficas de los ordenadores, la presentación de REM Infográfica, empresa española que triunfa vendiendo programas a las grandes productoras de Hollywood -dinosaurios made in Spain-, donde enseña sus programas para modelar fácilmente elementos orgánicos y, todavía más sorprendente, sus sistemas para envejecer artificialmente los modelos digitales en tres dimensiones, que salen tan relucientes en los ordenadores que no parecen reales: un paso hacia la estética sucia y futurista de Blade Runner.

Las películas, por cierto, siempre han sido grandes consumidoras de arquitecturas efímeras, antes en decorados, ahora en espacios simulados por ordenador. Pero las películas no son interactivas, no ocurre nada en ellas más que lo que está previsto que ocurra.

Cada vez nos rodean más espacios virtuales interesantes. El espacio virtual es interesante porque puede recorrerse, pasan cosas en él, nos encontramos gente que habla, busca, compra. En Internet, naturalmente, hay varias ciudades virtuales, con sus barrios, donde uno puede abrir su propia página personal y realizar intercambios, eligiendo una personalidad real o un avatar, una especie de alias que protege la intimidad. Los espacios virtuales, a veces, no tienen existencia visual, son puros canales de comunicación escrita, pero otras veces se basan en modelos de tres dimensiones, donde el desplazamiento es la forma de buscar y donde la orientación se realiza a través de la retroalimentación gráfica.

Un espacio virtual que podemos ver cada día está en los decorados simulados para programas de televisión, especialmente los que suelen utilizarse para mostrar la información del tiempo. Aprovechando la necesidad de combinar la imagen del presentador con la infografía digital de los mapas, un paso más lleva a insertarlo todo en un escenario ficticio, cuya gracia está en que se mueve sincronizado con la cámara. Si la cámara enfoca al presentador, el escenario se desplaza en consecuencia, o se vuelve más difuso, para aumentar la idea de lejanía y contraste. No es raro encontrar personas que, igual que otros dudan del viaje a la Luna, creen que estos escenarios son decorados de cartón y madera.

Hace un año estaba, también en Art Futura, una de las empresas que desarrollan el sistema de creación de escenarios virtuales para televisión. Interesado por saber qué tipo de personas diseñan los espacios virtuales, pregunté a la persona a cargo del stand si solían contratar arquitectos para esa tarea. "¿Arquitectos?. ¿Para qué?, si estos escenarios no pueden caerse...".Lógica aplastante, y reconocimiento sin matices del papel que a los arquitectos se nos asigna como seres capaces de conjurar a las fuerzas tectónicas, papel incorporado desde el propio nombre de la profesión.

En Myst, como no podía ser menos, Gehn ha llegado a considerarse un dios, creador de mundos cuyos habitantes le profesan un temor reverencial y le adoran. Su hijo Atrus, más modesto y más moderno, cree que estos mundos ya existen, y que la Escritura Descriptiva simplemente establece nexos hacia ellos para visitarlos. Quizá nuestros proyectos como arquitectos, como las esculturas dentro de los bloques de mármol, ya existen, y sólo tenemos que dibujarlos para reencontrarlos. En cualquier caso, la creación de espacios virtuales, atractivos, sugerentes, emocionantes, quizá entretenga a generaciones de arquitectos futuros, si éstos no desprecian ese trabajo con la actitud que nos caracteriza ante todo lo que no sean viviendas adosadas de carne y yeso.

Habrá cada vez más espacios virtuales en juegos interactivos, en películas, incluso formarán parte de los proyectos de arquitectura real, que existirá en la mente del ordenador antes de que se dé el visto bueno a la construcción. Y Juan Antonio Ramírez les dedicará un capítulo en alguna reedición de "Edificios y sueños". Lo único lamentable de los espacios virtuales es que no existan. Como dice Mía Farrow en "La Rosa Púrpura de El Cairo" hablando del protagonista: "¿Existir? No va a tenerlo todo...".

Madrid, 24 de enero de 1998

Fernando Valderrama
Departamento de Expresión Gráfica
Escuela Superior de Arquitectura
Universidad Europea de Madrid
Madrid, mayo de 1999

Arquitecto

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domingo, 22 de marzo de 2009


Uno. «The more complicated, the better»; El experimento de Bavelas *

Durante las décadas de los años ‘50 y ‘60, una serie de experimentos audaces y de gran envergadura llevados a cabo en Stamford por el profesor Alex Bavelas despertaron un notable interés por las consecuencias que de éstos se han podido extraer.

"Cuanto más complicado, mejor" [«The more complicated, the better»]2, es el nombre de uno de esos estudios, el que precisamente se expone al comienzo del presente trabajo para introducirnos en la temática del fantasma. Tan sólo agreguemos por ahora, que con el estudio de marras - publicado por Paul Watzlawick en ¿Es real la realidad?3, Bavelas ha llegado a demostrar que la desinformación tiene una influencia de gran alcance en el sentido en que se configura la realidad para un ser humano.




a. El experimento

En un gabinete, dos sujetos, "A" y "B", son ubicados frente a una pantalla de proyección, separados por una pared de modo que no haya comunicación entre ambos. A continuación se le presentan diapositivas médicas de células sanas y enfermas. El test consiste en que los participantes deberán aprender a reconocer cuál es cuál por ensayo y error. Para emitir sus respuestas, cada uno de ellos cuenta con dos botones: uno para marcar sano y otro para marcar enfermo realizando, así, su diagnóstico, al tiempo que en un tablero también situado al frente de los sujetos una luz se enciende con un color señalando si su respuesta es correcta y, con otro color, en el caso de que el diagnóstico sea incorrecto.

Comienza el experimento. Las diapositivas son proyectadas de a una por vez. Pero hay cierto ardid instrumentado por el diseñador del experimento que los participantes desconocen: a ambos se les presentan las mismas diapositivas; pero, en tanto a "A", quien dirige el experimento le responde correctamente si su conjetura de hecho es correcta o incorrecta -, a "B", en cambio, lo que se le responde es lo mismo que a "A" independientemente de que su respuesta sea correcta o incorrecta. Es decir que "B" recibe una respuesta totalmente “contingente”, en tanto no guarda relación alguna con su propio diagnóstico sino con las conjeturas de "A".

En el curso del experimento, la mayoría de los sujetos que ocupan el lugar "A" claramente son los que aprenden a distinguir, mediante el método de ensayo y error, las células sanas de las células enfermas con un grado justo de corrección (cerca de 80 por ciento de los casos presentados).

Como paso siguiente "A" y "B" son invitados a reunirse para discutir sobre lo que han llegado a considerar las reglas o argumentaciones que los han llevado a distinguir entre células sanas y enfermas. Las explicaciones de "A" son simples y concretas. Los sujetos que han ocupado el lugar "B" en el experimento, en cambio, lejos de sentirse desanimados frente un desafío de imposible solución, arman una serie de elucubraciones muy sutiles y complicadas a partir de las cuales explican porqué algunos son correctos o incorrectos, después de todo, tuvieron que construir sus hipótesis en base a datos sumamente contradictorios. Por supuesto que todos los resultados son fallados; sin embargo, contingencia mediante, a "B" lo han conducido a creer que existe un orden; en otras palabras, "B" ha buscado un orden donde no hay ninguno, y a partir de allí ha podido construir sus propias conclusiones.

Lo asombroso es que “A”, lejos de considerar como innecesariamente complicadas o absurdas las explicaciones de “B”, no sólo se muestra fascinado por la "brillantez sofisticada" de las elaboraciones de su adversario; sino que además tiende a sentirse inferior y vulnerable debido a la simplicidad de sus propios argumentos.

Antes de pasar a una segunda prueba, se les solicita que conjeturen quién habrá de progresar en esta ronda. Ambos coinciden en que "B" será quien lleve la ventaja, dado que su discurso es comparativamente mucho más profundo y sutil, que las obtusas explicaciones de "A".

El experimento de Bavelas tiene consecuencias de gran amplitud que son analizadas y desarolladas por Watzlawick.

En primer lugar, afirma Watzlawick, partimos de un estado de desinformación, "A" y "B" desconocen la información correspondiente, la tienen que elucubrar.

El segundo paso, es que se llega, de algún modo, a una conclusión provisoria. Al ponerlos a discutir entre ellos, "A" y "B" obtienen una información adicional. Ahora bien, esta segunda información, no da lugar a ninguna corrección sino, por el contrario, a una reelaboración y refinamiento de la conclusión primera, que pasa a ser una suposición que no admite refutaciones, es decir es una suposición auto-obturadora.’ Watzlawick lo dice en estos términos:



"Los seres humanos tendemos a buscar un orden en el curso de los hechos, y una vez que hemos insertado ese orden, la visión de realidad que de aquí se deriva se va autoconfirmando mediante una atención selectiva."4



Y, una vez que se ha formado y consolidado una premisa, observa Watzlawick, el resto ‘del creciente delirio se produce en forma casi inevitable, a base de conclusiones, al parecer totalmente lógicas, extraídas de aquella única y absurda premisa.’5

Toda realidad según el constructivismo al que Watzlawick adhiere es entonces una construcción de aquellos que se esfuerzan por descubrirla e investigarla. En "La realidad inventada" afirma lo siguiente:



"En un sentido puro y radical el constructivismo es incompatible con el pensamiento tradicional. Por diferentes que sean entre sí las más de las imágenes filosóficas del mundo, científicas, sociales e individuales, todas ellas tienen sin embargo algo en común: el supuesto de que no sólo existe una realidad real sino de que esa realidad se corresponde más claramente con ciertas teorías, ideologías o convicciones personales."6



Hasta aquí podría afirmarse que en cuanto a la concepción de la noción de realidad, constructivismo y psicoanálisis se condicen. Desde el psicoanálisis, podemos imaginar un momento mítico, un punto inicial en donde uno supone un Otro, un Otro enigmático, sobre el que uno se podría preguntar ¿qué me quiere? en tanto no da muestra y efectivamente no dice qué quiere. Ante este enigma entonces se trata de determinar un orden; en ese orden de realidad uno concluye una primera premisa, y a partir de ella todas las informaciones posteriores van a seguir alimentando y justificando esa primera premisa. De allí que el sujeto desconcertado al comienzo, luego llegue a forjarse una hipótesis -que en lo sucesivo, y aún cuando no sean correctas, le parecen que son cada vez más confiables. Lo que este sujeto ["B"] no sabe - como ya anticipamos- es que entre las respuestas que da y las reacciones del experimentador no existe una relación inmediata. El experimentador crea así en el sujeto una concepción de "la realidad" que sirve de base para un cierto orden. Esto es, que ocasionalmente al menos, "B" supone haber descubierto un orden o una regularidad que se le ha escapado al investigador.

Algo similar solía suceder con muchos adolescentes que emprendían el primer tramo de lo que se llama test de Orientación Vocacional. La Orientación Vocacional consiste - o al menos consistía esencialmente hasta hace unos años - en otorgarles información de las diversas carreras a las que aspiraban los adolescentes. Pero, dado que en gran parte, los sujetos arribaban ya con la suposición de una o dos carreras, cuando observaban el material que les era suministrado, lo que hacían era convalidar que esas efectivamente eran las carreras que deseaban seguir. Es decir que con la información se confirmaban sus premisas, aquellas que Watzlawick expone en términos de ‘creciente delirio’. Tal como los sujetos "B" sometidos al experimento, y al cual inmediatamente - en términos lacanianos- por una cuestión fantasmática de que a uno siempre le falta algo porque uno está castrado, "A" acepta que "B" es realmente un ser dotado de sinigual brillantez frente a la opacidad intelectual que el propio "A" se adjudica. Realidad a la que -como deja entrever el experimento- "A" termina plegándose.






b. Watzlawick, Lacan y la noción de realidad

¿Qué diferencia puede situarse entre la noción de realidad planteada por Watzlawick y la concebida por el psicoanálisis? A simple vista sólo una, y es que el psicoanálisis sostendrá que esa construcción delirante de la realidad implica una recuperación de goce, una ganancia de satisfacción. Uno de los puntos cruciales aquí es el de la fijación a aquellas premisas aún cuando, inicialmente, sean supuestas o provisionales. En otros términos, no se trata aquí de un aparato exclusivamente simbólico considerado en términos de desinformación y recuperación de esa información como propone Bavelas, sino que allí donde hay un vacío, una falta de saber, el sujeto inventa -vía el síntoma o la fantasía- algo que le permite, a su vez, recuperar o ganar cierto placer.

Lo que la clínica psicoanalítica conduce a constatar es que el fantasma tiene una función de consolación, función observada tempranamente por Freud, quien introdujo al fantasma en psicoanálisis como una producción imaginaria que el sujeto tiene a su disposición para ciertas ocasiones más o menos frecuentes. Freud la llamó “ensueño diurno”, y bajo esa forma irrumpió el fantasma en el discurso analítico. Es en ‘El creador literario y el fantaseo’7, donde Freud observa que cuando el niño deja de jugar comienzan sus actividades de fantaseo. Y agrega que en el adulto, el fantaseo viene al lugar del juego, permitiéndole ante la realidad dura e insatisfactoria de la vida, asunto no fácil de soportar, recuperar una parte de la satisfacción perdida.

En el Seminario 108, Lacan introduce insistentemente la noción de la realidad como marco fantasmático. Es decir, algo así como que a los seres humanos se nos presenta la realidad siempre enmarcada en un cierto contexto, que no es otro que el de nuestro fantasma; de allí que determinadas situaciones que hacen vacilar al fantasma llevan al sujeto a abruptas salidas fuera de dicho sostén como es el caso del pasaje al acto, pasaje a través de la ventana, del escenario que lo sostiene en el mundo.

Agreguemos que el fantasma en la neurosis explica qué me quiere el Otro en términos que incluyen la significación fálica traspolada al registro oral, anal, escópico, etc. Ante el ¿Qué me quiere?, es decir el "¿Che vuoi?"9 acuñado por Lacan, las respuestas pueden ser de las más variadas: me quiere una asquerosa rata hinchada, que es el equivalente del falo – la respuesta fantasmática que da el Hombre de las Ratas10 – Es curioso aquí - apuntaría Freud - cómo desde la dimensión fantasmática, el asco, lo repulsivo, o lo espantoso puedan equivaler a lo maravilloso, al falo requerido por el Otro. En el caso Dora11, por ejemplo, el falo entra en relación con lo oral: la lengua, la boca. Dora entendía todo lo concerniente a lo más significativo de su vida, a su deseo, a su goce, en esos términos, tal como lo testimonia el historial.

¿Qué sucede en el neurótico cuando algo no entra cómodamente dentro de su matriz fantasmática? Desde su neurosis, suele descartarlo por ‘extraño’ o ‘anormal’. Es por esta razón que para constituir su clínica, el psicoanálisis introduce la necesidad ética de que todo psicoanalista se abstenga de considerar que lo que a él se le impone como ‘la’ realidad necesariamente deba ser la realidad del otro. El analista, en la medida que para acceder a su posición, ha debido en su propio análisis atravesar su fantasma, sabe que el sentido común no conduce a lo real, por el contrario, quien se ata él permanece en la realidad de “los fantasmas compartidos, los más comunes, banales y estériles; como así tampoco se horroriza ante el infierno de la realidad cotidiana de la que los otros hacen su confort, "confort culpable, y siempre un poco deteriorado por el malestar de la civilización."






3. Cerrazón de los sistemas ideológicos

El experimento de Bavelas resulta interesante para pensar cómo se construyen ciertos sistemas ideológicos, políticos, o ciertas creencias económicas, en función de premisas a las que luego toda información adicional habrá de ir insuflándolas en una creciente y exasperada entelequia. Tal es así que si observamos la historia del mundo, encontramos que las conjeturas 'irrefutables' han sido responsables de las peores atrocidades, desde la inquisición hasta las ideas de la superioridad racial, la demanda de ideologías totalitarias en su pretensión de haber encontrado la última respuesta, o el de ciertas políticas que no cejan en negociar al por mayor, por paquetes, a los mismos sujetos, llamados ciudadanos, por cientos de miles.

Para abordar esta problemática recurriremos a alguno de los ejemplos que ofrece Zizek al referirse al fantasma como soporte de la realidad llevada al plano de ciertas construcciones ideológicas. La base de la argumentación zizekiana, es que la construcción ideológica siempre encuentra sus límites en el terreno de la experiencia diaria, experiencia que a su vez es incapaz de sacudir, reducir o aniquilar el nivel post-ideológico. En vías de elucidar esta cuestión, el autor propone imaginar a un individuo típico de la Alemania de fines de la década del treinta. Este sujeto - bombardeado por la propaganda antisemita que siempre ha descripto al judío como la reencarnación del Mal, el gran intrigador político y demás-, regresa a su casa y encuentra al Sr. X, su vecino judío, un buen hombre con quien suele platicar a diario, cuyos hijos juegan con los suyos. Sin embargo, esta experiencia cotidiana de ningún modo ofrece una irreductible resistencia a la construcción ideológica. Pues si la ofreciera, la ideología antisemita todavía no se hubiera apoderado de nosotros. Una ideología se “apodera de nosotros” sólo cuando no sentimos ninguna oposición entre ella y a realidad. ¿Cómo reaccionaría el individuo alemán, si fuera un buen antisemita, ante esta brecha entre la figura ideológica del judío (maquinador, intrigador, explotador, etcétera) y la experiencia común de todos los días de su buen vecino, el Sr. X? Su respuesta sería la de convertir esta brecha, esta discrepancia, en una argumentación a favor del antisemitismo: ¿Ves cuán peligrosos son en realidad? Es difícil reconocer su verdadera naturaleza. Ellos la esconden tras la máscara de la apariencia cotidiana – y es exactamente este ocultamiento de la propia naturaleza, esta duplicidad, lo que constituye un rasgo básico de la naturaleza judía. "Una ideología - concluye Zizek - triunfa cuando incluso los hechos que a primera vista la contradicen comienzan a funcionar como argumentación en su favor." 13




"Pegan a un niño". Vacilaciones fantasmáticas y efecto de derelicción

Los analistas tenemos la oportunidad de escuchar frases que denotan el goce de un castigo proferido a un lugar tercero y ejecutado por alguien que no está en principio referido al otro paterno. La dimensión gozosa en tanto goce del castigo, de la paliza, la deduce Freud de la construcción de la frase intermedia, inconsciente: “yo soy pegado por mi/el padre”. La frase del fantasma manifiesto es “pegan a un niño” o “un niño es siendo pegado” para expresarla con el movimiento y la actualidad con que se presenta. La asociación conduce sin grandes tropiezos a la rivalidad edípica: “el padre pega a un niño odiado por mi”. Y la frase inconsciente, que se deduce por construcción en análisis: “soy pegado por mi padre”. Mostraría por un lado como esa fraseología se deduce del tránsito por el Edipo y Castración y como es consecuencia de las operaciones que allí se dan. Mostrarían un punto de sometimiento al castigo paterno y también ciertas vías de solución.

La experiencia analítica nos enseña además que el paciente, a propósito de su síntoma, habla mucho. Es la razón por la que se analiza. En relación al fantasma, en cambio, la situación es completamente diferente.- normalmente el paciente no se lamenta. Muy por el contrario, podemos decir que a través de él obtiene cierto placer. Se trata aquí de dos vertientes diferentes.

Podríamos decir entonces, que el fantasma repite en operaciones la metáfora paterna. Estas secuencias del fantasma tienen su inflexión en relación a un punto de imposibilidad que solemos nombrar como vacilaciones del fantasma, colapsos del fantasma, de 'encuentros con lo real'. Para recapitular sobre este encuentro con lo real,y la función defensiva del fantasma, cito unas frases de Eduardo Said:

" El fantasma, por más de que sea sufrido, o de flagelación, suele resolver la angustia que produciría la radicalidad de un vacío absoluto, un efecto de derelicción, de desubjetivación.

Las vacilaciones del fantasma en análisis son las que permiten un movimiento hacia su travesía, su construcción, su decantación y al aligeramiento de las formas de goce sintomáticas que a él se anudan."

Si el encuentro con el enigma del deseo del Otro, es el punto de surgimiento de la angustia, tal como lo caracteriza Lacan. ¿Cuáles son las estrategias defensivas para no caer en un estado permanente de angustia? Precisamente ese bagaje de frases construidas, listas, pret-a-porter, que en tanto forman parte de nuestro guión existencial detonan automáticamente ante el enigma de ¿Qué me quiere el Otro?. La señal más sutil será así interpretada a partir del axioma inicial que se confirmará una y otra vez mientras son sistemáticamente desoídas las pruebas que lo contradicen. “A” partir de allí todas las elucubraciones serán tendenciosas y de este modo cada quien inventa su respuesta y arma una estrategia defensiva. De allí que el investigador "B" en el experimento de Bavelas lejos de caer en un estado de desasosiego y angustia, alcanza a armar sus propias elucubraciones. El fantasma limita, de algún modo, u otorga un marco de referencias, significaciones e interpretaciones a la enormidad de las respuestas posibles como significado del Otro. El Otro, en tanto Otro deseante, Otro barrado, caracterizado así por Lacan, que es precisamente el que le respondía a nuestro ‘mártir B’.






3. El encuentro amoroso como engarce fantásmatico; El mito del andrógino



Uno de los destinos de mayor implicancia de los fantasmas es operar como condición de la vida amorosa. Que no es posible amar sin guión, lo sabemos; y enamorarse consiste en estar sujeto a un libreto escrito mucho antes de que tuviéramos la pretensión de una originalidad absoluta. Al guión de la existencia los griegos lo llamaron destino, y no lo consideraron como una mera acotación escénica sobre la que podían intentar múltiples improvisaciones, sino como un libreto inapelable. Según ellos, nadie puede escapar de las garras de la fatalidad, aún cuando intente huir de lo que está escrito.

Que el fantasma sostiene el deseo. es también otra las proposiciones simples y de aceptación generalizada. A su vez, el deseo es búsqueda de goce, de ser, de plenitud. Así como el deseo es falta en ser, el goce - aún a riesgo de simplificar y esquematizar demasiado estas cuestiones - podríamos considerarlo como el ser.

Desde la clínica psicoanalítica, es además muy conocida la pareja entre la histérica y el obsesivo, ella más o menos demandante y él respondiendo a las demandas de ella. ¿Por qué ésta es la pareja 'habitual'? No alcanza con responder que estadísticamente las mujeres suelen quedar del lado histérico y los hombres del lado obsesivo, porque, aunque sea cierto en general, de hecho no siempre lo es; como así tampoco cualquier histérica forma dupla con cualquier obsesivo.

Avanzando algo mas en estas elucidaciones, señalamos que una pareja se forma por"engarce fantasmático - como ha sido designado por Estacolchic. Esto es una zona donde la secuencia fantasmática inconsciente de uno de los partenaires 'cabalga' sobre la secuencia fantasmática del otro. Este encaje incluye quejas, demandas y lamentos concientes." 14

Evoquemos el mito del andrógino de Aristófanes15, esos seres dobles condenados por los dioses a buscar su mitad perdida. Freud aborda estas cuestiones desde la perspectiva del narcisismo, punto de vista acertado si es que uno advierte que el narcisismo, la imagen completa, vela el objeto del fantasma. Tal es así que si existe una demanda persistente y desmesurada en su irreductible obcecación, ésa es justamente la de “ser de Verdad” una mujer o un hombre. O de que le sea donado algún objeto empírico, el cual le restituiría un ser verdadero que le es hurtado o negado.

El mito de Aristófanes precisamente puede servir como apólogo a la hora de ilustrar un singular matiz erróneo o si se quiere, patólogico, presente en todo neurótico. Este consiste en que los seres se pasan la vida pretendiendo una restitución narcisista, empírica, a fin de resolver una pérdida que no es real, en el sentido de algo que podría restaurarse, repararse o subsanarse, sino que es estructural, dado que esa pérdida está en la constitución misma de todo sujeto.






A modo de conclusión

Todo fantasma es un punto de vista que el ser hablante adopta para subjetivizar su falta en ser. Un poco como los personajes aquí presentados, la llegada de los seres humanos al mundo está signada por la marca de un desencuentro radical, un fracaso. La realidad 'objetiva' original está irremediablemente perdida y es inaccesible para los sujetos que, en tanto hablantes, están precedidos y determinados por el lenguaje. Lenguaje que al preexistir al sujeto establece prohibiciones, limitaciones, segregaciones, imposiilidades... Así, el sufrimiento por la falta en ser y la falta de saber se orienta en busca de razones hacia el Otro primordial que, en el mejor de los casos, ofrece un reconocimiento y alguna respuesta con la que identificarse. Este Otro en su inconsistencia estructural abre la dimensión del enigma de su deseo.

El psicoanálisis revela que el fantasma en su vertiente fundamental es la ficción que el sujeto fabrica para responder a ese interrogante. Es una representación del deseo del Otro, que será a partir de allí el 'partenaire' con el que habrá de consolarse, pelearse, quejarse, y al cual habrá de temer, desafiar, y, sobre todo, en nombre del cual habrá de justificarse. Constituye una proposición de tipo axiomática, y como tal fija, absoluta. La vida del ser humano y su concepción del mundo se estructuran y funcionan en torno a esa respuesta. Es el modo en que se organizan y se aseguran sus identificaciones, sus relaciones con los demás y consigo mismo.

La cura analítica, cuando finaliza, produce una pérdida sin retorno, la pérdida de ese asidero que encontraba el sujeto en el objeto de su fantasma y que hasta ese momento idealizaba – ya sea como “niño rechazado por el Otro”, "niño pegado", “fruto de la carne caído del continente materno”, "objeto en las fauces del Otro", etcétera. Permite, en este sentido, el atravesamiento de esa solución fantasmática y opera una mutación, un reposicionamiento: el analizante descubre la satisfacción que obtenía al ser objeto del capricho del otro, satisfacción a la que, ahora, se lo conduce a renunciar. Es una destitución subjetiva16, decía Lacan para designar ese pasaje. El psicoanálisis supone así una dimensión ética que orienta los destinos de esta ganancia de saber. El sujeto que ha perdido la inocencia del goce neurótico y que ha conquistado una nueva posición se verá confrontado con la asunción de su deseo y se sabrá responsable de las condiciones y consecuencias de su goce; y ofrece, además de su eficacia terapéutica, la posibilidad de acceder a un saber nuevo. En la ficción fantasmática y en los síntomas hay una dimensión real en la que está comprometido el goce del sujeto. Conducido hasta allí, el analizante puede vislumbrar el malentendido que regía su vida y en el que estaba atrapado. Verifica la función defensiva que la respuesta neurótica cumplía, tapar la castración del Otro y considerarse eximido de la soledad y la responsabilidad de su deseo. Esta revelación torna insostenible la posición anterior. Algunos transmiten la idea de una metamorfosis subjetiva que conjuga alivio, libertad y la transformación de los vínculos con los otros y con el saber. Los límites que imponía el fantasma se disuelven, se abren nuevas posibilidades, se pueden inventar nuevas respuestas.

Rosa Aksenchuk

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miércoles, 11 de marzo de 2009

Es como en aquellos veleros de tres mástiles del siglo XVIII. Cuando un percance dañaba el casco, una cuadrilla de carpinteros acudía a poner un parche, pero de nada servía poner un parche cuando la madera estaba podrida, y lo que ahora sucede en el sistema es que su estructura se está deshaciendo, por lo que la liquidez de nada, al final, va a servir: va a ser fagocitada por el hambre de liquidez que los prolegómenos de la crisis están multiplicando, de tal modo que esos aportes de pasta se van a ir filtrando por las rendijas hasta que de ellos nada quede.

El problema es mucho más simple de explicar. Al final de toda la requeteingeniería financiera que se ha creado alrededor de las hipotecas basura (y de todas las operaciones de crédito del mundo mundial), al final, tan sólo queda una cosa: una persona, una familia o una compañía que ha de pagar su cuota mensual, trimestral o semestral del crédito. Si la persona, la familia o la compañía no pagan, todo el tinglado se viene abajo; y eso es lo que está empezando a suceder: que la persona, la familia o la compañía que tenían que pagar no están pagando porque no pueden pagar. Punto.

sábado, 7 de marzo de 2009


Un Maestro de precio Prohibitivo.

A mi modesto entender, una de las personas ha hecho, un aporte significativo al estudio de las funciones y el entrenamiento cognitivo, vivió en Suecia, y adelantado a su época no recibió en vida el reconocimiento que mereció.

Cuando yo vivía en Suecia y, sentía que mis técnicas terapeuticas eran limitadas, sobre todo cuando alguien con los ojos vidriosos me decía que, además de los síntomas TDAH, le dolía envejecer, o una mujer me decía que sus síntomas habían aumentado y que no podía soportar la infidelidad de su marido, me sedujo el título de un taller: Entrenamiento y Funciones Ejecutivas, impartidos por un tal Sten. Era carísimo. Y mi avidez por novedades terpéuticas era voraz. Me endeudé y me inscribí.

Antes de entrar a la habitación en que se impartiría el taller (que tuve que pagar al contado 4 semana antes), nos introdujimos en una muy oscura sala, un lúgubre bunker en la que se intuía la silueta de un hombre viejo sentado en una silla, todo el lugar irradiaba una austeridad que rozaba la pobreza, y con lo que costaba el curso ya me sentí estafado, y ya estaba pensando la forma de hacer que me devolvieran el dinero (había dejado de ir al gimnasio, y había pedido un préstamo al banco, para poder pagarlo).

Sten, comenzó con una perogrullada: Hay que aprender, si se tienen dificultades con las funciones ejecutivas, a anticipar las reacciones y pensamientos de los demás y actuar en consecuencia, y luego como cambiando de tema dijo: este lugar tan oscuro me recuerda una curiosa reunión con un brujo chaman a la que fui invitado por un amigo empresario dedicado al turismo étnico y que me debía dinero, recuerdo que en esa reunión ritual, estaba casi tan oscuro como aquí (sólo en ese momento explicó que se ha cortado la luz hace unas horas y no vuelve hasta mañana) y el brujo invito a uno de nosotros a acercarse junto a él , pero nadie subió, más el brujo dio la mano al aire y comenzó a hablar con un hombre inexistente, de pronto, entre la penumbra todos comenzamos a ver claramente a un hombre junto al chamán, e incluso escuchar las cosas profundas que le decía, de pronto (habíamos perdido casi la noción del tiempo) el chamán dijo: amigo… ¡desaparece!, y el hombre fantasma, se borro de nuestras vistas.

Cuando terminó la reunión, y así como Anthony Blake remata sus espectáculos diciendo que todo es producto de tu imaginación, El Brujo nos dijo: los chamanes son los únicos que hacen desaparecer lo que nunca existió, y luego dijo que sabía que algunos habíamos entrado con cámaras, y nos quitó los rollos de película que llevábamos, Mi amigo dijo que todo el espectáculo que habíamos visto lo dirigía él y pensaba protegerlo con leyes de propiedad intelectual.

Fue bastante intrigante el final de aquel montado ritual, aunque a nadie se le hubiera ocurrido que nos devolvieran el dinero que habíamos pagado por vislumbrar las esferas, no nos sentíamos estafados. Gracias a la oscuridad de la cueva, se abrieron las puertas a emociones nuevas y misteriosas. (y en ese momento creí ver claramente desde la semi oscuridad, aparecer los ojos de Sten, que se clavaron en mí, como diciendo: sé que estabas pensando que te devolvieran el dinero).

Y Sten continuó: Cuando le pregunté a mi amigo (organizaba estas sui generis reuniones místicas) por el chamán, me dijo que era un tipo de ciudad, que antes vendía suscripciones, y que era muy bueno con la chepica alemana, ya que no quedan verdaderos chamanes o son muy borrachos. De hecho el antiguo Chaman era de verdad, pero se enfermó, y funciona mejor éste, siempre es incómodo botar a alguien.

Cómo sea, Sten, al igual que el chamán, tampoco dejaba grabar sus clases y seminarios, y los albaceas que ahora cuidan su legado, son muy cuidadosos para autorizar a otros a exponer sus ideas.

Sten fue uno de los primeros expertos en técnicas de entrenamiento mental. No se equivocó sten, durante aquel caro seminario en las penumbras hizo que se me despertaran sentidos olvidados y ahora casi sin esfuerzo recuerdo todo lo que viví , los trucos de cartas sin cartas que realizaba, sus anécdotas tragicómicas, sus ejercicios en que debíamos dar múltiples significados a una situación, sus mini recetas para organizarse, y sus paranoias metafísico humorísticas. Aquel taller casi se ha implantado en mi cerebro, y cada vez que lo recuerdo descubrió cosas nuevas. Y agradezco la confianza que me dio en vida y en público, para reproducir algunas de sus ideas. Lo más sorprendente era que las únicas tecnologías en que se apoyaba eran sus historias, descripciones y nuestra imaginación. De hecho describía imágenes en el aire, y narraba hasta la música.

Cuando salí de ese taller, rápidamente olvidé los momentos más impresionantes, yo estaba acostumbrado a una solemnidad científica ortodoxa, y en el taller de Sten me pareció, cabe decir, sólo una vez fuera de la sala oscura, que había mucho bla bla.

Tratando de hacer un resumen que contar a los amigos recordé que dijo por ejemplo, cosas que me parecían muy simples, como que para entrenar la imaginación, evocaramos en la noche la película de lo que hicimos durante el día, o reconocer las monedas con el tacto, y con un tono especial y un gesto con la mano, dijo como en broma: o repetir en la pantalla de vuestra imaginación, todo este taller, para sacarle rendimiento a su dinero.

Varias semanas después no se que paso, que se me vino esta escena a la mente. Creo que automáticamente implanto lo que en PNL llaman comandos ocultos. Cuando pensaba en todo el dinero gastado y que parecía que en nada nada, se me venía casi imperceptiblemente la imagen de Sten invitándome a hacer rendir el dinero, o eso creo yo.

Debía reproducir el taller en mi imaginación.

Los garabatos que escribí en mi cuaderno en la semi oscuridad, me han ayudado a recordar algunos detalles de lo que pasó. Gran parte de lo que escribí era ilegible, pero con el tiempo he llegué a descifrar bastante. Desglosé el taller en temas numerados, y pude ponerme en contacto con lo sucedido ahí. Para lograrlo tengo que poder entrar en especie de ensueño y de pronto es como si volviera a ser un alumno en el taller de Sten, todo dentro de la sala de proyección de mi cráneo. Fui a consultar a un hipnotizador, y escuchando la grabación de la sesión he reconstruido nítidamente las escenas que tendían a evaporase. Parece que la teoría de las imágenes de Sten tenía razón, de lo que nos ocurre nada se pierde, y después de mucho entrenamiento, realice lo que puedo llamar verdadera magia mental y fue la vez que repetí todo el taller en mi cabeza, y todo por un décimo de lo que costó el taller original.

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jueves, 5 de marzo de 2009

Hace pocos meses, alguien me hizo una pregunta muy interesante, sobre la
cual he pensado mucho desde entonces: "¿Cuál es la diferencia entre
alguien que usa la PNL con un grado de habilidad promedio y alguien que
la usa con mucha mayor habilidad?". Yo creo que hay muchas respuestas a
esta pregunta, y tengo varias ideas tentativas.

Yo pienso que alguien que alguien que usa los métodos de la PNL
excepcionalmente bien, tiene varias formas de reunir todas las técnicas
y habilidades bajo una sola cúpula de comprensión. Una estructura
universal proporciona una base sólida para reunir información y
responder creativamente aún cuando una técnica o método particular no
funcione y otras pudieran hacerse confusas.

*Separando y uniendo
*
Para mi ha sido muy útil referirme a todo lo que hago como "separar" o
"unir". Separar es el proceso de alejar o dividir dos aspectos de una
experiencia, que han sido unidos. Por ejemplo, en el proceso de la
fobia, las sensaciones desagradables son separadas de la memoria visual
de la experiencia traumática. En el procedimiento de perdón, ciertas
ideas o significados que la persona tiene acerca de perdonar (por
ejemplo, que perdonar es para la otra persona, o que perdonar significa
condonar el acto que produce el daño) tienen que ser separados de la
experiencia de perdonar antes de que la persona esté dispuesta a olvidar.

Unir es el proceso de colocar juntos dos elementos que han sido
separados en la experiencia de la persona. En cualquier proceso de
integración de anclas, tal como el "Cambio de historia personal", dos
experiencias separadas son unidas en el mismo instante en el tiempo.

Por supuesto que en muchas intervenciones, la separación y la unión
ocurren simultáneamente. En el reencuadre de contenido, un significado
antiguo es separado de una experiencia al mismo tiempo que un nuevo
significado es adicionado a la misma experiencia: "Usted siempre había
pensado que su hija era 'terca' sin darse cuenta que ella tiene bien
desarrollada la habilidad de mantener con firmeza lo que cree, y de no
permitir que otros tomen ventaja de ella y la hagan desviarse de su
opinión".

Separar y unir son en realidad una de las propiedades fundamentales de
todas las células nerviosas y los términos técnicos en psicología son
"discriminación" y "generalización". Cuando dos neuronas en la retina
del ojo responden de manera diferente a un estímulo visual, ellas están
"separando", es decir, respondiendo a alguna diferencia en el brillo,
color, etc. Cuando un niño llama a dos animales diferentes con el mismo
nombre, por ejemplo "perro", está respondiendo a las semejanzas (cuatro
patas, la piel, etc.) más que a las diferencias (tamaño, color, etc).


Cada experiencia que tenemos es una estructura compleja de capas
superpuestas de semejanzas (uniones) y diferencias (separaciones)
percibidas. Cuando queremos cambiar una experiencia, siempre estaremos
cambiando la percepción o comprensión de las semejanzas o diferencias y
esto resultará en un cambio en la respuesta.

Si usted piensa que sería útil aprender a pensar en estos términos
universales, puede ser muy conveniente tomar cualquier método de PNL que
usted conozca y examinarlo cuidadosamente para determinar en cada paso,
qué está siendo separado y qué está siendo unido. Mientras más haga
usted esto, más se convertirá en una manera automática de pensar, que
puede guiar su trabajo.

*Secuenciando
*
Otra cúpula de comprensión, es que toda nuestra experiencia es una
secuencia de pequeños eventos, que nunca termina, donde uno lleva al
otro en rápida sucesión. Nosotros realmente no tenemos "experiencias" o
"problemas" o "soluciones", en realidad, nosotros estamos
"experimentando", "metiéndonos en problemas" y "solucionando". Cuando
alguien dice que tiene un "problema" en una relación, está aislando un
evento pequeño dentro de una secuencia mayor y pensando en ello como si
fuese una "cosa" fija. Cuando yo le respondo que "entiendo que hay algún
aspecto de su relación con la otra persona que a usted no le gusta", mis
palabras son una invitación a comenzar a pensar en ello como un cambio
en proceso, más que considerarlo como algo fijo que no cambia.

Cuando alguien piensa en un problema, usualmente tiene una imagen fija
como representación del mismo. Simplemente pidiéndole que permita que la
imagen se convierta en una película del evento, se puede lograr una
intervención profunda, porque esto recuperará la secuencia completa de
la cual el "problema" es solo una pequeña parte. La película tendrá
mucha más información que la imagen fija, y a menudo esta información
será muy útil para alcanzar una solución. Y desde que la imagen en
movimiento está moviéndose y cambiando, es mucho más fácil introducir
cambios útiles adicionales que si se mantuviera como imagen fija.

Combinando las ideas de unir con secuenciar, nos damos cuenta de que dos
eventos pueden ser unidos simultáneamente o secuencialmente, uno
siguiendo al otro. Así, cuando queremos cambiar la experiencia
problemática de alguien, por algo con más recursos y utilidad, tenemos
tres opciones fundamentales respecto a combinar el "estado de problemas"
y el "estado de recursos" (realmente deberíamos estar hablando de
"problemando" y "recurseando" pero eso suena torpe, inclusive en inglés.
N. del T.: y también en español). Podemos combinarlos simultáneamente en
algún momento en el tiempo, o podemos proveer el recurso
secuencialmente, justo antes o justo después que ocurre el problema.

Cada elección tendrá un resultado algo diferente, lo cual es difícil de
describir en palabras, pero puede ser fácilmente experimentado. En el
método básico llamado "Cambio de historia personal", anclamos un estado
de problemas y uno de recursos.

Dependiendo de cómo manejemos el tiempo para disparar las anclas,
podemos combinar los estados de manera simultánea, creando un estado de
integración, o podemos crear una secuencia en la cual el estado de
recursos precede o sigue al estado de problemas.

Si el estado de recursos sigue al de problemas, la persona tiene primero
que sentir la experiencia e incomodidad del estado problema y luego la
solución activada por el estado de recursos. Aunque esto funciona, no es
muy elegante y deja a la persona experimentado, en forma repetida, una
breve incomodidad.

En cambio, si el estado de recursos precede al estado de problemas, la
persona no lo experimentará como un problema. De hecho, esto es lo que
experimentamos miles de veces al día, sin siquiera notarlo. Cada día nos
enfrentamos a una miríada de tareas, desde buscar las llaves del carro
en un bolsillo o un bolso, hasta hablar con alguien o leer un artículo
como este. Tan pronto como tenemos un recurso de conducta
suficientemente adecuado para manejar situaciones como esas, dejamos de
pensar en ellas como problemas. Pero si fuésemos aun niños pequeños,
muchas de esas pequeñas tareas serían problemas insuperables. Construir
recursos disponibles antes de que ocurra un problema potencial, es mucho
más generativo y agradable que lograr que el recurso esté disponible
después que el problema ha ocurrido y por supuesto, esta es la razón
para que hagamos planes por adelantado y para que tengamos instituciones
educativas, etc. para prepararnos por adelantado para los retos de la vida.

*Calificadores cognitivos
*
Felizmente, John McWhirter ha descrito un fascinante y sutil ejemplo
lingüístico de cómo la mente puede estar preparada para responder de una
manera particular que, digamos con tristeza, otros no han notado
previamente. Un "calificador cognitivo" es un "adverbio" de comentario
que aparece al comienzo de una oración o una frase, que se refiere a un
estado emocional o cognitivo, tal como el "felizmente" o "digamos con
tristeza " de la oración anterior. Un calificador cognitivo prepara a la
mente para responder de una manera específica a cualquier palabra que
siga después.

Para tener la experiencia de este efecto, piense en una oración
descriptiva común, como "El árbol verde se alza a la luz del sol" o "Yo
estoy sentado en el escritorio", e imagine que se está diciendo esa
oración a usted mismo?

Ahora imagínese diciendo la misma oración, pero precedida por la palabra
"tristemente" y note como cambia su experiencia?

Entonces diga la misma oración, pero precedida por la palabra
"felizmente" y otra vez ponga atención a su experiencia?

Los calificadores cognitivos dirigen la mente a que piense en aspectos
de una experiencia que es especificada por el tipo de calificador utilizado.


Imagine lo que sería su vida su usted comenzara cada oración y cada
pensamiento, con la palabra "tristemente" o "lamentablemente". Esta es
una manera muy efectiva de estar deprimido ¡y algunas personas realmente
hacen esto! En contraste, imagine lo que sería su vida, si cada oración
y pensamiento estuviera precedido por la palabra "felizmente". Esta
sería una opción mucho mejor y de nuevo, esto es realmente lo que hacen
algunas personas.

Comprensiblemente, usted podría sentirse incongruente al usar el
calificador "felizmente" en algunos eventos desagradables, pero
afortunadamente hay una alternativa. Ambos, "tristemente" y
"felizmente", se refieren a estados emocionales, y muchas emociones son
evaluativas, al estar frente a algo agradable o desagradable, positivo o
negativo. Esto calificadores evaluativos parecerán a veces inapropiados
para el contenido de un pensamiento o una oración particular.

De manera interesante, hay un conjunto de estados emocionales/cognitivos
que son bastante diferentes y que no tiene aspectos negativos o
desagradables. Curiosamente, todos ellos se centran alrededor de un
estado de interés, curiosidad, atención o entendimiento:
"interesantemente", "curiosamente", "sorprendentemente",
"comprensiblemente", etc. Algo desagradable puede ser tan interesante
como algo agradable: el estado de interés o fascinación en si mismo es
siempre posible y agradable. Usted probablemente nunca ha escuchado a
alguien quejándose de ser curioso. "Oh, yo tuve esta desagradable
curiosidad anoche: ¡fue terrible!".

Desde que esos calificadores cognitivos milagrosamente nunca tienen
estados negativos asociados a ellos, son verdaderamente recursos
universales que pueden ser utilizados con cualquier experiencia, Y desde
que un estado de curiosidad o interés es excelente como recurso para
aprender o cambiar, esta clase de calificador cognitivo es un estado
maravilloso para usarlo en el comienzo, para entender y procesar una
dificultad.

Por ejemplo, piense en alguna experiencia de su vida que usted podría
describir como un problema o dificultad y haga simplemente una oración
que la describa, como "Yo odio cuando la gente no cumple sus promesas".
Dígase esta oración a si mismo y note como usted se representa esto
internamente?

Ahora, dígase la misma oración, pero precedida por la palabra
"Interesantemente", o "Curiosamente", o "Comprensiblemente" y ponga
atención a como esta palabra cambia su experiencia?

Mucha gente experimenta cambios sutiles pero profundos, mientras la
atención es llevada lejos de lo desagradable que es el evento, y hacia
lo interesante y lo curioso de cómo sucede y cómo puede ser comprendido:
Un estado de estar listo y ávido de aprender. Imagine lo que sería su
vida si cada oración y cada pensamiento que usted tuviera comenzara con
"Interesantemente" o "Comprensiblemente".

Esto puede ser muy útil cuando se usa como recapitulación con un
cliente. Cuando un cliente describe un problema, usted puede
retroalimentar su afirmación, comenzando con "Compresiblemente" o algún
otro calificador que tenga que ver con curiosidad y aprendizaje, y
observar los cambios no verbales que indiquen que el cliente está
pensando en ello de una manera más relajada y útil.

Un aspecto muy importante de estos calificadores cognitivos, es que
crean un mundo compartido y universal, un marco que nos abraza a ambos.
Es bastante diferente decir "Encuentro eso interesante", o "¿Usted
encuentra eso interesante?", donde hay una aparente separación o
diferencia entre nosotros. Cuando yo digo "Interesantemente" esto
establece un marco que simplemente existe y es tomado como un hecho, y
ambos lo experimentamos juntos, sin la separación entre yo y el otro que
con frecuencia mucha gente percibe. Esto trasciende el rapport, porque
el rapport presupone la diferencia que debe ser unida.

Sorprendentemente, con un estado poderoso de interés y curiosidad,
muchos "problemas" simplemente desaparecen a medida que mi atención
cambia de lo desagradables que son a simplemente aprender cómo existen y
funcionan y qué puedo hacer para cambiarlos. Aun cuando ellos no
desaparezcan, es un lugar mucho más útil para comenzar a trabajar hacia
la comprensión y hacia una solución.

Interesantemente, la idea de que toda la vida es una escuela en la cual
tenemos lecciones que aprender, es muy antigua, y una es particularmente
central en ciertas tradiciones espirituales. Yo no se si es cierto o no,
pero es una reorientación muy potente para la vida como un todo, una que
hace la vida mucho más fácil y más agradable, tanto para usted como para
los demás.

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Steve Andreas, con su esposa Connirae, han estado aprendiendo, enseñando
y desarrollando la Programación Neuro Lingüística (PNL) por más de
veinte años. Ellos son autores de varios libros y artículos sobre PNL.

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¡Cuida tu lenguaje!

Lenguaje Limpio y Modelaje Simbólico

por Judith Lloyd Yero

“Las palabras y la magia fueron en los inicios una sola cosa, y todavía hoy las palabras retienen mucho de su poder mágico” … Sigmung Freud

En su primer libro La Estructura de la Magia [1] , Richard Bandler y John Grinder investigaron la fuente de la “magia” descrita por Freud. Ellos explicaron que cuando la gente usa el lenguaje, está creando un modelo o representación de su experiencia. Esa experiencia, a su vez, está basada en sus percepciones del mundo. Completado el ciclo, esas percepciones están moldeadas y limitadas por el modelo.

Si una persona dice “La vida es solo una ‘carrera de ratas’, donde solo hay un obstáculo tras otro”, esa persona está ofreciéndole a quien escucha un vistazo de los paisajes internos de su mente. Esa persona nunca percibirá los eventos de su vida como un “suave navegar” o “un sabroso postre”, debido a que estos ejemplos no son consistentes con el camino lleno de obstáculos que conforman su modelo de vida. El espera obstáculos, de manera que sus percepciones están sintonizadas para notar más obstáculos. Es el antiguo síndrome de “si único lo que tienes es un martillo, todo parecerá ser como clavos”.

Usted puede tener una vívida y posiblemente humorística imagen de su carrera de ratas, saltando un obstáculo tras otro. Pero como todos los buenos “PeNeListas” usted sabe que su mapa no es su territorio. Mientras que desde su punto de vista, usted pensaría que lograr que las ratas abandonen la carrera o remover los obstáculos parece una manera lógica de cambiar la experiencia de esa persona, no hay garantía de que eso funcione para ella.

En la PNL, el uso del lenguaje terapéutico en los Modelos Meta y Milton, funciona admirablemente con los dominios sensoriales y cognitivos de la experiencia. Hay un tercer dominio -las metáforas- y ahora, un tercer modelo lingüístico que puede ser usado para explorar los paisajes metafóricos que a gente describe a medida que comparten su experiencia mental. A comienzos de los años 80, el terapeuta nativo de Nueva Zelandia, David Grove, estudió transcripciones de terapeutas tales como Virginia Satir y Carl Rogers. Grove se dio cuenta de que esos terapeutas continuamente cambiaban a sus clientes de sus marcos originales de referencia; los alejaban de las metáforas en las cuales los síntomas del cliente estaban codificados. Refraseando sutilmente lo que el cliente había dicho, el terapeuta introducía sus propios mapas del mundo.

Por ejemplo, en respuesta al planteamiento de un cliente “Estoy atrapado sin salida”, un terapeuta podría decir “¿Que sucedería si pudieras encontrar una salida?”. Esta pregunta presupone que “encontrar una salida” es lo que el cliente necesita hacer. La presuposición proviene del mapa del terapeuta, más que del cliente. Grove asumió desde que el “estar atrapado” es parte de la metáfora de la persona, debe haber información valiosa en el estado de estar atrapado. El desarrolló un conjunto de preguntas muy simples que honran y preservan la experiencia del cliente. Las primeras cinco preguntas básicas están diseñadas para ayudar a los clientes a agregar detalles y dimensión a sus percepciones.

1. ¿Y hay algo más acerca de (lo que dijo el cliente/sus palabras)?

2. ¿Y que clase de (lo que dijo el cliente/sus palabras) es (lo que dijo el cliente/sus palabras)?

3. ¿Y eso es (lo que dijo el cliente/sus palabras) como qué?

4. ¿Y dónde es (lo que dijo el cliente/sus palabras)?

5. ¿Y a dónde va (lo que dijo el cliente/sus palabras)?

Note que las preguntas emplean precisamente un par de metáforas que son comunes en los “mapas” de todo el mundo –hay algo más (sin contenido pero presupone que puede haber algo más por descubrir); –clase de– (categoría); –Como qué– (comparación); –dónde es/a dónde va– (ubicación). Debido a que las preguntas contienen un mínimo de presuposiciones, son llamadas “Lenguaje Limpio” o “Preguntas Limpias”.

Los psicoterapeutas establecidos en Londres, James Lawley y Penny Tompkins han estudiado las técnicas de Grove por varios años. En su libro recientemente publicado con el título “Metáforas en la mente: Transformación a través del modelaje simbólico” [2] (se puede ver un síntesis y comentarios sobre este libro en el Volumen 15, Nº 3 de Marzo de 2001, de Anchor Point), ellos proporcionan una explicación detallada de la sintaxis de las preguntas y cómo son utilizadas. A continuación una versión simplificada.

En el caso del cliente “atrapado”, aquí está lo que sucede cuando las Preguntas Limpias son usadas con tres personas diferentes que están “atrapadas sin salida”.

Terapeuta: “¿Y qué clase de “atrapado sin salida” es ese “atrapado sin salida”?

Cliente 1: Mi cuerpo entero se siente como si se estuviera hundiendo en el piso.

Cliente 2: No puedo ver hacia adelante. Esta todo nublado.

Cliente 3: Cada puerta que estaba abierta para mi, está cerrada. [3]

Note que los significados que los tres clientes asignan a estar atrapado, son muy diferentes. Son todavía metafóricos, pero no corresponden al significado que tiene “atrapado” para el terapeuta. ¿A cuántos de ustedes se les ocurriría preguntar sobre “nublado” o “puertas” cuando un cliente dice que está “atrapado”?

Las funciones de las Preguntas Limpias son triples:

· Primero, reconocen la experiencia del cliente, tal como la describe, sin “contaminación” por parte del mapa del terapeuta.

· Segundo, ellas dirigen al cliente hacia algunos aspectos de su percepción de la experiencia.

· Tercero, impulsan al cliente a una búsqueda de auto-conocimiento.

Es difícil hablar de Preguntas Limpias sin considerar lo que ellas logran. Las Preguntas Limpias son una herramienta que un terapeuta usa para ayudar a los clientes a explorar los símbolos y metáforas que configuran sus paisajes mentales. Las metáforas son mucho más que maneras “interesantes” de describir percepciones. Ella son el “relleno” del cual son formados los paisajes. Son muy diferentes de las percepciones o de las descripciones cognitivas. Por ejemplo, un cliente podría decir, “Yo veo rojo”. El terapeuta podría asumir que esta afirmación significa lo mismo que “Estoy molesto”. En efecto, lo “rojo” podría ser un componente crítico de la experiencia de la persona. A menos que el cliente señale que cambiar “rojo” puede ser difícil o en el mejor caso, que tomaría tiempo.

Usando el método de Preguntas Limpias, Lawley y Tompkins han desarrollado un modelo terapéutico que facilita a los clientes el auto-modelar o explorar su propio paisaje metafórico. Ellos lo llaman Modelaje Simbólico. El modelo presupone que los clientes tienen acceso a los recursos necesarios para lograr el cambio. El papel del terapeuta es asistir a los clientes para que se familiaricen con sus símbolos mentales, y con la recolección de información acerca de sus mundos simbólicos. Cuando haya emergido suficiente información –cuando se hayan percibido patrones o relaciones grandes– a menudo el cambio ocurre espontáneamente.

Usted puede estar preguntándose cómo las Preguntas Limpias ayudan al terapeuta a entender suficientemente la experiencia del cliente como para ayudarlo a cambiar. ¡No lo hacen! Como apuntan Lawley y Tompkins, esta es una nueva manera de pensar acerca de terapia. Es centrada en información más que centrada en el cliente o en el terapeuta. Es terapeuta debe tener aun rapport con el cliente. Aun debe usar su agudeza sensorial y acompasar para lograr que las preguntas sean más efectivas. Pero el terapeuta no necesita entender el significado, o la razón, de la metáfora del cliente. El terapeuta simplemente trabaja con lo que es. Es el cliente quien debe hacerse consciente de cómo sus símbolos interactúan para dar forma a su mundo interno y externo.

En “Metaphors in Mind”, Lawley y Tompinks hacen un trabajo mucho mejor que el que yo podría hacer, al explicar la Preguntas Limpias y Modelaje Simbólico. De manera que a mi simplemente me gustaría compartir mi propia experiencia en el proceso. A mi me han dicho otros practicantes de la PNL que yo soy del tipo que responde con polaridades. ¡Por supuesto que no estoy de acuerdo! Sin embargo, aceptando que pudiera haber una pizca de verdad en su percepción, he aquí lo que una Pregunta Limpia hace por quien responde con polaridades.

Yo creo firmemente en la presuposición de la PNL que dice que la comunicación es responsabilidad de quien comunica. Cuando yo hago una afirmación y alguien “repite” con sus propias palabras su versión de lo que he dicho, me siento obligado a negociar hasta que su versión corresponda con lo que yo “realmente” dije. ¡Yo imagino esto como un acuerdo por aproximaciones sucesivas! Consideren entonces lo que sucede cuando alguien repite exactamente lo que he dicho. Como nada ha cambiado, no me siento obligado a encontrar otra manera de decirlo. Cuando su repetición está acompañada de una pregunta, yo inmediatamente voy a buscar la respuesta, en lugar de “explicarme” a mi mismo. He aquí un ejemplo:

Yo: Algo me impide avanzar.

Terapeuta: ¿Qué te impide moverte hacia adelante?

Yo: Bien, no es que no quiero moverme hacia adelante… (y a continuación una cansona explicación de lo que yo quise decir antes).

La pregunta del terapeuta me aparta de una consideración sobre el “algo” que “me retiene atrás” y cambia mi atención a 1) Clarificar mi afirmación; y 2) Moverme hacia adelante.

Y que sucedería si el terapeuta hubiese dicho “Algo te impide avanzar. Y cuando algo está impidiéndote avanzar, ¿Hay algo más acerca de ese impedimento?”

Esta pregunta no contiene nada de lo que yo necesito para clarificar. Me han dirigido hacia “algo que me impide” y a continuar explorando eso, en un intento de responder la pregunta— y así aprender más acerca de ello, por mi mismo.

Durante un taller acerca de Modelaje Simbólico, una es impresionada por la rica variedad de paisajes metafóricos que emergen a través de Preguntas Limpias. Mundos de cuatro dimensiones surgen a la existencia: tres dimensiones espaciales moviéndose a través del tiempo. Una persona tiene duplicados de todo: paredes, flores, pájaros y colores. El paisaje de otra parece estar limitado a una pequeña esquina del salón. A medida que el entrenamiento continúa, los símbolos demandan ser mencionados verbalmente en forma directa, más que a través del “cliente”. El cursor intermitente de la computadora, visto con la esquina del ojo, se convierten en los latidos de una madre. Los símbolos dan forma y, con ellos, se conforma la percepción y conducta de los participantes en “el mundo real”. Hacia el final del primer día, cada uno toma consciencia de dónde se para en el salón, ¡conscientes de estar pisoteando la “realidad” de alguien!

Cuando se le hace una pregunta a alguno de los participantes, es difícil para los demás no responder silenciosamente desde sus propios modelos. Después de escuchar la respuesta, a menudo se sorprenden, diciendo “¡Yo nunca hubiera pensado en eso!”. La infinita variedad de símbolos metafóricos y relaciones que forman la experiencia de una persona son lógicos solo desde el marco del paisaje metafórico de esa persona.

Lawley y Tompkins reportan que, después de una sesión terapéutica, los clientes les manifiestan su agradecimiento por “entender lo que es ser como yo”. En realidad, Lawley y Tompkins no afirman que lo hacen. Lo que ellos han hecho es llevar un registro meticuloso del lenguaje del cliente, por momentos volviendo atrás y reuniendo un número de símbolos en una sola pregunta. “¿Y cuando ‘algo que llevabas sobre la espalda’ y ‘una larga capa’ y ‘una gran roca’ y ‘un águila posada en tu hombro’, qué sucedió después?”. Esta aparentemente ilógica pregunta tiene completo sentido en el mundo metafórico del cliente.

“¿Qué sucedió después?” es una de las cuatro restantes Preguntas Limpias básicas, junto con “¿Qué sucedió justo antes de…?”, “De dónde vino…?” y “Entonces qué sucedió?”. Esas nueve preguntas son utilizadas alrededor del 80% del tiempo. Unas veinticinco preguntas adicionales pueden ser usadas con sobriedad una vez que el paisaje simbólico haya sido desarrollado. Lawley y Tompkins cuentan de un estudiante principiante quien facilitó un cambio mayor en su compañero de equipo, haciendo la misma pregunta una y otra vez. Cuando se le preguntó cómo había sabido mantenerse haciendo la misma pregunta, el estudiante admitió que ¡era la única que había podido recordar! ¡Algunas veces, menos es más!

¿Funcionan las Preguntas Limpias y el Modelaje Simbólico? Durante el transcurso de mi entrenamiento de tres días, yo vi múltiples “ajás” y múltiples cambios de percepción entre los participantes. Mi propia experiencia fue sutil mientras yo observaba como un balanceo se transformaba en un ancla. ¿Cuál fue el significado? Todo lo que se es que desde el entrenamiento he terminado un libro que había esperado por años. El balanceo me había impedido avanzar. El ancla me centró.

Metáforas en Mente incluye varias transcripciones completas del trabajo que Lawley y Tompkins han estado haciendo con sus clientes. Las transcripciones incluyen anotaciones, de manera que además de seguir el flujo del Lenguaje Limpio, el lector entenderá lo que está sucediendo. Además del Meta Modelo y del Modelo Milton, el Modelo Metafórico y las Preguntas Limpias serían una adición importante al entrenamiento en PNL. David Grove, James Lawley y Penny Tompkins han dado a los terapeutas una herramienta tremendamente efectiva para ayudar a los clientes a crear cambios penetrantes y efectivos.

Para mayor información acerca de Lenguaje Limpio y Modelaje Simbólico, o para adquirir “Metáforas en Mente, El libro también puede ser adquirido a través de la librería de Anchor Point.

Judith Lloyd Yero es instructora y directora de Mindsight Educational Services. Es Master Practitioner y Trainer certificada, en PNL. Judy terminó recientemente un libro acerca de las maneras en que las creencias y metáforas de los docentes influyen en sus conductas. Con el título de “Teaching in Mind: The Unexamined World of Teacher Thought”, el libro será publicado en 2001.

Email: jyero@bitterroot.net



[1] Richard Bandler y John Grinder (1975). The Structure of Magic, Vol 1. Palo Alto, California (USA). Science and Behavior Books. Nota: Existe versión en español de la Editorial Cuatro Vientos: La Estructura de la Magia.

[2] Lawley, James y Penny Tompkins (2000). Metaphors in Mind: Transformation through Symbolic Modelling. Londres, Inglaterra. The Developing Company Press

[3] Tompkins, Penny y James Lawley (1997) “Less Is More… The Art of Clean Language”. Rapport Magazine, Issue 35, February 1997.

Steve Andreas, con su esposa Connirae, ha estado aprendiendo, enseñando y desarrollando la Programación Neuro-Lingüística (PNL) por más de veinte años. Ellos son autores o editores de muchos libros y artículos sobre PNL.

> Traducido por Pedro Henríquez A., Master Practitioner en PNL.
Pedro Henríquez ejerce la PNL en Caracas, Venezuela. email: henriquez@cantv.net
cuando la gente usa el lenguaje, está creando un modelo o representación de su experiencia. Esa experiencia, a su vez, está basada en sus percepciones del mundo. Completado el ciclo, esas percepciones están moldeadas y limitadas por el modelo
Alcancía de Experiencias

por Steve Andreas

Traducido al español por:
Pedro Henríquez

Recientemente yo quería darle un regalo de cumpleaños a la hija adolescente de una familia amiga.En una venta de garaje yo había encontrado hacía poco, un alcancía de cochinito con un hocico muy grande tapado con un gran corcho. Decidí ponerle otro nombre y escribir algunas instrucciones para su uso. Fue un regalo delicioso, que ella y su familia disfrutaron mucho, y espero que ella también se beneficiará del mismo en el futuro.

Instrucciones para usar la alcancía de experiencias

Aunque esto parezca ser una alcancía común y corriente, no lo es. Es una auténtica alcancía de experiencias y se garantiza que mejorará tu vida inmensamente si se usa según las instrucciones. Selecciona y procesa tus experiencias, tus recuerdos, muy cuidadosamente, tal como se indica más abajo, antes de depositarlas en la alcancía, ya que esta alcancía produce intereses abundantes. Si los depósitos son hechos en forma inapropiada, la garantía quedará anulada.

Experiencias agradables

Antes de colocar estas experiencias en la alcancía, asegúrate de que las recuerdas y las revives por completo, con colores, movimientos, sensaciones y sonidos, e incluya olores y sabores cuando sea apropiado, tal cual como si estuvieras teniendo esa experiencia de nuevo. Estos serán recursos valiosos que podrán ser retirados (con intereses) y usados en cualquier momento que tu desees y tan a menudo como quieras, bien por el simple disfrute de hacerlo, o como apoyo para tiempos difíciles. A diferencia de las alcancías ordinarias, los retiros frecuentes y de cantidades grandes, ganarán intereses adicionales y mientras más frecuentes sean los retiros, más intereses serán pagados.

También se te pagarán intereses adicionales si cuidadosamente revisas cada uno de esos recuerdos para aprender de lo que hiciste para contribuir a que sucediera y si luego depositas esos aprendizajes en una cuenta separada. Ganarás intereses adicionales si los revisas con frecuencia y también si periódicamente riegas esos aprendizajes liberalmente en tu futuro, como si regaras el jardín.

Nota: Las experiencia pequeñas son tan valiosas como las grandes.

Experiencias desagradables

Estas pueden ser aún más valiosas para ti, pero sólo si son procesadas apropiadamente antes de colocarlas en la alcancía.


Primero revisa la experiencia concienzudamente, con intensa curiosidad e interés, para determinar qué puedes agradablemente aprender con el fin de prevenir una repetición de lo desagradable, y para evitar futuros errores. Cuando hayas completado este reprocesamiento, almacena estos valiosos aprendizajes en una cuenta separada, diferenciándolos del recuerdo desagradable mismo. Un interés adicional será pagado por retiros frecuentes, y también cuando esos aprendizajes sean periódicamente regados con liberalidad en tu futuro, dónde y cuándo podrías querer tenerlos rápidamente disponibles y listos para ti.

Entonces usa esta información para planificar en detalle lo que quieres hacer diferente en el futuro, con el fin de responder con más recursos si alguna vez te enfrentaras de nuevo a esta clase de situación. Almacena estos planes en una cuenta separada en la misma forma que almacenaste las experiencias agradables. Estas también ganarán intereses adicionales cuando sean retiradas con frecuencia, e igualmente cuando sean regadas liberalmente en tu futuro.

Finalmente, procesa los recuerdos desagradables en la siguiente forma, para prepararlos para un almacenamiento adecuado: Ve el recuerdo lejos de ti, pobremente iluminados, sin colores, planos como una foto, como si los vieras en un depósito obscuro y lleno de polvo. Almacena estos recuerdos en una cuenta separada, para ser retirados solamente cuando los necesites para un propósito particular, tal como una revisión ocasional para aprendizaje futuro, o para reconocer con placer cuánto has crecido y cambiado desde entonces.

Garantía de por vida: Cuando sea usado según las instrucciones, la satisfacción está garantizada por completo para toda la vida.

© 2000, Steve Andreas

Steve Andreas, con su esposa Connirae, ha estado aprendiendo, enseñando y desarrollando la Programación Neuro-Lingüística (PNL) por más de veinte años. Ellos son autores o editores de muchos libros y artículos sobre PNL.

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